—Eres como ellos. Has cambiado. Tus ojos, tus colmillos... ¿Crees que no me había dado cuenta? Eres distinta. Había intentado quitarle hierro al asunto, me intentaba convencer de que no te pasaba nada... Y mira como estoy ahora... Ya no eres mi amiga. No sé lo que eres... Ni siquiera llevo un crucifijo —murmuró con la mirada ida y llevándose la mano al cuello. —Déjame ver tu estómago,dinah. Ayer te hirieron...
—¿Qué quieres ver? —gritó furiosa con los ojos de oro llenos de lágrimas. —Mira... —se alzó la camiseta y mostró los arañazos que aunque estaban sanando, todavía los tenía inflamados. —Esto me lo hicieron tus amigos...
—Lo que te atacó no son amigos míos. Tú, sí. Y harry también —contestó acercándose a ella con sigilo. —lauren te salvó la vida...
—Es un vampiro, maldita sea... Como tú... Como ella... —señaló a Taylor . —Por Dios si hasta tenéis colmillos... Fue una carnicería y actúas como si tal cosa —meneaba la cabeza incrédula. — No, no te acerques a mí —puso las manos para detenerla.
—Ellos son buenos, dinah Protegen a los humanos de lo que te atacó a ti. —No...
—No te haría daño por nada del mundo, dinah —tenía las mejillas húmedas de tanto llorar. Los ojos lilas clamaban por un poco de comprensión de su amiga.
—No quiero que me toques, por favor —le escupió. —Creo que estoy trastornada... —cerró los ojos y se apretó la cabeza con las dos manos.
Camila se obligó a sí misma a relajarse. No podría soportar que las dos únicas personas que quería se alejaran de ella. Era demasiado doloroso. Ya había tenido suficiente con el rechazo de lauren
—dinah... —dijo en voz baja. —Es verdad. Tendría que haber sido sincera con vosotros... —camila ... —dijo taylor advirtiéndole del peligro que había en revelar su naturaleza— no deberías.
—Por supuesto que debo —contestó ella con un gruñido.
Dinah tragó saliva y dejó que los brazos cayeran a cada lado de su cuerpo. —¿Qué es verdad? —preguntó mirándola de hito en hito. —Yo... ya no soy... como tú —agachó la mirada avergonzada. —¿Por qué? —exigió saber sin delicadeza. —¿Qué coño eres, camila ? ¿Me vas a morder? ¿Quieren matarme? —miró a Taylor , que se tensó al oír las palabras.
—Si quisieran matarte, ya estarías muerta. Pero te aseguro que antes tendrían que pasar por encima de mí para llegar a tocarte. Te lo juro.
Aquellas palabras eran muy obvias. Dinah relajó los hombros y por primera vez dejó que la imagen de su amiga del alma, volviera a construirse ante sus ojos. Su pelo largo y brillante caía sobre un hombro. Sus nuevos ojos lilas no la miraban, sino que miraban al suelo. Sus pestañas negras estaban húmedas de las lágrimas y encima sorbía la nariz como una niña pequeña a la que le habían quitado el mejor de sus juguetes. Era mila. No llevaba capa negra, ni tenía los ojos blancos, ni le chorreaba sangre de la boca. Su cuerpo era el mismo, su voz también, y su mirada, aunque no era azul, seguía transmitiendo cariño y bondad a raudales. Cariño por ella.
Dinah se echó a llorar. Era mila, pero ya no era la misma. Estaba preocupada por ella. Se alejaba de su vida unos días y cuando volvían a verse estaba convertida en una ninfa de ojos lilas con colmillos.
Camila levantó la cabeza al darse cuenta que los gemidos no venían de ella, sino de dinah Dio dos pasos hacia delante y la rodeó con los brazos, echándose a llorar también.
—dinah , por favor... no te haría daño nunca. No llores. Yo te quiero. Por favor, no me dejes de lado. Por favor.
Dinah se agarró a ella y correspondió al abrazo. —¿Qué te ha pasado, mila? ¿Qué está sucediendo? —Es una historia muy larga...
—Me importa un comino. Cuéntamelo todo ahora mismo —susurró contra su hombro. Dinah era un poco más bajita que camila .
Camila asintió y, mientras la guiaba a la cama y se sentaban juntas, sintió como una losa de cientos de kilos liberaba parte del dolor de su espalda.
—Y entonces, taylor me ha dicho que no reaccionabas a sus coacciones mentales. Me he asustado y he venido corriendo. No sabía lo que pensabas de mí y sabía que estabas aterrada.
Después de haber escuchado durante una hora larga y tendida las explicaciones de camila , dinah asentía como una niña obediente y jugaba con el borde de su camiseta. Camila se lo había explicado todo, hasta los detalles más morbosos y más vergonzosos. Todo.
—¿Qué opinas de lo que te he contado? —preguntó camila temerosa de la respuesta.
Dinah la miró y sus ojos sonrieron. Observó su cara, sus labios, su barbilla, su pelo negro azabache... Sí, sin lugar a dudas seguía siendo su mejor amiga. Apoyó su cabeza sobre las piernas de camila y se quedó estirada sobre ellas durante un largo rato, sin decir nada.
Camila alzó la mano y le acarició el pelo, como siempre solían hacer cuando estaban a solas y se contaban sus secretos más íntimos.
—Lo siento, camila —murmuró dinah contra sus muslos.
La mano de camila se detuvo sobre su cara y le apartó un mechón de pelo rizado de un caoba precioso que había caído sobre sus ojos. Dinah era una chica muy sexy, pero no era su belleza lo mejor de ella sino su corazón tan puro y compasivo.
Camila agradecía al cielo tener una amiga como dinah . Era fuerte y pizpireta, llena de humor y de alegría.
—¿Qué tú lo sientes? —repitió camila emocionada. —Yo lo siento por haberte ocultado todo. —No, camila —la cortó ella. —Yo lo siento por ti. Te han pasado muchas cosas estos días y has estado sola. Siento no haber estado a tu lado —se lamentó dándole un beso en la rodilla. —No digas eso, dinah . No lo sabías.
—Igualmente, lo siento, cariño. Siento no haber sido yo la que te reconfortara.
—Lo haces ahora al no rechazarme. Esto significa más para mí que cualquier otra cosa que me hayas podido dar con anterioridad. Tú y harry sois mi familia.
Dinah se incorporó, la miró y le tomó la cara con ambas manos. Suspiró. —¿Quieres morderme? —preguntó la chica divertida. —No... —contestó camila sin alejarse de sus manos. —Tú, no me gustas —sonrió.
—Puedes salir a la luz del sol, puedes comer lo que yo, sigues teniendo un gusto exquisito por la ropa y además eres guapa, rica e inmortal. Transfórmame aquí mismo, por Dios —dijo teatrera. —Para dinah —se echó a reír.
—Lo de los colmillos tiene solución —continuó Dinah murmurando para sí misma. —Los limas y punto. Pero bien mirado, son supersexys —alzó las cejas repetidamente. —¿Lo dices en serio lo de transformarte?
—Depende ¿me crecerá un rabo y pelos en las piernas? —Dinah... —le recriminó camila sin aguantarse la risa.
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Almas gemelas (camren G!p adaptacion)
FanfictionDel amor al odio no hay más que un mordisco... Lauren, es una mujer atormentada. Una Vaniria intersexual, un ser inmortal creado por los Dioses Escandinavos para proteger a los humanos de aquellos que no han sabido resistirse a la sangre y al poder...