De un mundo paralelo - Hoseok -

Capítulo 53

Narra Yoongi

Después de haber salido de la cafetería fui a mi casa, estaba realmente cansado, las clases a la  mañana fueron el causante de mi mal humor, primero porque empezaban los exámenes que eran cada vez más difíciles. Y como siempre uno que otro tonto molestando.

Unos "machitos" quisieron pegarles a Tae y Jungkook, los demás chicos no los vieron, pero yo sí y obviamente los defendí.
Solo necesitaba aparecer para que el grupito de "malos" dejará de molestar a jungkook y Tae. Después todo normal.
Normal entre comillas, ya que estuve que ir a esa cafetería para encontrarme con ella.
Hace mucho que no tenía días realmente malos, pero hoy los planetas estaban alineados para que todo el día fuera una mierda.

Al llegar a casa me cambié, comí algo y le mandé mensaje a Jimin para que viniera.
Esta semana solo lo vi en la escuela, el empezó a hacer cursos de baile y canto ya que le empezó a gustar. Hay días que no coordinamos en los horarios y lamentablemente no puedo acompañarlo.

Mi casa no es tan grande como las demás. Una planta, simple sin tantas cosas.
El timbre suena, ya se quién es, el amor de mi vida.
Acomodo un poco mejor la ropa que tengo puesta y intento peinarme mejor, respiró hondo, ya que siempre me pongo nervioso con su presencia, y abro bruscamente la puerta.
Al frente mío encuentro el hombre más bello del universo.

— Hola amor — dice Jimin haciendo una sonrisa.

— Hola mi bebé — digo abrazándolo, su perfume me fascina, le beso el cuello y me separo un poco de él.

— ¿Te sientes bien Yoongi? — dice mientras vamos entrando a la casa, él me agarra fuertemente la mano.

— Mal — dije haciendo un puchero — un día de mierda, pero tú eres lo mejor de este día — dije besándolo en sus labios.

— ¿Quieres que lo haga todavía mejor? — pregunta Jimin poniendo su mano en mi cintura.

—  no me opondría — dijo riendo, Jimin toma mis dos manos y me lleva a mi habitación.

Nos sentamos en la cama, yo sentado en sus piernas, sus manos acariciaban mi cintura despacio y con ternura.
Nuestros labios se unían rápidamente, no era un beso necesitado, era un beso tierno, es amor.

Jimin empezó quitándome la remera que tenía puesta, rápidamente le quite la suya y ataque su cuello, su punto débil.
La televisión estaba encendida en la sala, pero lo único que ahora escuchaba era los pequeños gemidos de Jimin, y eso era algo realmente una melodía hermosa.

— Yoongi — dijo parándome un poco.

— ¿Que bebé? — pregunté mientras besaba delicadamente  cada parte de su cara. El sonreía en cada acto que hacía.

— Yo quiero ser el activo está vez, quiero que te olvides tu mal día, amor. — El volvió a besarme y dejándome debajo suyo.

— Hace mucho que no dices lo de activo y pasivo — dije sonriendo, sus manos pasaban por todo mi cuerpo.

— Hoy es un día especial, tengo que des-malhumorar a mi pequeño gruñón.

— Será una misión imposible, bebé — dije mientras pasaba mis  manos sobre su espalda, esos tactos le gustaban.

— Estoy preparado para todo, amor — dijo sonriendo, tomo mis dos manos y las pudo por encima de mi cabeza — ¿Tú lo estás? — pregunto poniendo su voz seductora.

No me dejó responder, me volvió a besar y demasiadas sensaciones invadieron mi cuerpo.
Lo único que podía hacer era rodearlo con mis piernas y acercar nuestros cuerpos más.
Jimin levemente movía su pelvis dándonos placer a los dos, mis ojos se cerraban involuntariamente por el placer que me daba Jimin.
El dejo de sostener mis brazos para ahora bajar poco a poco hasta mi vientre, depositar besos en cada lugar, con sus manos empezaban a bajar el pantalón con el boxer.
Sus besos empezaron a bajar nuevamente, y ahora sus pequeños besos atacaban a mi miembro.

Gemía con cada toque que el hacia, sentía descargas eléctricas recorrer mi cuerpo.

— Jimin, quiero tenerte adentro. — dije separándolo de mi miembro.

— ¿Seguro? Pero no estás preparando. — Pregunta preocupado Jimin.

— No me importaría pasar días sin sentarme correctamente — dije sonriendo, Jimin río y empezó a sacarse su Jean y su boxer.

Él se acomodo quedándose a centímetros de mi entrada, empezó a darme pequeños besos a cada uno de mis muslos.

— Te va a doler bebé, intentaré ser lo más cuidadoso ¿si? — yo asentí — si duele me avisas.
Volvió a besar cada uno de mis muslos y lentamente empezó a introducir su miembro, el dolor empezó a presentarse, solo me mordía el labio y agarraba fuertemente las sábanas.

— ¿Quieres que cuente una historia para que olvides el dolor? — pregunta bromeando Jimin.

— Que tonto — dije sonriendo. — creo que ya puedes moverte. — dije acercándolo con mis brazos y dándole un beso en sus labios.
Gemí cuando empezó a moverse lentamente, el introdujo su lengua en mi boca, jugando con la mía.

— Yoongi estas realmente apretado — dijo empezando las embestidas rápidamente.
De mi boca salían sonoros gemidos, no me importaría una mierda si alguien de mi familia me ve, ellos ya saben que Jimin viene a casa para jugar las cartas.

— Ahh Jimin, ¡Más! — dije agarrando fuertemente las sábanas, el había aumentado las embestidas y empezaba a masturbarme.

Jimin saco su miembro rápidamente, mirándome.

— ¿Que amor? — dice Jimin tranquilo, maldito siempre me hace rogar.

— Siempre me haces lo mismo — dije bufando, me di la vuelta, poniéndome en cuatro. — Métela más hondo amor.

Jimin acerco sus manos beso cada hombro y volvió a meter su miembro en mi.
Cada vez las embestidas eran más rápidas, sentía como su cuerpo se pegaba más al mio, sostenía fuertemente mis caderas.
De nuestras bocas salían gemidos, hacer el amor con el era realmente el paraíso.

— No me molestaría ver todos los días tu blanca espalda, Yoongi. — dijo pasando sus dedos en mi columna.

Habían pasado los mejores minutos de mi vida, Jimin lo hacía realmente genial, sacaba y metía su pene haciendo que de mi boca salgan pequeños gemidos, masturbaba mi pene, rápidamente haciendo que me corra finalmente, después de hacerle un oral termino en mi boca.
Sus gemidos eran la gloria.

— Jimin, amor, te amo — dije mientras lo besaba.

— Vamos a ducharnos — dice levantándome y llevándome encima de él.

()
Si llegamos a 8 estrellas hay ¡capítulo nuevo!