Capítulo 15

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Había esperado tanto a que llegara el sábado que los días se me habían hecho eternos a la vez que veloces. Irónico lo sé, pero hermosa ironía.

Y llegó el día. Me levante con la sensación de miedo y ansiedad por no saber dónde y cómo empezaría la cita. Tanto que recordé las palabras de Paola "No te pongas nerviosa, cada que lo haces desconectas y que tal el tipo te pida matrimonio y tú por allá en Júpiter" y es que es cierto. Estoy tan acostumbrada a desconectar en cualquier parte, no importa si estoy rodeada de millones de personas, siempre encuentro el momento de desconectar que ni yo misma lo noto.

Al fin me levanto de la cama y abro las ventanas. El cielo me sonríe con una hermosa mañana soleada.

—Este es el día que ha hecho el Señor. Me gozaré y me alegraré en el. O como sea. Solo tú entiendes a lo que me refiero Papá.

Tomás

Salí a trotar esta mañana para despejar mi mente un poco, pero mi mañana se alargó hasta la tarde.

Hoy es el gran día.

Quiero que todo salga tan perfecto que no he hecho otra cosa más que pensar en ella, ese es el problema cuando te interesa alguien, el nada se convierte en un todo y TODO se convierte en esa persona, mi todo últimamente es ella.

Llego a mi apartamento y son casi las tres de la tarde. Dejo mis deportivas en la entrada y me apresuro a tomar una ducha, voy desvistiéndome de camino dejando mi ropa a su paso que para el momento en que llego al baño estoy solo en boxers. Entro y el agua fría poco a poco va quitando el sudor de mi piel. Sin embargo no me la quita a ella de mis pensamientos.

No puedo más.

Doy por terminada mi ducha y envuelvo una toalla al rededor de mi cintura, tengo que oír su voz.

Scarlett

Estoy aplicando barniz a mis uñas cuando perfect strangers suena en mi celular, una llamada. ¿Por qué cuando una mujer está en su momento de paz rezando a todos dioses para que su barniz no se estropeé ocurre algo como eso? Me levanto de mi cómodo sofá y tomo el teléfono que está en la mesa de centro haciendo maniobras para contestar cuando veo de quién se trata. Mi corazón se paraliza, veo la hora y son más de las tres de la tarde

Va a cancelar la cita, me susurra mi conciencia

No, no seas pesimista, quizá quiera otra cosa. Las personas normales llaman a cualquier hora pasa saber como uno esta ¿verdad?

—¿Hola?—respondo con la voz mas temblorosa y nerviosa de lo imaginé

Cuando te vi sentí algo raro por dentro
una mezcla de miedo con locura
y tu mirada me juro que si te pierdo habré perdido la mas grande fortuna
no se nada de tu historia ni de tu filosofía
hoy te escribo sin pensar y sin ortografía
para aprender a quererte
voy a estudiar como se cumplen tus sueños
voy a leerte siempre muy lentamente
quiero entenderte
para enseñarte a extrañarme
voy a escribirte mi canción mas honesta
darte una vida con mas sumas que restas
si tu me dejas no habrá preguntas solo respuestas

Termina de cantar y en mi cara se instala una sonrisa.

¡Tiene una voz tan hermosa!

¿Cómo me permití pensar qué me iba a cancelar?

—Eso fue... Fantástico.

—Más sonrisas que enojos y de ahora en adelante y como dice la canción: no habrán preguntas solo respuestas si tú me dejas.

—¿Fue eso una declaración de amor?

—Ese fue mi corazón latiendo por ti.


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