A camila se le cortó la respiración. -¿Qué quieres decir?
-Alguien lo ha mordido y ha hecho un intercambio de sangre con él. -¿Quién? ¿cece? -susurró ella ahogadamente. -Es posible -dijo ella dándole la razón. -¿Estaba élla allí?
-No. Pero esperamos interrogar a Austin para averiguar hasta qué punto cece está involucrada en todo esto. Sé que ella es el responsable de todo. -Lo sé. Pero ¿por qué? O ¿para qué? Hay que averiguarlo. Camila apretó la mandíbula y a lauren se le tensó más el pantalón si cabía. Madre del amor hermoso... Era una diosa llena de carácter y fuerza. Volvió a apretarse contra ella y se frotó descaradamente contra su sexo.
-¿No vas a preguntarme como estoy yo? ¿Tengo que soportar como preguntas por todos menos por mí? -comentó irritada. Camila sintió su frustración. Lo estudió. -Tienes sangre en la cara -observó ella no sin preocupación. -Nosferátum -murmuró élla y se limpió rápidamente y entre maldiciones con el dorso de la mano.
Camila la observó intentando reprimir la excitación sexual que ella activaba en todo su cuerpo. -Estás temblando, vaniria -le dijo en un susurro ronco que no pretendía expresar. -Tengo frío. Dame calor -le pidió ella.
-¿Qué estás haciendo? -dijo ella intentando apartarse y retirando la cara. -He venido a alimentarte -susurró élla contra su oído.
-¿Me has traído... la botellita? -preguntó con ciertas reservas e intentando simular indiferencia.
Lauren hundió los dedos en la pared haciendo profundos boquetes y se enderezó como si le hubiesen dado un latigazo.
-¿Es eso lo que quieres? -contestó sin apartar la cara de su cuello. -Quedamos en que ése sería nuestro modo de beber el uno del otro. -No, camila ... -levantó el rostro y la miró rozando con su nariz la de ella. -Así quedaste tú, yo no di mi aprobación. Si tienes hambre ya sabes dónde tienes que clavar los colmillos -se quitó la camiseta de un solo tirón dejando todo su torso al descubierto y se acercó a ella, aprisionándola con su cuerpo contra la puerta.
Camila empezó a respirar descontroladamente. Su pecho subía y bajaba a destiempo y miraba el pectoral, el cuello y el rostro de lauren como si fuera lo más importante en la vida. -Muérdeme -le ordenó ella.
-No -contestó ella con debilidad. Le costaba el más grande de los sacrificios no acariciarle. -Muérdeme, camila -pasó una de sus fuertes manos alrededor de su nuca y la acercó a ella hasta que su cara se hundió en su pecho. Lauren sabía que ella estaba sintiendo los golpeteos de su propio corazón. ¿Sabría lo mucho que la deseaba? ¿Sabría cuánto la necesitaba o todavía lo vería como una déspota dictadora? Con todo el deseo frenético que sentía en sus venas, antes de hacerle nada, antes de arrancarle ese camisón provocador, esperaba que ella bebiera lo suficiente como para que cicatrizaran sus heridas.
-No -murmuró camila con un gemido, frotando su nariz contra su pecho. Olió su piel, buscando inconscientemente rastro de otras mujeres. No percibió nada, sólo el olor afrutado de lauren . Se regocijó en ello y sintió alivio por la revelación.
-Quiero que me escuches -susurró sobre su cabeza. -Si quieres saber todo lo que he descubierto sobre tus padres, todo lo que ha pasado hoy en el restaurante, sólo tienes que beber de mí.
-Bebí de ti antes y me ocultaste cosas. Ahora también puedes hacerlo.
-camila -murmuró él con los labios acariciándole la coronilla. -No estuvo bien, lo sé -lauren apretó toda su virilidad contra el pubis de camila y ella murmuró algo ininteligible contra su piel. - Nena, ahora estoy muy descontrolada y tienes que recuperarte de tus heridas. Bebe -ordenó sin inflexiones.
Camila tragó saliva con dificultad e intentó zafarse de la mano que la tomaba por la nuca. -No voy a beber -peleó con élla .
Lauren gruñó y se apartó de ella para no tener que violarla contra la pared.
-No lo hagas más difícil -suplicó pasándose las manos por la cabeza y tirándose del pelo desesperado.
-¿Qué diablos quieres ahora? -explotó realmente enfurecida. No la entendía, no entendía a lauren y eso la frustraba. -Yo no soy tu cáraid -levantó la barbilla de modo desafiante y sus ojos lilas se humedecieron y brillaron con la luz de la luna que entraba por las ventanas. -Así que por muchas ganas que tenga de hacerlo, no voy a morderte.
Esa negación rebeló a lauren lo dolida que estaba su pareja con élla por haber puesto en duda su pertenencia y su exclusividad. Élla había querido hacerle ver lo doloroso que era que entre compañeros se negaran el uno al otro. Ahora se reprendía al verla tan vulnerable y tan ofendida. Camila sí era su cáraid y élla se lo haría ver.
-No. No vas a morderme -insinuó élla provocativa. -Te voy a morder yo.
Con estas palabras lauren se cernió sobre ella y la inmovilizó echándole los brazos a la espalda y obligándola a inclinar el cuello.
-No, para -gritó camila desgarrándose la garganta.
A lauren se le helaron todos los sentidos al oír la súplica de camila . Ella permanecía con el cuello echado hacia atrás. Los ojos cerrados no habían logrado encarcelar las lágrimas que ahora se deslizaban por sus mejillas. Lauren se retiró y poco a poco la soltó.
Plan B. Tendría que provocarla. Cogió el puñal del pantalón y se cortó en el cuello. Camila agrandó los ojos al ver la sangre deslizarse hasta su pecho y más abajo, llegando casi al ombligo.
-Bebe... -ella tenía que beber para que todo su cuerpo se resarciera de la paliza que le habían dado y ella entonces pudiera hacerle el amor como realmente deseaba. -Esta mañana me dijiste que no eras mi mujer ¿Tú lo puedes decir y yo no? ¿Es eso, camila ? -le preguntó acercándose a ella con cautela. -Yo sólo me limité a repetir lo que tú decías, cariño.
-¿Te limitaste? -repitió ella con los ojos oscurecidos y perdidos en el hilo de sangre que recorría su pecho. -No, lauren Yo no diría que te limitaras mucho. Esta mañana te has cebado conmigo -recriminó con tono amargo.
-Entonces... ¿No te ha gustado lo que te he dicho? ¿Por qué no? Pensaba que te alegraría oír lo que tú misma afirmabas con tanta seguridad.
Camila alzó la mirada con serias dudas sobre cómo debía actuar. Lauren parecía acorralarla para que ella volviera a humillarse, a entregarse a élla. Para que declarara lo herida que se sentía por lo que élla le había dicho y entonces ella pudiera volverse a reír de su debilidad. Para que confesara la necesidad tan fuerte que sentía hacia élla , de sus ganas de acariciarla, de abrazarla, de besarla y de compartir con élla, sólo con ella, todo lo que tenía.
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Almas gemelas (camren G!p adaptacion)
FanfictionDel amor al odio no hay más que un mordisco... Lauren, es una mujer atormentada. Una Vaniria intersexual, un ser inmortal creado por los Dioses Escandinavos para proteger a los humanos de aquellos que no han sabido resistirse a la sangre y al poder...