Capítulo 47

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Me encuentro caminando solo por la calle, con solo un ramo de flores para ella, se que es muy apresurado, y además de que mis amigos ya me lo han dicho, pero no importa lo que piensen ellos en este momento.
¿Ellos no querían que saliera con alguien?

El día parece nublado, las nubes reinan el cielo, sin dejar paso al sol y solo nubes grises aparecen delante de las blancas, creando una pintura de tonos blancos y grises, otros más oscuros que otros, pero con el mismo destino por igual, llover.

La casa de ella está en una zona un poco alejada a dónde vivo, mi idea era ir caminando, pero las nubes amenazan con llover y yo solo traigo ropa que no está preparada para la lluvia, si no lo contrario, un Jean azul claro, unas zapatillas blancas casi recién lavadas, mi remera favorita y una campera liviana, pensando que no haría frío, pero ahora una fuerte ráfaga de viento me dice lo contrario.

Los chicos, específicamente Namjoon, se había sorprendido sobre esta repentina "cita", diciendo que era muy apurado ya quedarse a dormir con ella o estar en su casa, que no era adecuado por qué no la conocía muy bien, hablándome como si tuviera diez años.
Y el con Jin, ¿No es lo mismo? Puede que sea apresurado pero, ¿Que pierdo? Nada, solo tiempo tal vez.
      

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Los minutos se hacían eternos, pero ahora me encuentro al frente de la puerta de la casa de ella.

— ¡Hoseok! — Dice ella animada, mientras abre la puerta — Entra, no te quedes ahí parado — dice ella agarrando mi mano.

La casa estaba tal y como la recordaba hace algunos días, con el aroma del perfume de rosas.

— Siéntate en donde gustes, ¿Quieres café? — dice mientras se adentra en la cocina, era un departamento, por lo cual la cocina no tenía paredes que la separen de la sala de estar.

— Si, gracias. — dije mientras me sentaba, en la tele pasaba un programa de variedades, había un idol del grupo favorito de mi hermana, si ella estuviera en este mundo seguro se pondría como loca, gritando y diciéndole piropos a la tele. Una pequeña risa salió de mi boca al recordar eso.

— ¿De que te ríes? — dice ella asomándose con dos cafés — no viste ninguna foto mía ¿Verdad? — dice riendo.

— No, no, gracias — dije al recibir el café. — solo recordé algo muy gracioso de mi hermana.

— Ah, seguro que ahora debe estar viendo este programa — dice mientras toma un sorbo de café.

— No, lamentablemente no lo puede ver, ella ya no está aquí.

— Lo siento, me había olvidado. — dijo ella apenada, haciendo un puchero.

— no conozco mucho de ti, ¿Cuantos años tienes? — dije cambiando el tema. — ¿Que te gusta hacer? ¿Estudias o trabajas?

— Tengo veinte años — dice pensativa — me gusta ver películas, leer a veces, pasear, estar en casa. Trabajo de medio tiempo en un restaurante y estudio abogacía.

— Espera, ¿Tienes veinte años? — dije sorprendido.

— Si, ¿porqué?  — pregunto desinteresada. —¿Eres menor? — dijo tapándose la boca.

— tengo dieciocho.

— La edad no importa ¿o si?

— A mi no me importa, me voy a comportar como un niño, ya que yo soy el menor. — dije entre risas.

— Te cumpliré todos tus caprichos — dijo riendo — espera, ¿Me dijiste vieja? — dijo dándome pequeños pellizcos en el brazo.

— No, bueno si — dije riendo mientras ella me empezó a hacer cosquillas.

— Entonces te tendré que enseñar el respeto hacia los mayores — dice mientras me empezó a hacer cosquillas en todo el cuerpo.

Las cosquillas empezaron como un juego, pero después nuestros cuerpos más unidos buscaban otra cosa, besos.

Los besos eran torpes pero tiernos, mis manos involuntariamente se fueron hacia sus mejillas, y sus manos hacia mis cabellos.

El celular sonó indicando que habían llegado unos mensajes.

— Después los ves ¿Si? — dice ella sentándose ahora en mis piernas.

— ¿y si es importante? — Pregunte mientras la alejaba un poco de mi cuerpo.

— No creo que sea eso, dale bebé, no podemos juntarnos todos los días, hoy solo es nuestro día.

Los besos se volvieron intensos las manos de ellas intentaban adentrarse por debajo de mi remera, sus pequeñas manos explotaban mi abdomen, mientras que las mías solo estaban en su cintura.

— Vamos a mi habitación hobi. — dice ella levantándose. Y agarrándome la mano.

— Espera, quiero ver el mensaje que me mandaron.

Al desbloquear el celular, veo muchos mensajes de Yoongi y otro de un número desconocido.

—  Yoongi:
Donde estás???
Pasó algo grave, Jimin se accidento.

En mi mente pasaron muchos  posibles accidentes que le podrían haber pasado a Jimin.
Y una de ellas fue la peor

— Perdón hani, pasó algo grave y me tengo que ir, adiós.

Antes de que hani pueda decir una palabra, salí corriendo en busca de algún taxi.

De un mundo paralelo - Hoseok -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora