***A partir de este capítulo, todos serán narrados por el narrador omnisciente ( es decir yo) hasta el capítulo final***Es curioso ver como dos palabras pueden alterar el estilo de vida de una persona, el te amo que Aubrey le profirió Nick o el ven conmigo de Charlie a Mariam habían hecho que todo cambiará drásticamente.
La chispa de Aubrey parecía irse apagando, su sonrisa ya no era tan radiante y sencillamente parecía ser otra persona, inclusive Nick parecía haber cambiado su dulzura por una especie de acidez extraña que no llegaba a ser insoportable pero si dejaba un mal sabor de boca.
—¿Ya estas lista? — pregunto sin dejar de ver su teléfono.
— Solo tomo mi bolsa... — sus ojos le miraron de un forma extraña, el no tenía más paciencia para esperar.
— Te espero en el auto — no dijo más y se encaminó a la puerta dejando la con la palabra en la boca.
Un suspiro recurrente escapó de los labios de Aubrey y por un segundo extraño la forma en la que Nick la miraba antes.
Al subir al auto, la mirada penetrante y silenciosa le invito a preguntar.Los meses habían pasado silenciosos como nunca antes, Nick se había vuelto una parte muy importante en la vida de Aubrey, inclusive la familia de Nick ya le conocía, no le tenían mucho aprecio, ya que ellos le tenían prevista una relación en la que no existiesen niños ajenos, ella era conciente y a pesar de haber insistido en no asistir a la fiesta de su familia, Nick no cedió y a Aubrey no le quedo mas que aceptar lo y tratar de sobrellevar el asunto.
Pero, todo se fue al demonio en cuanto Nick le hizo un comentario sobre su vestir y su apariencia poco decente en comparación a las presentes, pues aunque todas iban vestidas de una manera pulcra, ella no se quedaba atrás, y el comentario de Nick ciertamente había rebajado el esfuerzo que había hecho por conseguir el dinero para comprarlo y volverlo una miseria.
La insignificancia que Nick le había dado al presentarla con sus amigos, le había puesto una piedra en el pecho que no le permitía mas que asentir y sonreír ocasionalmente cuando le hablaban. Una bebida le acompaño en su silencioso camino hacia la terraza, no se sentía feliz en ese lugar y mucho menos en paz, pero era donde debía estar, NIck era su novio y debía estar ahí para celebrar la alegría de su familia, entonces, ¿porque no lograba sonreír de verdad?
Por mas vueltas que le daba al asunto, la solución siempre aparecia frente a ella como un alto muro, sin puertas ni ventanas, que parecía no dejar le avanzar a ningún lado, pero que parecía tan frágil que podría ser derribado con un solo golpe, un golpe que se negaba a dar.
Pensando en esto, el tiempo se le fue y al volver la vista, se topo con unos enormes ojos azules observando como si de un unicornio se tratara.
—No pensé encontrarte aqui— la voz de Maddy parecía haber puesto el freno de mano a sus desenfrenadas cavilaciones.
—Podría decir lo mismo — soltó con una amargura casi palpable.
—Bueno el trabajo siempre me lleva a lugares extraños, aunque no me quejo — parecía estar mordiendo se la lengua para no hablar de más.
—Y a personas extrañas...— los ojos de Aubrey se perdieron un segundo en la nada, hasta que volvió en si y comenzó a caminar hacia el interior del lugar.
—Aubrey, antes de que se me olvide, dentro de poco voy a salir de la ciudad, así que Charlie comenzará pasar por los niños los fines de semana — la sensación de una gota fría recorriendo le la espalda era difícil de disimular, pero parecía haber perfeccionado ese gesto estoico.
— Esta bien, ¿cuando te iras? — Maddy miro al cielo antes de responder.
— Sabes, antes de irme me gustaría que arreglaramos las cosas, al menos para saber que no pasara nada malo en lo que no estoy cerca, se que es egoísta pero extraño a mi amiga y aunque en este momento no la veo en ningúna parte, quisiera poder hablar con ella, si estás de acuerdo — la forma dolida en la que lo había dicho no le dejo mucho que decir, así que sin mucho ánimo pero con algo de nostalgia acepto.
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Los Infortunios Del Amor
RomanceLo siento por lo que no dije... lamento todo lo que hice. Necesito marcharme, porque se que tu profecía jamás llegará a mis pies, me canse de esperar y quizás sea mi infortunio caminar en la dirección incorrecta, cuando me aconsejaste seguir mis in...