Capítulo 16

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No reconozco la mujer que me devuelve la mirada en el espejo. Mis amigas se han encargado de dejarme como una muñeca.

Juliana quién se encargó de maquillarme hizo que mis ojos resaltaran con un ahumado en tonos tierra y mi cara se viera con las facciones más marcadas y en mis labios solo aplicó un brillo labial.

Paola no sé que le hizo a mi cabello pero realmente está liso, el vestido que ella escogió de mi armario es espectacular, tiene un cruzado en la parte del frente que se ajusta ligeramente a mi cintura y luego cae a la altura d0e mis rodillas, pero lo que llama la atención definitivamente es el escote de mi espalda. Tengo tocones beige y una cartera de mano a juego. Veo la hora en mi celular 7:55pm

Llegó la hora.

Salgo de mi apartamento y los nervios se apoderan de mí. Tomo varias respiraciones para calmarme y mi celular vibra en mi mano, Un mensaje de texto.

Jefe Tomás

Estoy esperándote

T.

Bajo las escaleras a una velocidad que hasta yo misma me aterro de no caerme y darme el porrazo de la vida, cuando llego a las puertas dobles me doy ánimos mentalmente.

Al salir del edificio lo veo, esta parado frente a su auto con un traje de corte italiano que le queda espantosamente bien, avanzo hacia él y no dejo pasar todo el recorrido que ha hecho su mirada en mi.

—¿Viste algo qué te gustó?—le pregunto estando a tres pasos de distancia

—No—responde con Chulería—Todo me encanta.

—Hola—saludo mordiéndome el interior del labio

—Hola—nos miramos por lo que parecen eternidades, el da los tres pasos de distancia que nos separa sin romper nuestras miradas. Toma un mechón de mi cabello y lo pone tras mi oreja

—¿Te he dicho ya qué tu cabello me enloquece?

Tomás

Me ve y solo sonríe ¿Cómo puede haber un certamen de belleza cada año si está ella? Es que cada vez que la veo me parece más y más hermosa. No ha contestado mi pregunta y solo sigue mirándome o desafiándome, qué sé yo.

— ¿Lista?— le pregunto un poco impaciente.

Ellos solo asiente, abro la puerta del copiloto y ella se acomoda en el regalándome otra sonrisa.

Estoy seguro que está muriendo de la curiosidad, no le he dicho hacia donde vamos, me ha preguntado cuándo subimos al auto y yo solo le sonreí.

—Oye Tomás—habla con su vista en la ventana del auto

—¿Sí?

—A... Eh. Esto, no, nada.—titubea al hablar.

—¿Todas las mujeres son así?—pregunto divertido

—¿Cómo?— dice concentrando toda su atención en mi

—Nada, olvídalo

—Oyeee, no seas así—me da un golpe juguetón en el brazo—Dime ¿Cómo?— Ha caído en mi trampa, sonrío triunfante y le contesto

—Me dijiste "Tomás" yo te dije "sí" y tú me respondiste "no, nada" ese es el problema de ustedes las mujeres, quieren que nosotros adivinemos sus "nada"—ella ríe tan fuerte que mi corazón se arruga ante la melodía de su risa.

Ahora comprendo el por qué antes no tenía una canción favorita, todo yo inconscientemente estaba esperando por este momento. El de oír su más sincera risa que se acaba de convertir en una de mis cosas preferidas

Scarlett

Hemos llegado al final de su misterio, estamos a las afueras de la ciudad en un Restaurante llamado Amor bello, todo es tan glamuroso que me siento como una princesa de cuento de hadas, a diferencia de nuestra cena, él había pedido anticipadamente la mejor cena de todas ¡hamburguesas con papitas! ¿Quién en su sano juicio come hamburguesas en un restaurante tan lujoso? Ajá, lo que me suponía, solo nosotros.

—Entonces Scarlett ¿Qué hay de tus amores? ¿Te han roto el corazón? O por el contrario ¿Eres tú la rompe corazones?

—Mi vida amorosa es igual de interesante a la de un garbanzo—digo con un encogimiento de hombros—para que te rompan el corazón tienes que haberlo entregado a alguien y para entregarlo debes estar enamorado, ahora bien si te estás preguntando si me he enamorado, la respuesta viene siendo muy sencilla: No ¿He roto corazones? Todavía no se me ha pasado factura de dicha catástrofe.

—Entonces ¿Qué te impide enamorarte?—indagó

—El amor no siempre es bonito, el amor duele, bien sea correspondido o no, porque involuntariamente dejamos que esa persona a se adueñe de una parte de nosotros y eso nos convierte en vulnerables ante ella. Sé que no podemos elegir de quien enamorarnos pero si que tanto queremos que esa persona en influya en nosotros. Y Tomás, yo soy del TODO o del NADA, si voy a amar lo hago bonito y quiero que eso sea correspondido. No voy en busca de un amor mediocre y tampoco voy dando migajas.

—Así que ¿crees en el "siempre"?

Tomás

—Los "siempre" están sobre-valorados. —Responde con una seguridad aterradora

Tú eres mi siempre en estos momentos, nena

—Scarlett ¿Este momento? Quiero que sea mi siempre todos los días.

Me mira y sus ojos brillan por mi declaración. Pero es que es cierto. Quiero todos los segundos dentro de los minutos junto a ella. Quiero que mí siempre sea con ella.

—Sé que tienes miedo, miedo a amar y que te destrocen, lo sé Scarlett, sé lo que se siente. Porque justamente a mi me pasa lo mismo. Pero ¿Contigo? Quiero asumir ese riesgo. Se qué he hecho las cosas mal ¿De acuerdo? Sé que contigo me comporté como el dios de los imbéciles pero ¿Cuándo estoy contigo? Mi corazón baila en mi pecho por tu presencia. No te equivocaste al escribir "que me diste vida cuando me encontraba perdido" porque así lo hiciste nena, tu me diste vida. Suena descabellado, lo sé. Pero...quiero intentarlo, quiero intentarlo tanto que duele y no te pido que me des respuesta ahora. Solo que cuando me la des espero ansioso por un "sí, si quiero intentarlo" y podemos hacer juntos de esto un "siempre" deseado.

Scarlett

Lo veo y no lo creo. Sus palabras han hecho algo dentro de mi, quién inventó la frase "siento mariposas en el estomago" es por que no han escuchado esta declaración. Lo qué yo siento es todo menos mariposas.

Desde el primer momento en que lo vi todo mi cuerpo respondió ante el suyo.

Es cierto lo que dije hace unos momentos "Los siempre están sobre-valorados" Pero podemos intentarlo ¿Verdad? Podemos hacer que esto funcione.

Callo unos segundos que parecen horas para responder con total seguridad

—Quiero un "siempre" a tu lado—me ve y en cuestión de segundos me ha tomado en sus brazos y está dando vueltas conmigo en medio del restaurante, la gente se queda viendo el espectáculo. Sin embargo yo no siento pena. Porque yo como él quiero que esto funcione.

Quiero un siempre del tipo comprobado 

Te elegí para SIEMPREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora