Almas gemelas (camren G!p adaptacion)

capítulo 64

—No. Escúchame, no quiero compasión —le dijo en tono amenazador. —No siento compasión —contestó ella. —He visto ese recuerdo y creo que te culpas por algo que no podías controlar.
—Era mi deber alertar a la gente y fracasé. Fui débil. —Eras una niña —protestó ella acariciándole la mejilla. —Era un hombre o algo parecido . dijo sonriendo.
—Hasta donde yo sé —puso un dedo sobre sus labios y la obligó a callarse, —una niña con catorce años no es ningún hombre. Creo que nadie debería culparte por eso. Es más, creo que nadie de tu clan lo hace. Eres admirada y respetada por todos, lauren . No seas injusta contigo misma. Para mí no fue culpa tuya —confesó mirándola con ternura. —Lo que pasó fue que cuatro hombres le dieron una paliza a una niña . Eso es un abuso, es juego sucio. —Yo era mayor para... —No lo eras.
—Sí, para nosotros. En nuestra cultura un niño deja de serlo cuando puede dejar embarazada a una mujer.
Camila agrandó los ojos y se esforzó por no reírse.
—De verdad, lauren , me parece una atrocidad que juzguéis la madurez tan a la ligera. —¿Cómo?
—Es escandaloso para mí escucharte hablar así... —contestó. —¿Eso os inculcaban? ¿Así os enseñaban?
—Cuidado con lo que dices, pequeña bruja —la advirtió haciéndose la ofendida. —Te estás riendo de una cultura muy antigua y poderosa.
—No me río —dijo ella levantando los brazos. —Os compadezco —tomó una de sus fuertes manos y le besó los nudillos como élla  había hecho. —Eres muy susceptible ¿sabes? Sólo digo que no me parece justo. Es mucha responsabilidad ser un hombre a los catorce años. Si fuera humana y pudiera realizar ese trabajo de educación sociocultural, propondría que empezáramos con vosotros como un claro ejemplo de qué es lo que no se debe inculcar. Pero no puedo — dijo con pesar. —Yo ya no puedo realizar lo que me gusta y vosotros se supone que ya no existís, así que... —se encogió de hombros rindiéndose ante la evidencia.
Lauren miró su gesto de derrota y se sintió furioso por ella, porque ya no podría desempeñar algo que le gustaba. Ella quería ayudarla, sus problemas eran ahora los suyos y no iba a permitir que ella se sintiera infeliz. Tal vez ella podría hacer algo al respecto. Camila  era terriblemente buena en lo que hacía y además era muy convincente hablando. Podría enseñar miles de valores nuevos a muchos niños. Puede que camila  fuera importante para los clanes, no sólo para los vanirios, sino también para los berserkers. Moldearía una idea sobre las posibilidades de tener a alguien como camila  no sólo en su vida, sino en la de los clanes. Puede que ella fuese clave en ese cambio que debía instalarse entre las dos razas para una mejor convivencia y una fluida comunicación. Pero ya pensaría en eso más tarde. Ahora la tenía en su cama, tierna y cariñosa, y eso era más de lo que podía soportar su ya de por sí endurecido cuerpo.
—¿Qué más has visto, pequeña intrépida? —sonrió maliciosamente.
A camila  le pareció increíblemente sexy haciendo esa media sonrisa devastadora. Ella quería seguir hablando del tema de lauren  y su autoinculpación, pero entendió que ya había sido mucho para ella hablarle de eso. Probaría en otro momento. Le dolía que ella sintiese ese dolor hacia algo que no estaba en sus manos. Le sonrió y contestó a su pregunta.
—No os podéis transformar en nada —contestó ella mirándole los colmillos. —Pensaba que podíais convertiros en bruma o en murciélagos y en cosas de esas... en lobos como Drácula de Bram Stoker ¿sabes?
—Son mitos. Nosotros somos como una especie de magos inmortales con colmillos. No bebemos sangre humana para sobrevivir, a no ser que como en mi caso —rozó su nariz con la de ella— haya encontrado a mi pareja.
— Entonces los colmillos sólo son estéticos. Se os desarrollaron sólo para el goce de vuestra pareja, únicamente. Qué romántico —entornó los ojos con guasa. —Por cierto, no me dejarás marca ¿verdad? —Quiero dejártela. —¿Por qué? —preguntó ella curiosa. —Todos sabrán que eres mía. —¿Así que por eso tenéis colmillos? ¿Tú Tarzán y yo Jane? —se mofó ella algo enfadada. —Nuestros colmillos son muy funcionales —replicó ella riéndose. —Puedo desgarrar un cuello entero sólo con un mordisco. Puedo arrancar extremidades con un pequeño movimiento de mi cabeza y con estos —se señaló los dientes— bien clavados en la carne. Puedo beber sangre. Pero no para alimentarme, sino para extraer información. Por supuesto no necesito grandes cantidades, únicamente con un sorbito tengo suficiente. Es Loki el que ha creado lobeznos y nosferátums a partir de nuestra naturaleza. Ellos sí que son vampiros. Bueno, ya los has visto... —Uno de ellos quería raptarme. Se me quería llevar con él... creo que fue el que tú mataste. —Notan que eres distinta, sabían quién eras. Simon te tenía encerrada por algo, camila . Él esperaba tu transformación para luego someterte a sus estudios. Pero no hay de qué preocuparse, no dejaré que te pase nada —acarició su hombro desnudo con los nudillos.
—Necesito que me hagas partícipe de lo que vais a hacer, lauren —confesó con la piel de gallina por su caricia. —No sólo os persiguen a vosotros y a los berserkers, sino que también me persiguen a mí. Puede que todavía no sepa controlar mis poderes, pero me sentiré más segura si formo parte de esto. No estoy hecha para quedarme asustada en un rincón esperando a que me salven y lo sabes. Has estado en mi cabeza, has visto toda mi vida.
Lauren  la miró fijamente, valorando sus palabras y analizando la situación. Era cierto, camila no quería ser protegida, ella quería luchar también. Pero élla no iba a permitírselo. Cerró su mente a la intromisión de camila , y cambió de tema rápidamente. —Ya veremos... ¿Qué más sabes de mí?
—No tienes hijos —era una afirmación. —Nunca has tenido una relación con ninguna mujer. —He tenido montones —contestó ella seria. Canila alzó la mano y le acarició el labio inferior. —Has tenido encuentros de una o dos horas, lauren . No has tenido ninguna pareja, jamás. Ni siquiera cuando eras humana.
—No. Mi clan era lo más importante, no tenía tiempo para tonterías románticas —espetó. — Luego cuando fui tocado por los dioses, me centré en la protección de los humanos. Sabía que había una mujer destinada para mí, pero no me obsesioné hasta el punto de ir a buscarla.
—Claro —bajó la mirada. —¿Para qué, no? Si ya tenías a todas las demás que se abrían de piernas para calmarte la libido, las usabas y punto.
—No quería que vieras eso —se lamentó alzándole la barbilla y acariciando su boca con la suya. —Pero me he abierto a ti con todas las consecuencias, no quería reservarme nada. Quiero que me conozcas.
Camila  asintió con la cabeza, calibrando la importancia que estaba dando lauren a lo sucedido entre ellos y lo importante que también era para ella que ella le revelara todo. La miró y sacó valor para la siguiente pregunta.