—No te cierres —susurró ella aplastándose contra su cuerpo y enredando su otra mano en la melena de ella. Se puso de puntillas y la besó, introduciéndole la lengua de una manera agresiva.
Lauren se encontró con que no podía resistirse a ella. Era un torbellino. Camila estaba dentro de ella, hurgando en sus recuerdos, en sus sentimientos. Estaba en su nariz, su olor lo enloquecía y su contacto era apabullante.
Camila seguía masajeando toda la largura de lauren , pero no disfrutaba del contacto, ella iba a lo que iba. Encontró una puerta mental cerrada y la empujó, pero ella se resistía. —Detente, cariño... —le pidió ella.
—Déjame, lauren . Quiero verlo —gruñó furiosa y le mordió el labio mientras movía la mano sobre su verga más rápidamente.
Lauren cerró los ojos e intentó echar la cabeza hacia atrás para gemir de placer, pero camila la amarraba del pelo para exigirle obediencia.
—Deja de resistirte, por favor... —rogó ella soltándole los labios teñidos con dos puntitos de sangre que ella le había hecho.
—Estás jugando duro —dijo lauren excitado por la pequeña batalla de voluntades.
A camila le entraron ganas de gritar al ver cómo lauren se atrincheraba para ella. Aquello no era confianza y en ese momento ella no quería su protección, sólo quería que ella le mostrara la verdad.
La puerta mental estaba ahí. Si ella la derribaba ella no podría hacer nada, así que sin pensárselo dos veces la agarró de los testículos y los apretó. Lauren estaba vulnerable, entregada a los mimos de camila , pero en cuanto ella la agarró de ese modo ella se puso en tensión y abrió los ojos para mirarla sorprendida.
Entonces ella, pidiéndole disculpas con la mirada, hundió los dientes en su cuello y finalmente lauren quedó derrotada y todo, absolutamente todo, se abrió para ella.
Lo vio todo. A su madre tirada en una mesa metálica, llorando, gritando el nombre de alex , mientras otros la hacían sangrar con todo tipo de instrumentos. Vio a alex, gritando y golpeándose contra las paredes metálicas, con los ojos enrojecidos de dolor por la necesidad de proteger a su cáraid.
Separados, cada uno en una sala contigua, oyendo los gritos y los sollozos del otro, sin poder protegerse, sin poder darse calor.
Su madre muerta. Su padre enloquecido. Y finalmente...
Camila desclavó los colmillos y tragó con fuerza y con la mirada perdida. No notó que lauren agarraba su muñeca y la apretaba para que lo soltara. Lauren tenía los ojos brillantes enrojecidos también por el dolor.
Camila miró su mano que apretaba a lauren con tanta fuerza que tenía los nudillos blancos. Blancos por la tensión y por el sufrimiento del que ella había sido presente, a pesar de haber escuchado las advertencias de lauren. De repente tuvo ganas de vomitar, no sólo por lo que había visto, sino por lo que le había hecho a ella para que finalmente cediera.
—lauren , yo... —no parpadeaba, le temblaban los labios y las lágrimas caían con fuerza por sus mejillas. Estaba horrorizada, ella no era así.
—¿Ya has visto lo que querías? —lauren le retiró la mano y siseó al notar cómo sus testículos luchaban por recuperar la normalidad. —Sí —contestó ella arrepentida.
—Espero que te sientas mejor... —susurró sumergiéndose en el agua. Lauren era don cabreo.
La había excitado para derribar sus murallas y luego, cuando más entregada estaba, la había lastimado.
Camila vio cómo lauren salía a la superficie con la musculosa espalda más recta de lo normal e intentando simular una normalidad que no existía. Cogió el jabón de frutas y se llenó las manos de él, pero en vez de aplicárselo élla misma, se giró y encaró a camila. —Ven —le ordenó. —Quiero lavarte. —¿Qué? —Que vengas. Camila dio dos pasos titubeantes y se puso delante de élla. El cuerpo de ella temblaba todavía por la impresión de lo que había visto y las lágrimas no dejaban de resbalar por sus mejillas. Y, además, se sentía fatal por haberle hecho daño a lauren . Ésa había sido una parte mezquina de sí misma.
—¿Cómo te encuentras? —lauren apretó tanto la mandíbula que tarde o temprano iban a saltarle los dientes.
—Mal —ella apartó la mirada de sus ojos verdes y furiosos. Lauren explotó.
—¿Por qué crees que no quería enseñarte nada? ¿Eh? Responde... —Yo...
—Mírate... ¿Crees que me gusta verte así?
Camila sacudió la cabeza en un gesto que indicaba negación. Sólo quería llorar y que ella la consolara.
Lauren la cogió de los hombros siguiendo sus instintos, ya que no podía leer su mente si ella no le dejaba, y entonces la abrazó sin dejar partes de su cuerpo sin contacto con ella. Le acarició la espalda con las manos enjabonadas y procedió a masajearla mientras élla misma se reprochaba su mal humor.
Camila hundió la cara en su hombro y empezó a sollozar de un modo hiriente y desgarrador. Las caricias de lauren le daban consuelo.
—Chist... Tranquila, pequeña. Ya está —la mecía como a una niña. —No quería chillarte.
—Está bien, lauren . Me lo merezco... pe... pero necesitaba saber... —cogió aire entrecortadamente. —No hacía falta eso. —Cla... claro que sí. Eran mis pa... padres —ella le rodeó la cintura con los brazos y lo abrazó. — Es horrible. ¿Cómo son capaces de hacer algo así?
—El mal adopta muchas formas, camila . Tú sólo has visto una de ellas.
—Los mataron. Los torturaron. No les dieron clemencia... —su voz estaba teñida de ira. —Lo sé, pequeña —apoyó la barbilla sobre su cabeza y le acarició el pelo. —Quiero que vayamos a ver a Austin . —Iremos hoy mismo.
—Quiero verlo ahora —exigió sin apartarse de su cuerpo.
—Nos encargaremos de Austin juntos —se apartó de ella y le alzó la barbilla para limpiarle las lágrimas con los pulgares. —Tú y yo. Nos iremos de aquí a un rato. Ahora relájate y déjame acariciarte.
Camila sintió cómo la mirada de lauren la llenaba de calor. Con ella estaba segura y protegida. Algo en el interior de su pecho se expandió al darse cuenta de que entre sus brazos conseguía la calidez de un hogar que nunca había tenido.
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Almas gemelas (camren G!p adaptacion)
FanfictionDel amor al odio no hay más que un mordisco... Lauren, es una mujer atormentada. Una Vaniria intersexual, un ser inmortal creado por los Dioses Escandinavos para proteger a los humanos de aquellos que no han sabido resistirse a la sangre y al poder...