Estoy en un break junto con Alejandra, aunque a ella ya solo le quedan unos pocos minutos yo sin embargo acabo de llegar.
Estamos hablando acerca de nuestros amoríos de adolescentes, ella que es madre de un pequeño de cinco años teniendo en cuenta que tuvo su pequeño de diecisiete años, es decir, quedó embarazada a los dieciséis. La admiro, en serio que sí. Es madre, esposa, trabaja y sobre todo estudia ¿Cómo lo hace?
—Es tan raro que tú y Álex se lleven tan bien después de lo que sucedió entre ustedes
—Uh, dímelo a mí. Pero estamos mayores, podemos sobrellevar las cosas—hablo restándole importancia
—Y yo que creí que mis ojos no verían tal cosa
—Y yo que creí que no pasaría tal cosa. Así que si no hubieras tenido tu pequeño ¿Seguirías con tu esposo? —Digo cambiando el tema, no quiero hablar más de mi pasado con Álex.
—No sé, no me arrepiento de mi gordo lindo. Es lo mejor que me pudo pasar, pero desde que el nació... tuve que privarme de ciertas cosas—sonríe pero no le llega a los ojos—Y de mi querido, no sé, supongo que estaría con otro— su respuesta me descoloca un poco
—¿Quieres decir qué el no es tu tipo de hombre?
—Lo quiero, adoro a Duvan. Sin embargo mi tipo de hombre es totalmente diferente a él—quiero hablar pero soy interrumpida por una voz profunda y conocida.
—Así que a eso se dedican las mujeres mientras están solas. No estaba tan equivocado después de todo— dice mi Jefe entrando a la cafetería
—Es de mala educación escuchar conversaciones ajenas— respondo arqueando una ceja
—Si hablaran un poco más bajo...— sonríe con picardía—Entonces ¿Cuál es tu tipo de hombre, Scarlett? —preguntó poniendo toda su atención en mí
—Altos, musculosos, no del tipo voy al gym 24/7 sino del tipo me preocupo por mi cuerpo, cabello negro, ojos color miel y si es posible con pestañas largas y si no, con que sean de cejas pobladas le van a ella—dice Alejandra sin siquiera dejarme abrir la boca.
Muy oportuna como siempre.
Le doy un puntapié por debajo de la mesa como quien quiere que se calle
—¿Ah, si?— mi jefe responde con demasiado interés
—¡Me voy!—se para abruptamente Alejandra, le doy una mirada voraz que estoy segura que entiende.
Traidora. Me metes en la boca del lobo y sales como cobarde.
Me sonríe tímidamente y se va.
Mi jefe y yo nos quedamos en un silencio casi que palpable
—Muy interesante, demasiado—reflexiona pasándose las manos por su mandibula con una insipiente barba de dos días
—¿El qué?
—El hecho de que me parezco mucho, muchísimo a tu tipo de hombre
—En cuanto al físico, porque como persona...—interrumpe lo que estoy diciendo
¡OFICIALMENTE LE PUEDEN DAR EL PREMIO AL ENTROMETIDO DEL AÑO! Digo para mi.
—¿Tu tipo de persona?
—Vamos a ver, un día eres lo más amistoso, otro el más idiota y luego interesado en lo que busco en un hombre ¿Es normal esos cambios de actitud? Digo, a veces la edad no llega sola...
—Todo lo que hace referencia a ti me importa.—la sinceridad en su voz me descoloca
¿Y ahora, qué carajos le respondo yo?
—Bueno, ¿Quieres saber que busco en un hombre?— respondí armándome de valor—Te lo voy a decir: Que no sea un idiota a la carrera, que tenga claro hacia donde va y que quiere, con buen sentido de humor pero sin ser payaso, que tengan pasiones, que no se raje en decir lo que piensa. Pero sobre todo, que quiera comerse el mundo a mi lado.
Lo veo y parece absorber cada palabra que he dicho, espero una respuesta de su parte pero en eso me quedo, esperando, porque se ha marchado ya hace un rato.
¿Cómo puede tener un comportamiento tan raro? Este no parece el hombre que me invitó a almorzar.
Entierro la cara en mis manos y ahogo un grito en una exhalación, este hombre como mucho es el más frustrante que he conocido.
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Te elegí para SIEMPRE
RomanceScarlett, una joven con tan solo 23 años de edad, ha evitado el amor a toda costa. Sabe que el amor duele, que el amor no es bonito y sobre todo, tiene claro que los "siempre" están sobrevalorados. Tomás Corrigan, el chico que la dejó sin palabras...