capítulo 12

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Lauren sintió cómo si un puñal le atravesara el esternón. Mila estaba allí realmente. Quería verificarlo con sus propios ojos.
—Mila.... —gritó. —¿Estás bien? Déjame verte —ordenó sin flexión. —Ahora. Noah chasqueó la lengua y ladeó la cabeza. —No te atrevas a darle órdenes, colmillos. —Noah —As alzó la mano para detenerle antes de que el berserker se abalanzara sobre élla. —No... —exclamó Camila.
Lauren se quedó paralizada al oír su voz.
Una pierna bronceada salió de entre los berserkers, luego otra. Piernas largas y moldeadas con botas de... tacón. Eso no era bueno. Lauren siguió ascendiendo con la mirada y vio el pantalón negro, la camiseta rosa con cuello de pico y un escote criminal y el pelo azabache que caía sobre sus hombros hasta media espalda. Camila, que todavía tenía la vista inclinada hacia abajo, alzó el mentón con orgullo y miró a Lauren.
La ojeó sin ningún tipo de vergüenza. No supo cómo reaccionar. Lauren , vestida tal y como estaba, recordaba más a un modelo de las pasarelas de Milán que a un salvaje depredador.
Lauren  casi se cae de rodillas cuando ella la miró a la cara. Sus ojos eran hechizantes, del color de los de su amigo Alejandro  Violeta claro. Ya no tenía la cara magullada, sino que estaba perfecta. Impresionante. Y esos labios dibujaban una media sonrisa de satisfacción ante lo que veía. La veía a élla a sus pies. Mila había hecho una conversión, pero no entendía cómo. Para transformar a un humano, se necesitaban tres días. Tres intercambios de sangre en ayuno y élla, muy a su pesar, no lo había hecho.
¿Y si la había convertido un nosferátum? Ellos podían transformar a una persona en vampiro con tan sólo un intercambio de sangre. Mordían y bebían hasta saciarse y luego les daban de su sangre para iniciar la transformación.
Pero Mila no lucía como un nosferátum. No estaba pálida ni se le veían las venitas a través de la piel. Sus ojos no parecían fríos y no tenía las uñas de las manos negras. Mila  alzó una ceja y le dedicó una mirada llena de ira y rencor. —¿Qué significa esto? —pregunto Lauren inquieta. Camila entreabrió los labios y dejó que se le vieran los blancos y afilados colmillos.
A Lauren  le dio un vuelco el corazón al ver lo bonita que ella estaba con su nueva dentadura. Mila era explosiva, una bomba sexual, el sueño de cualquier adolescente salido o el juguete erótico predilecto de cualquier libertino. Mila ahora era extremadamente irresistible. Pero no podía ser... Simplemente era imposible.
—¿Qué te ha pasado? —lauren  dio un paso hacia ella, pero mila dio dos hacia Noah, buscando cobijo. El berserker la respaldó encantado cogiéndola de la mano. Lauren  sintió cómo se violentaba su corazón cuando vio que Noah entrelazaba los dedos con ella. —Quítale tus manos de encima, chucho —ordenó al berserker con un tono muy frío.
—Noah, su nombre es Noah —camila miró a su amigo de un modo tan sensual que Lauren  tuvo que reprimir las ganas de abofetearla a ella y matarlo a él. —Por favor, dame el libro —le dijo al berserker. El puñal lo tenía en la parte trasera de cinturón del pantalón, metido en una bonita funda de piel blanca.
—¿De qué vas? —le preguntó lauren olvidándose de todo lo que tenía a su alrededor. —mila... —No me llamo mila—contestó ella mirándole fijamente. No supo de dónde sacó el valor para mantenerle la mirada, pero lo hizo.

Almas gemelas (camren G!p adaptacion)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora