Capítulo 48

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¡Agrrrr! A cualquier persona me imaginé encontrarme en el piso de arriba menos a él. ¿Por qué tenía que ser justamente él? ¡Esto debe ser karma! No sé si así se dé el karma, pero es lo más parecido que he experimentado a eso.

Mi vida es definitivamente la más frustrante.

Llevo casi quince minutos caminando de arriba abajo
Bueno, literalmente, por que solo puedo cambiar de posición en medio de la sala de estar. El muy Maldito debe estar disfrutando de esto ¡Y todavía tiene el descaro de enojarse conmigo!

¿Qué busca él con esto? ¿Atormentarme más? ¿No le parece suficiente todo lo que ha hecho? ¿¡No le parece suficiente jugar con mis sentimientos!?

El dolor de cabeza amenaza con avanzar. Tomo unas cuantas respiraciones para tratar de calmarme pero todo es en vano. ¡Él debería estar en Colombia y no aquí jodiéndome la existencia!

El odioso ruido del timbre hace que mis pensamientos queden en stop. Vuelven a timbrar y estoy segura que es mi mamá. Siempre olvida las llaves

—¡YA VOY!—grito para que me alcance a escuchar del otro lado de la puerta.

Camino unos cuantos metros y abro.

—Mamá, deberías...—me callo y fulmino con mi mirada al personaje que está frente a mí—¿Qué quieres?—pregunto cortante.

—¿Puedo pasar? Sé que necesitas respuestas a todas las preguntas que tienes en mente—ruedo mis ojos y me hago a un lado para darle paso.

Una vez cierro la puerta, tomo una profunda Calada de aire y la suelto poco a poco. ¿Cuántas veces he hecho ese mismo procedimiento en menos de una hora? Algo en mi me dice que no va a ser la última.

Llego a la sala de estar dónde se encuentra sentado él y me hago en el mueble que está diagonal a él poniendo la mayor distancia posible entre ambos. Aunque de nada me sirve. Su presencia está en todas partes, siempre ha sido así.

El silencio se hace ensordecedor y los nervios empiezan a apoderarse de mi. Tomo una calada de aire—sí, otra— y la expulso armandome de de valor.

—Entonces, ¿Qué tienes que decirme?—pregunto muy desinteresadamente. Aunque muero por escuchar todo lo que tiene que decirme. Él suspira y puedo notar como el semblante de su cara cambia, lo que me dice que no va a ser nada bonito lo que va a salir de sus labios.

—Scarlett, antes que nada quiero que sepas que cada palabra que te profese fueron más reales que incluso mi existencia.—hace una pausa y continua—mis sentimientos hacia ti nunca han cambiado. Y... supongo que nunca lo harán—su mirada sostiene la mía y puedo notar el brillo en su mirada. Mi corazón se contrae a causa de la sinceridad de sus palabras y mis ojos empiezan a arder, sé lo que significa. Lágrimas se avecinan.

—Sabes que eso no es lo que quiero escuchar Tomás—mi voz salió demasiado débil y quebrada.

—Lo sé, nena, lo sé. Solo quiero que lo tengas presente—su semblante decae mientras se pasa las manos por su cabello—Yo estuve en ese accidente, yo iba conduciendo el auto que chocó con él de tu hermana—alza su mirada y puedo ver el dolor que hay en ella—Mi madre murió en mis manos... Ella dio su vida por mi. Mi odio fue mayor que mi razón y eso me llevó a hacer lo que hice.—de un momento a otro la rabia se apodera de mi y lo corto

—¿¡Y QUÉ SACASTE CON ESO CORRIGAN!?—grito fuera de mi—¿NO SACIASTE TU MALDITA HAMBRE DE VENGANZA Y LA VIENES A PAGAR CONMIGO? ¡ERES CONSIENTE DE LO MALDITAMENTE EGOÍSTA QUE ERES!—las lágrima ruedan por mis mejillas como cascadas.

—Scarlett, escúchame por favor—suplica desesperado

—Habla—mi voz salio mas cortante pero aún temblorosa

—Yo no sabía que tú eras la hermana de ella. Te lo juro, no estaba en mis planes hacerte daño.—la sinceridad que desbordan sus palabras duelen

—Corrigan, tú lo jodiste. Me jodiste ¿No te das cuenta? ¿Tan poca vergüenza tienes que le hablas a mis padres como si nada?—hablo en medio de sollozos

—Ellos ya lo saben, ellos...ellos me perdonaron.

—¿¡Qué!?

—Yo hablé con ellos antes de venir aquí. Sé que no merezco esto nena, sé que ni siquiera merezco verte a los ojos, pero perdóname. Perdoname por favor—un par de lágrimas se escapan de sus bellos ojos color miel.

¿Qué harías tú en estos momentos Jess?

¿Estoy preparada para perdonar?
Sus palabras son tan sinceras que me confunden.

—Por favor...—se levanta de su sitio y se arrodilla a mi lado tomando mis manos que de encuentran en mi regazo y su simple toque hace que todo mi cuerpo se estremezca—Este soy yo Scarlett, tómame o déjame, pero ten por seguro que si me permites demostrarte cuan sinceros son mis sentimientos y te juro que no te vas a arrepentir. Y si decides sacarme de tu vida, prometo no volver a toparme contigo.—se ve tan vulnerable, yo lo hago vulnerable.

«Tómame o déjame» sus palabras retumban en mi cabeza. ¿Qué sería lo más sensato? Rápidamente mi mente me trae las palabras de Jess: «No dejes que las oportunidades se te escapen de las manos, beba. Esas se presentan una vez en la vida. No dejes que el odio o el rencor lleguen a tu corazón» ¿Eso es lo qué debería hacer? ¿Darle una nueva oportunidad y ser felices?

El sigue paciente esperando por mi respuesta. El brillo en sus ojos y el amor con que ellos me miran me ayudan a tomar una decisión.

—Yo... Yo no sé Tomás, no sé si este preparada.—suspiro—sin embargo, voy a intentarlo, tomo lo que me quieras dar. Solo por favor. A mi manera y despacio.—el brillo en sus ojos aumentan y la sonrisa y el alivio en su rostro es lo que me confirma que he tomado una buena decisión.

—No te merezco, pero soytan malditamente egoísta para dejarte ir nena.—besa los nudillos de mi manoderecha— Te quiero— susurra mirándome a los ojos. Y sus palabras me llenan, sonel refrigerio para mi alma y cuerpo. Mi corazón late tan rápidamente que pareceque volviera a tener vida. Las mariposas en mi estómago amenazan con salir encualquier momento. Sus manos toman mi rostro borrando el rastro delágrimas y sus dedos rozan la comisura de mis labios enviando así una corrientepor todo mi cuerpo. Su rostro se acerca al mío en una lentitud tan desesperanteque me siento en agonía. Su respiración se mezcla con la mía y su narizacaricia la mía. Mis manos envuelven su cuello sus labios rozan los míos y comosi el universo conspirara en contra nuestra el horrible sonido del timbre haceque nos separemos abruptamente.

Te elegí para SIEMPREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora