capítulo 9

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Lauren SE miraba a través de los cristales oscuros del salón cómo se ponía el sol. Después de que Mila lo rompiera, tardaron unas horas en mandar a alguien a que lo arreglará. Sobre todo porque el sistema de las ventanas era especial y las traían bajo pedido. Menos mal que era un vanirio quién las diseñaba. Con las manos en los bolsillos y su ancha espalda cubriendo casi todo el ventanal, pensaba en Mila. Vestido con unos Dockers negros, zapatos de punta cuadrada de piel desgastada blanca y camisa blanca abierta hasta el pecho y remangada sobre los duros antebrazos, estaba dispuesto a matar a más de una de un infarto.Pero élla sólo pensaba en una mujer. Su piel, sus manos, sus dedos olían a ella y ansiaba verla. Hoy volvería a buscarla. Nunca antes había maldecido su imposibilidad de salir al sol hasta que vio cómo ella salía corriendo a través de la ventana que daba al jardín. Mila.¿Estaría bien? ¿Con quién estaba? Y lo más importante ¿qué le estaba pasando? Cuando la noche anterior se comunicó con ella, parecía sufrir, sufrir de verdad, pero su mente estaba descontrolándose y élla sólo veía destellos de energía. Necesitaba verla otra vez.Desde que le había hecho el amor... No. Meneó la cabeza. Eso no era hacer el amor. No con una chica inocente en su primera vez. Pero todo fue confuso con ella desde el principio. ¿Quién se iba a imaginar que ella no tenía nada que ver con las actividades de simon?¿Y quién se podía imaginar que ella era virgen? Madre mía, si verla caminar, era casi pecado. ¿Por qué nadie la había tocado antes? Tenía que hacerle tantas preguntas... Dejó de pensar en el mismo momento en que notó la energía de Mila cerca de donde él estaba.Wesley, drew y taylor lo llamaron a gritos.—lauren—aparecieron gritando por la puerta que se comunicaba con los subterráneos. Menw respiraba agitado. —Perros.—Los noto —dijo lauren mientras salía por la puerta que daba al jardín. Ya había oscurecido, vía libre. Olía a los berserkers entrar en su territorio y no le gustaba nada.Pero también sentía a Mila. Sus olores se mezclaban, pero el suyo, el de Mila, era inconfundible y todavía más potente que antes. Lo iba a volver loco. ¿Y si la habían cogido porque ella olía a vanirio? ¿Y si la habían torturado o dañado de algún modo?—Coge el coche, Lauren. A veces los ciudadanos nos ven sobrevolar la zona y es difícil desmentirlo diciendo que sólo son cuervos —sugirió Daanna. —Vuela cuando sea necesario, no ahora.Lauren agradeció el consejo de su hermana, nerviosa como estaba podría haber volado en plena exhibición de globos y le hubiera dado igual si le hubieran visto. Así que cogió su Cayenne negro y los invitó a que montaran. Apretó el embrague, puso primera y salió de allí derrapando. —¿A qué han venido? —preguntó wesley crujiéndose los huesos de los nudillos. —No lo sé —contestó Lauren. —Percibo a Mila cerca, ro no puedo entrar en contacto con ella. Mila, déjame ayudarte ahora. ¿Dónde estás?Se sentía tan impotente rpeespecto a ella. Nadie había escapado de su control, de su poder mental. ¿Por qué diablos ella no respondía?

Almas gemelas (camren G!p adaptacion)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora