Capítulo 30

2.1K 130 1
                                    

                                                                            PARTE 2

Siete meses después

Amo la sensación de tranquilidad que me proporciona este lugar, todo es tan callado a excepción del canto de las aves y el sonido del río que hay a mi lado, de fondo se escucha una canción que para desgracia mía no reconozco y creo que hasta mi nombre también escucho, todo poco a poco va a desapareciendo cuando siento un par de cachetadas en la cara.

¡Genial! Estaba soñando, ya decía yo que tanta dicha no puede ser cierta.

—Tía levántate que se te ha hecho tarde

—¡Agrr! ¿Es qué tú no puedes ver un pobre bien acomodado, Luce? ¡Deja dormir! —vuelvo a cerrar mis ojos para revivir mi tan relajante sueño.

—Mira colombianita, por el bien tuyo es mejor que te levantes de esa mísera cama si no queréis quedar sin empleo antes que pongáis un solo pie en COLINS INTERNA....

No tuvo que decir más, el sueño podía esperar.

—Ya, ya , ya, estoy despierta. Sal de mi habitación para que me pueda arreglar.

Luce, quién en medio de la risa sale de mi habitación no sin antes mostrarme el dedo del medio.

Españoleta hija de nadie

Me apresuro a bañarme y vestirme en tiempo récord, quince minutos después de que Luce hubiera salido de mi habitación la escuchaba dar gritos desde nuestra cocina.

Mira que puede ser estresante la tipa esa .

—Scarlett ahí te dejé sumo de naranja con tortillas.

Puedes ser todo lo estresante que quieras siempre que me alimentes

—Voy mamá—grito como hizo ella instantes Antes.

Me dirijo a la isla de la cocina y efectivamente tengo servido mi desayuno. Como lo más rápido posible y lloriqueo mentalmente por el tiempo que desperdiciaré trabajando en vez de estar leyendo o viendo cualquier tutorial en YouTube. Pero es que vamos, más de medio año sin trabajar hace que uno le coja pereza al ritmo. Eso hay que admitirlo.

—¿Estás lista?

—Mas que lista.

Me pongo rápidamente de pie tomo mi bolso y con eso salimos del complejo de apartamentos.

La verdad es que aún no me he acostumbrado a lo bella que es España. Extraño mi país, sí. ¿Pero quien no va a estar feliz en este lugar? Yo lloro hasta helado de ser posible si alguien dice lo contrario.

Diez minutos después Luce me deja frente al edificio más asquerosamente ostentoso y sofisticado de COLINS INTERNACIONAL mientras va a aparcar. No sabía que el nervio me había enterado hasta estar aquí parada frente al lugar del cual iba a ser mi segundo paradero luego de mi casa, obvio.

Al poco tiempo la españoleta me toma del brazo y me entramos al susodicho edificio no sin antes mostrar nuestras identificaciones que dicen que trabajamos aquí, el vigilante es todo un hombronon moreno de ojos oscuros pero de semblante indescifrable.

Luce me dice que la oficina de mi jefe queda en la planta catorce y que me presente con Claudia la secretaria del vicepresidente que ella me guía hasta mi oficina de trabajo. Asiento a todo lo que me dice mientras ella se dirige al departamento de contabilidad.

Parezco toda una modelo de belleza saludando a todo el que entra al ascensor, al llegar a la planta catorce tomo varias respiraciones y salgo antes que me arrepienta de esto. Cuando me percato del lugar donde estoy no puedo no evitar abrir la boca con asombro. Todo es tan sofisticado y elegante que siento que si respiro puedo dañar el ambiente de este lugar

Exagerada.

La edificación es tan moderna en tono blanco para las paredes y muebles en negro y gris, a mi lado se encuentra la que supongo yo es la secretaria Claudia quién tiene una enorme sonrisa, me acerco a ella y me presento.

—Hola, soy Scarlett Williams, la nueva secretaria del señor....

—Sé quién eres— me corta aunque muy formalmente— y supongo que tú también sabes quién soy yo—me guiña y yo asiento, la chica tiene un acento que no logro reconocer—bien, me alegro que hayas llegado temprano, sígueme y te muestro la que será tu nueva oficina.

Sale muy eficiente de su lugar de trabajo y me hace seña de que la siga.

Abre una puerta no a mucha distancia de dónde se encuentra ella y me pide que pase. Lo hago, como no

—Bueno como puedes ver esta será tu oficina y la que ves allá-señala al fondo— es la oficina del señor Colins quién no debe tardar en llegar, si necesitas algo no dudes en buscarme ¿De acuerdo?

—Gracias—le digo, y ella sale sonriente de mi oficina.

Me encanta, me encanta mucho.

Nunca había tenido mi propia oficina por lo que pego unos saltos en el lugar donde estoy como toda mujer madura que soy.

Veo nuevamente a mi alrededor y no me lo creo aún, todo es tan blanco que hasta da miedo, mi escritorio es en tono gris-como no- y hay un par de muebles que adornan perfectamente mi oficina. Me siento en la silla detrás de mi escritorio prendo la computadora y el azote de la puerta hace que brinque del susto.

Un tipo de lo más apuesto o como dirían mis amigas, buenorro, entra con cara de pocos amigos pero sin restarle lo sexy y afloja bragas de su porte y lo terriblemente violable que está.

—Necesito que en diez minutos estés en mi oficina— dice claramente enfado y sin siquiera mirarme

Vaya día que me espera hoy.

Vaya jefe tan malditamente bueno y enojón me tocó.

Te elegí para SIEMPREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora