11. INESPERADO

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Había pasado más de una semana de la visita al claro y yo aun no le decía a mi madre nuestra idea de irnos al otro lado del mundo a estudiar.
Creo que una parte de mi no quería arruinar el halo de felicidad que la rodeaba desde que salía "libremente" con Jack, pero ciertamente sentía miedo, bastante y el no tener noticias de Charlie me tenía un poco ansiosa pues teníamos pensado mandar la solicitud juntos,  y creo que decirle a nuestros padres juntos, estaba implícito en ese acuerdo pero el había desaparecido, y nuevamente lo extrañaba, más que antes.
— Engendro — dijo una voz por de más conocida en cuanto abrí la puerta.
— hola voz de foca — lo se no tenía sentido pero sonaba gracioso,  estaba siendo jodida por mis pensamientos así que había llamado a Maddyson para ir al centro comercial y despejarme un poco, y justamente eso le había dado a  mi madre la gloriosa idea de comprar unas cosas, aunque no fuera la gran cosa  todo era más divertido con ella cerca.

— ¿Qué tienes que comprar? — pregunto cuando estábamos en el auto.
— mi mamá quiere una vajilla diferente,  una que combine con las cortinas que puso en el comedor — mi madre se empeñaba demasiado en que todo tuviera cierta armonía en casa.
—¿y de que color son  las cortinas? — hice una mueca y respondí.
— verde olivo,  casi aguacate echado  a perder — compartió mi gesto y arrancamos.

Llevábamos más de 2 horas yendo de un lado a otro buscando la dichosa vajilla,  pero no había de ese color,  me estaba empezando a acosar la idea de comprar mejor otras cortinas.

— tu madre no pudo encontrar un color menos común — dijo Maddyson con ironía.
— no,  el verde aguacate estaba de moda — su risa me hizo sonreír.
— Vamos por algo de comer,  si sigo caminando como zombie terminaré comportando me como uno — dijo con tanta seriedad que la risa me gano.

Fuimos a tomar una malteada y una hamburguesa y después de que Maddyson corriera al baño me quede sola en la mesa hasta que a lo lejos alcance a ver a alguien que me parecía conocido. Al poner mas atención note que era "J" el tipo ese que distribuía estupefacientes en la escuela hasta que se dieron cuenta y lo encarcelaron. ¿Pero entonces,  que era lo que hacía libre?.
No es que fuera una persona entrometida pero mis afanes por ser periodista me llevaban a ser una persona muy curiosa así que camine disimuladamente (tropezando con todo  a mi paso)  y le seguí a una distancia razonable.
Mi pecho se comprimio al verlo con Charlie, se saludaron mirando para todos lados,  como quien comete un crimen,  yo estaba escondida tras una planta de plástico que era lo suficientemente grande para ocultarme a la perfección.
No pude escuchar nada pero al ver la forma en la que Charlie actuaba,  note que algo no estaba bien,  se veía ansioso y parecía exhausto,  como en el baile de graduación.
Siguieron su paso y no pude seguir los por culpa de una anciana y sus nietos que se atravesaron en mi camino impidiendo me avanzar rápido.
Cuando me di cuenta,  ellos ya no estaban, mire a todos lados hasta que a la distancia logre ver como salían por la puerta  que daba al estacionamiento trasero del centro comercial.
Mi teléfono comenzó a sonar,  era Maddy  pero no tenia tiempo de contestar,  estaba caminando tan aprisa que me dolían las piernas.

Llegue a la puerta y dude en abrir la,  así que acerque mi oído para escuchar,  por suerte se escuchaba como si estuviesen cerca de la puerta.
— ¿cuanto necesitas esta vez? — esa voz era la del otro tipo,  supongo pues no la reconocía.
— el doble — esa era la voz de Charlie.
—hermano,  esta es de calidad así que es más cara — no entendía mucho hasta que dijo —tengo dulces diferentes si te interesa.
— Charlie suspiro — solo quiero la coca y después hablaremos de los demás “dulces” ,  pero la necesito ahora — el tipo río.
—tienes el... — Charlie le interrumpió — lo tengo,  ahora dámelo — el tipo soltaba risas de vez en cuando.
— aquí está,  tranquilo,  hay más de donde vino esta tu solo pidela y yo me encargo de... — Charlie le interrumpió de nuevo.
— ahórrate la promoción,  si te necesito te llamo — corto con frialdad al tipo y escuche algunos pasos que se acercaban,  me entró el pánico y corrí a la tienda más cercana desde donde alcance  ver como Charlie comenzaba a alejarse del lugar y el otro tipo también.

Los Infortunios Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora