3. DISCURSOS Y ENGAÑOS

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Aubrey

Después que Olive se llevará a Charlie,  me dirigí a mi salón por última vez para ponerme la toga y el birrete,  aun faltaba alrededor de media hora para que la ceremonia comenzará así que había decidido ir a despedirme de la biblioteca,  esa que tantas veces me había abrigado,  extrañaría ese aroma peculiar a libros maltratados y el sonido de los adolescentes que lo usaban como punto de encuentros labio a labio.

Pero entre los estantes comencé a escuchar voces,  creí que sería alguien que como yo, tratara de despedirse de aquel lugar extraordinario,   pero al poner mas atención me di cuenta de que era la voz de Olive y no estaba sola,  Leah estaba con ella.

—¿Estas segura de lo que vas a hacer Olive?— esa era Leah.

— Claro,  piénsalo, el bebé nacerá en una buena familia,  por Dios Leah,  los Rydel  tienen una fortuna y Charlie no está nada mal —¿pero que mierda le pasa a Olive?.

— Aun así no creo que este bien,  le vas a mentir toda su vida,  eso no me gusta,  Charlie es un buen tipo,  no se lo merece — era irónico escuchar eso salir de los labios de Leah.

— No es para tanto,  es lindo,  rico y virgen,  ¿Qué más puedo pedir? — mi odio por Olive creció exponencial mente al oírla hablar de mi amigo como si fuera un pedazo de carne— solo debo hacer que vayamos a la habitación y listo,  tendré el futuro asegurado — nunca creí que la avaricia de Olive llegará tan lejos como para arruinarle la vida a Charlie,  solo para tener una vida cómoda,  si conociera su situación como yo,  sabría que las cosas no pasarían como ella creía,  lo más probable es que Charlie comenzaría a trabajar para su padre desde lo más bajo,  tuviera que dejar sus estudios para solventar los gastos de la criatura y abandonaría sus sueños de ser un gran doctor solo por los avariciosos deseos de una Perra miserable.

Salí de ahí sintiendo como la furia recorría mis venas como pequeños  ríos  de lava,  estaba furiosa. Ahora faltar al baile de graduación no era opción, tenía que ir y evitar que Olive arruinará la vida de Charlie, sin importar como.

Se preguntarán,  ¿Porque diablos no sólo se lo dice a Charlie?, simple y sencillamente porque no me creería, no lo culpo,  cuando el trato de advertirme sobre Ethan yo deje que este me convenciera de que Charlie estaba celoso y hasta hoy una parte de mi lo cree,  pero no de forma romántica,  solo creí que se habría sentido desplazado,  sonaba lógico en ese momento,  digo después de casi  una  década siendo amigos,  creí que hubiera sido difícil para el y en parte era mi culpa,  nos alejamos de golpe,  no más "Jueves de películas de miedo" o "Sábados de boliche",  con nuestra eterna rivalidad al momento de derribar pinos. Era mi amigo y yo solo decidí creer en las labiosas palabras de Ethan, claro y tampoco tome en cuenta el odio que estos se profesaban desde hacia un par de años.

Al estar sentada esperando a que el director terminará su,  al parecer, interminable  discurso,  me puse a pensar en como diablos lo haría,  ¿como alejaría a Charlie de su cita sin parecer desesperada?,  agregando el hecho de que no nos hablábamos y que realmente estaba desesperada.

—Pasaremos a entregar los diplomas a los alumnos del grupo de la señorita Meyer... — era el turno de mi grupo,  de recibir los diplomas y yo solo rogaba al cielo no caer con la toga —... LeNoir Fitzgerald Aubrey ... —  mi momento había llegado ese por el que había esperado tres largos y agonizantes años.

Subí los escalones y llegue hasta donde se hallaba el director quien me tendió el diploma y su mano, yo la tome y en un saludo formal,  digno de decir que era un pacto de despedida implícita entre yo y todo lo relacionado con esa escuela.

Los minutos siguieron corriendo y el final de la ceremonia estaba cada vez más cerca,  me sentía nerviosa,  pero no sabia exactamente porque.

—Ahora daremos un reconocimiento especial al alumno Charles Rydel- Griffin, por sus excelentes calificaciones en cada año,  con un promedio perfecto de 10.0 como calificación final. Alumnos como el son un orgullo para todos los que trabajamos en la formación de personas de bien.... —siguió hablando por 10 minutos más hasta que Charlie subió y agradeció al director por sus palabras, luego tomo su reconocimiento y camino hasta su lugar.

— y para finalizar esta ceremonia,  la señorita Aubrey LeNoir, directora del periódico de la escuela,  club de teatro y debate,  dará el discurso de generación — Mierda,  mierda y más mierda.

Había olvidado por completo el discurso,  ni siquiera lo tenia conmigo y no recordaba ni como comenzaba,  tal vez era con un cliché,  o no,  con un chiste,  si eso era,  rayos no lo recordaba.

Mi cabeza empezó a girar,  pero sin siquiera notarlo,  mis pies me llevaban directo al micrófono. Pero entonces un mensaje hizo vibrar mi celular.

Charlie: Sabía que lo olvidarias.

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Charlie me había mandado una fotografía de mi discurso,  no recordaba que el la hubiera tomado el día que se lo leí,  pero agradecía que lo hubiera hecho.

Aubrey: Gracias.

Subí un poco más segura y me plante frente aquella multitud,  suspiré y comencé —Compañeros,  maestros,  directivos y familiares,  este día es un día agridulce,   un día en el que nuestro futuro comienza y donde grandes cosas terminan,  es en este punto de la vida en el que pondremos en verdadera práctica lo que aprendimos en la escuela y no me refiero a matemáticas, ciencias,  historia,  me refiero a la vida,  la preparatoria es un lugar en el que encontramos ilusiones, donde creemos encontrar el amor de nuestra vida,  y algunos con suerte lo hacen,  al igual que los amigos de por vida,  esos que te alegran los días y te mandan el discurso de graduación por Whatsapp porque saben que se te va a olvidar —todo el mundo río,  y yo también,  estaba sonando mejor de lo que pensé — pero también es amargo porque es momento de decir adiós,  adiós a las materias,  maestros y ver a las personas que se volvieron casi de nuestra familia,  dejar de estar con ellos a diario,  es decir adiós y Hola,  al futuro así que les digo compañeros,  vivan,  salgan y vivan lo que aquí aprendieron y mejoren,  porque no importa que tanto creas saber de la vida,  no hay nada que te prepare para ella,  pero si lo hubiera,  créanme que sería como la preparatoria,  con personas tornando de colores tu día y les agradezco estos tres años de experiencias agridulces,  compañeros,  vayamos a comernos el mundo,  porque el mañana es incierto y el ayer es un recuerdo, gracias — finalice y los aplausos no se hicieron esperar,  mi madre tenía razón,  esto lo atesoraria de por vida.

Los Infortunios Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora