Almas gemelas (camren G!p adaptacion)

capítulo 100

-¿Me das comida de tu propia mano y me dices que me comporte? Eso es muy erótico, pequeña.
-Basta, no seas absurda. A ti te parecería erótico hasta ver cagar a un cerdo.
Lauren soltó una carcajada. Una de las auténticas, de ésas que nacen en el estómago y te hacen cosquillas en la garganta. Fue una risa sincera que sorprendió a su hermana y a sus amigos y a ellos también les hizo sonreír y mirar a camila complacidos, aprobando a la joven cáraid de lauren .
-Pues sí -dijo dinah alzando las cejas y mirando a su amiga con aprobación. -Sí que estás bien.
-Entonces... ¿Habéis dormido bien? ¿No te duele nada, lauren ? -preguntó wes cruzándose de brazos y sonriéndoles. -Ayer estabas bastante indispuesta. Camila lo miró echando fuego por los ojos.
-Muy bien, wes -contestó lauren repasando a camila con ojos hambrientos. -Ya no me duele nada.
-¿Qué le dolía, señora? -preguntó María untando los gofres de chocolate.
Taylor se aclaró la garganta al ver las marcas de los incisivos, ligeras, pero marcas al fin y al cabo, en sus cuellos. Aquella conversación se estaba saliendo del tiesto.
-Los huevos -comentó Drew haciendo que todos se partieran de la risa. -¿Perdón? -dijo María agrandando los ojos de una manera no demasiado inocente. -Huevos -corrigió él. -¿Podría hacerme unos huevos fritos, también? -Claro -contestó María achicando los ojos. -Señorita Taylor , ¿me acercas los huevos de drew?
Aquel comentario tomó a todos desprevenidos y de repente estallaron a carcajadas. No se podían aguantar.
Taylor lo miró de reojo de un modo desafiante. Cogió dos huevos de encima de la mesa y ella misma se encargó de partirlos y echarlos a la sartén.
-Dos huevos, muy hechos. Tostaditos a poder ser -sugirió Taylor .
-Chaval... -susurró wes limpiándose las lágrimas de tanto reírse. -Qué crudo lo tienes. María se fue de la cocina y los dejó solos.
Drew no contestó. Sus ojos estaban clavados en taylor . En su manera de moverse, en ese porte elegante y sexy que la hacía parecer inaccesible.
Dinah miró a drew y a Taylor con ojos de alcahueta. Luego sonrió al ver a camila , tan cómoda y a gusto con la cercanía de lauren . Y finalmente tuvo que girarse a mirar a los dos berserkers. Noah era todo porte. Adam, el que tenía al lado, parecía ocupar todo el espacio y el aire de alrededor.
Adam la miró. No la sonrió, no le hizo ningún gesto para que se sintiera cómoda. Simplemente la miró cómo si no hubiese nadie más en la cocina, sus ojos de obsidiana eran todo un espectáculo.
-Bueno -Noah se apartó del respaldo de la puerta, -ya veo que estás bien, camila . Me alegro.
Camila se sonrojó pero no lo suficiente para apartar la mirada.
-Gracias. ¿A eso habéis venido todos? -preguntó mientras cortaba otro trozo de mango y se lo metía en la boca. -¿A ver si sigo viva?
-Antes de contestar -dijo Adam, -¿hasta qué punto ellos pueden escuchar? -señaló a dinah y a harry.
-¿Perdona? -dijo dinah girándose hacia él con los ojos de color ámbar refulgiendo de incredulidad. -¿Crees que no me acuerdo de lo que pasó la otra noche? ¿Te enseño las marcas que me dejaron en el estómago? -irritada se levantó la camiseta negra que llevaba y les enseñó a todos una fantástica porción de su estómago plano y del diamante que tenía en el ombligo. Las marcas ya casi habían desaparecido. -Sé muy bien de lo que vais a hablar aquí así que no me intentes apartar.
Adam gruñó extrañamente y se cernió sobre ella para encubrirla ante los ojos de los demás. Eso la obligó a retroceder.
-Y yo sé muy bien lo que te pasó. Cúbrete -contestó con un tono frío. -Yo estaba allí. Todos estábamos allí. Es sólo que... -no le salían las palabras y se giró para hablar con Aileen. -Son humanos.
-Premio para el niño -soltó harry. -Relájate, no es para tanto. -Hola, estoy aquí -dijo dinah ofendida al sentirse ignorada.
-No está bien que ellos sepan nada de esto. Nunca ha sido así -continuó el berserker. -Demasiado tarde -murmuró dinah. -Ya lo sabemos todo.
-Es peligroso que ellos -siguió Adam sin hacerle caso- sepan de nuestra existencia. Nos pondrán en peligro.
-Oye, guapo -dijo dinah encarándolo, -¿crees que estamos tan locos de airear lo que vimos? Mi amiga es una medio mujer lobo con colmillos. ¿Crees que la pondría en peligro? No soy tan tonta como para revelar nada de esto.
-Me fío de mis amigos, Adam -dijo camila caminando hacia ellos. -Jamás dirán nada. -¿Estás segura? -preguntó él mirando a dinah de un modo que a la chica no le gustó nada. - Ésta es distinta. La puedo oler.
-No te pases -advirtió harry señalándolo con el dedo.
-¿Que me puedes oler? -repitió ella poniéndose a un centímetro de su apuesta cara. Era guapo. Muy guapo. -Chucho, cuidado con lo que dices, no me gusta cómo me hablas. -¿Qué me has llamado? -dijo él divertido ante el atrevimiento de dinah. -Chucho.
-Parad ya los dos -ordenó camila sorprendida ante la actitud de Adam y Dinah. -Mis amigos se quedan, Adam. No los voy a echar de mi vida.
-Sí, me quedo. Digo, nos quedamos -dinah miró a harry. -Nos hemos pasado la noche hablando de lo que hemos vivido aquí. Queremos ayudaros en vuestra misión de ahuyentar a los vampiros y a los lobeznos.
-Tú no puedes ahuyentar a nadie. Eres un imán para los problemas, bonita -la cortó Adam. Dinah lo miró extrañada, sin entender muy bien a qué venía esa actitud agresiva hacia ella. -¿Qué pasa contigo? ¿Hoy no te han dado tu ración de Royal Canin? Pobrecito -musitó Dinah desafiante. -¿Es que no tiene correa? -miró a Noah enfurecida.
-Claro -contestó Adam atravesándola con las palabras. -¿Quieres unos azotes?
Dinah palideció al oír ese comentario. Miró a Adam como si él supiera cosas de su vida que había intentado enterrar. Como si él la conociera.
-Adam -camila corrió a abrazarla al ver lo lívida que estaba Dinah. Sólo ella conocía los detalles escabrosos de la vida de Dinah y no permitiría que nadie volviera a herirla así. -¿Por qué has dicho eso?
Dinah se apartó de su abrazo. La vulnerabilidad se reflejaba en el temblor de sus labios, pero sus ojos de ámbar almendrados volvieron a desafiarlo.