Cuantas ganas tenía de poderle decir a sus adorados amigos todo lo que le había sucedido. ¿Qué pasaría si les dijese que ella era una mezcla de mujer lobo y vampira? —Sí —susurró. —Le pondré remedio.
Siguieron hablando del tiempo de Londres, de los días que se quedarían sus amigos allí, de su hasta ahora apartado trabajo de pedagogía... todas esas cosas de las que podían hablar tres personas que se conocían desde muy pequeños. Con confianza y animosidad pasaron el día hasta que llegó el atardecer.
Igor los llevaba en coche hasta el The Queen Arms. Camila se había puesto un vestido lila de Moschino, que le llegaba tres dedos por debajo de las nalgas, se le cogía a la nuca y que dejaba sus hombros al descubierto. Harry le había dicho que no tenía claro si era un vestido o una camiseta un tanto larga. Dinah sin embargo la había animado a hacer un pase de modelos en la entrada de la casa. Como calzado, llevaba unos zapatos negros que se cogían a la pantorrilla con tiras de piel de estilo romano y que dejaba que se le vieran los dedos. Se había hecho una manicura francesa, y sus pies tenían el toque femenino necesario para lucir ese tipo de accesorios. Tenían algo de tacón, pero tampoco mucho. Quería ir cómoda, pero también muy sexy. Guerra y caza, había dicho taylor .
Había agarrado una levita negra para la noche. Seguro que refrescaría, como siempre. Inglaterra era así.
El coche los dejó delante de un edificio que abarcaba toda una esquina. La planta baja, tenía estructura de madera verde y estaba decorada con columnas blancas. La parte de arriba, era de ladrillo inglés rojizo y ventanas blancas. Había un letrero que ponía «MITCHELLS AND BUTLERS».
Camila colocó la chaqueta. Las calles estaban abarrotadas de gente joven con ganas de fiesta. Muchos de ellos tomaban las cervezas afuera de los pubs, mientras charlaban animosamente.
Camila pensó que los ingleses parecían mucho más civilizados en su país que cuando pasaban las vacaciones bajo el sol de Barcelona. Entonces sí que se desmadraban.
Taylor salió del pub y los saludó. Camila puso la chaqueta, y agarró su bolso colocándoselo tras la espalda.
—Pasad, estamos dentro —dijo Taylor mirándola con aprobación. —Caramba camila estás impresionante.
—¿Estáis... todos? —preguntó camila abriendo los ojos. —Sí, todos.
La última en entrar fue camila . Los hombres la repasaban de arriba abajo y la vitoreaban. —Atento, lauren —dijo wes cuando vio entrar a la híbrida. Sonrió divertido.
Lauren yacía sentada reclinada contra la pared, bebiendo una cerveza. Cuando vio aparecer a camila , el líquido espumoso se le quedó a medio camino. La joven se había alborotado un poco el pelo, que le enmarcaba de forma graciosa la cara. Sus ojos lilas hacían juego con el vestido. Sus piernas esbeltas, largas, exaltaban su feminidad y hacían desear a un hombre ser rodeado por ellas. El vestido que él mismo le había comprado por Internet era todo un desafío. Apretó la jarra de cerveza y deseó no haberlo encargado nunca. Los hombres se la comían con los ojos y las mujeres la miraban con admiración. Y ella quería zarandearla, recriminarla por provocarlo de aquel modo y luego arrancarle el vestido y sustituirlo por sus propias manos.
Camila ignoró todas las alabanzas que oía a sus espaldas y se dirigió hacia la mesa. Su mirada pasó de lauren a las dos mujeres rubias que tenía sentadas al lado. Dos preciosidades nórdicas, observó irritada. Eran vanirias, si las observabas bien se podían ver sus pequeños colmillos apareciendo por su labio superior, aunque intentaban esconderlos. Lauren estaba relajada, con los dos brazos apoyados sobre los respaldos de las sillas de las chicas. Como una conquistadora.
Camila la miró desafiante, y ella vio como ella levantaba una ceja y le sonreía con frialdad. ¿Qué hacía ella con ellas? Le entraron ganas de marcar el territorio, golpear a las rubias hasta hacer una versión femenina del hombre elefante y luego cortarle las pelotas a lauren . ¿De dónde salía toda esa furia corrosiva? Tenía que controlarse.
—Menos mal que hemos llegado —dijo dinah irritada mirando hacia atrás. —Hay una jauría humana que quiere tirarse encima de camila .
Camila a lauren la sintió incómoda y molesta por ese comentario.
¿Por qué reaccionaba así? Por lo visto a ella le gustaban las rubias, meditó rabiosa y decepcionada. Sintió los dardos de unos celos irracionales que le atravesaban el estómago. —Perdona, bonita —dijo un chico tras ella.
Camila se giró, mirando todavía de reojo a Lauren y cuando vio al chico que se le había acercado, agrandó los ojos con sorpresa y sonrió ampliamente. —¿bob?
El chico le devolvió la sonrisa y le dio un beso en la mejilla. Camila momento se tensó. Bob estaba ligeramente achispado y a ella no le gustaba que otro hombre se le acercara tanto. Con todos sus sentidos desarrollados, supo al momento que Bob no la veía sólo como una amiga. —¿Qué haces aquí? —le preguntó ella.
—He salido a tomar unas copas con mis... amigos. ¿Y tú?
—Eh... como ves, al final encontré a mis amigos en Wolverhampton. Hemos sal... Acercándose a ella más de la cuenta, se inclinó para hablarle al oído y cortarla. —No me has llamado —le recriminó simulando enfado. —Supongo que perdiste mi papel con el número de teléfono.
Camila recordó que Bob le había dado el teléfono. El papel lo tendría en el tejano que le había prestado taylor y que había entrado directamente a la lavadora. —No me he olvidado de ti. Es que...
Inmediatamente Bob dejó de mirar a camila , para mirar algo unos veinte centímetros por encima de su cabeza, sin duda más alto que él.
Camila se giró y vio a lauren con la mirada oscurecida y la mandíbula pétrea.
—Toma —lauren le entregó cinco dólares a Bob. —El dinero que le prestaste. Al final, no tuvo que utilizarlo. Ahora, ya no te debe nada. Así que apártate de ella y deja de babear. Bob arqueó las cejas, desafiándolo.
Camila la miró de hito en hito. ¿Cómo se atrevía? Lauren , la tomó del codo sin ninguna delicadeza y la invitó a que saliera del pub. Todos los vanirios, lo siguieron. —Más vale que me sueltes, cerda arrogante.
Lauren no la escuchaba. La ignoraba. Una vez en la calle lauren la hizo girar bruscamente y frunció el ceño mirándola de arriba abajo.
Dinah y harry se miraron extrañados. Aquella situación era muy violenta. Sin duda se encontraban en medio de una discusión. Pero no sabían, ni cómo ni por qué se había iniciado.
Camila empezaba a enfurecerse y respiraba agitadamente, el pecho le subía y le bajaba a gran velocidad.
—¿Por qué has hecho eso? Él me ayudó cuando... —intentó zafarse de su mano, —yo no te mencioné nada de Bob. ¿Cómo sabías que...?
—Tu abuelo me lo explicó. Y me importa una mierda, camila Andando —la empujó levemente para que emprendiera la marcha.

ESTÁS LEYENDO
Almas gemelas (camren G!p adaptacion)
FanfictionDel amor al odio no hay más que un mordisco... Lauren, es una mujer atormentada. Una Vaniria intersexual, un ser inmortal creado por los Dioses Escandinavos para proteger a los humanos de aquellos que no han sabido resistirse a la sangre y al poder...