Aubrey
Estábamos sentados a la mesa intercambiando miradas furtivas cuando Maddy al fin suspiro — de acuerdo tórtolos, hablen — me sentía como una niña a la que han atrapado después de hacer una travesura —¿que quieres saber? — dijo con elegancia Charlie antes de dar un sorbo a su café —¿porque estoy rodeada de esta aura mística, romántica, cursi? —dijo alzando una ceja inquisidor a — bueno, digamos que te hice caso y estuvimos platicando — Charlie no pudo ocultar una risilla traviesa — ajá, bueno hagamos como que es cierto que solo platicaron y díganme, ¿cuando van a decirle a mi tío y a tu madre que ahora son una linda familia feliz? — todo rastro de alegría se disipó en el aire ante la mención de nuestros padres —chicos, nunca he querido ser la voz de su conciencia, pero tu padre ha estado llamando hace tiempo, dijo que habías dicho que irías a verlo, y bueno creo que no lo haz hecho, y Aubrey tu madre hablo conmigo, dijo algo sobre tu padre, pero no le pude poner mucha atención — Maddy se veía un poco agobiada por esta situación —tienes razón, creo que lo mejor será que le llame para vernos y hablar —Charlie asintió — Maddy, tu tampoco puedes tapar el sol con un dedo, Angelic me dijo que hace tiempo tu padre te esta llamando y que ignoras sus llamadas, al igual que las de ella — Maddy suspiro —Mi padre quiere que vuelva a la escuela — había una gota de pesar en los ojos de Charlie —¿qué te está ofreciendo? — Maddy hundió la mirada en sus hot cakes —dijo que en cuanto volviera, me daría mis fondos de vuelta, que tendría un apartamento del doble de tamaño de este y que no tendría que conducir mi chatarra, que en cuanto terminará el semestre me ayudaría a hacer mis prácticas en el hospital de Port Douglas y que se encargaría de que no me faltará nada —sonaba tentador, demasiado pero para alguien que no puede ver una gota de sangre sin desmayarse, dedicarse a la medicina, era una tarea casi imposible —Maddy, sabes que no estás obligada a hacerlo y ellos deben saber lo —Maddy negó —es suficiente con el hecho de no querer estudiar medicina porque soy una "rebelde", prefiero que lo crean así, sabes lo terrible que sería si lo saben, ni siquiera me lo puedo imaginar — No había nada que pudiera decirle que no le hubiera dicho antes, sus padres debían respetarla y dejarla ser feliz haciendo cualquier cosa que ella quisiera, pero en su lugar la habían sacado de cualquier compromiso familiar, le habían retirado cualquier ayuda económica y eso sin decir que ni siquiera se pararon en el hospital para visitarla cuando estuvo inconsciente ¿podrían ser más crueles?, era difícil saberlo, pero más aún, ninguno de ellos dejaría de insistir hasta que cediera — Maddyson, no hace falta que se los digas tú, yo mismo puedo hacerlo, esta familia está mal, no todos tienen que hacer lo que ellos quieren — Maddy alzó la vista -pero tu si quieres ser doctor —Charlie negó — en realidad no... — eso me había tomado por sorpresa — si quería serlo, pero creo que no me apasiona lo suficiente como para dedicarle mi vida, creo que hay mejores cosas que hacer con ese tiempo —dijo dedicándome una sonrisa, Maddy se veía un poco más tranquila —creo que no me hundiré sola después de todo —.Después de desayuno decidí llamar a mi madre —¿hola? —pregunté con algo de nerviosismo —¿Aubrey? \esa era la voz de mi madre, pasé tanto tiempo sin escucharla que casi rompo en llanto al oírla — si, soy yo... ¿Madre... — su llanto llegó desde el otro lado — Aubrey, te he echado tanto de menos, ¿como haz estado? ¿Cómo está el... Los bebés? — me sentía un poco culpable, pero recordé lo que mi padre me había dicho y endurecí un poco mi corazón antes de hablar —estamos bien, ¿quería saber si podríamos vernos más tarde? —ella lo pensó unos segundos — ¿aquí?, Jack está en casa y no se si...— nuevamente estaba ese tono vergonzoso, el mismo que había usado al excusarse por no invitarme a su boda —si, en su casa, esto es importante —parecía indecisa — ¿No crees que sería mejor ir a un café o a comer?, conozco un lugar precioso —me estaba llenado de coraje nuevamente, cuando Charlie se acerco —solo dime que no quieres que incomode a tu esposo con mi presencia y te dejo en paz — su voz desapareció por unos segundos — no es eso, es solo que, no lo sé, no creo que Jack se sienta cómodo con... - Charlie me quito el teléfono -Elizabeth, soy Charlie, dígale a mi padre que estaremos en la casa a las 4 y que espero que esté, tengo asuntos que tratar con el y con usted - y colgó -¿Que se trae tu madre entre manos? -me molestaría la forma en la que Charlie pregunto, si yo misma no me lo hubiera preguntado —creo que culparé a la vergüenza que le provoca tenerme como hija —Charlie frunció el ceño —¿porque? — suspiré con pesadez — no me invito a su boda con tu padre porque le daba vergüenza que tu familia hiciera preguntas sobre mi embarazo —los ojos de Charlie se llenaron de malestar —no le dijiste que eran míos... Y ella asumió que eras una vergüenza —asentí —¿y estabas dispuesta a afrontarlo con tal de que no lo supiera? — había algo parecido a la decepción en sus ojos — no quería arruinarte la vida — sabía que no podía seguir fingiendo que lo hacía por egoísmo —¿hablas en serio? —camine rendida hasta el sillón — si, no era completamente tu culpa y no quería que te sintieras obligado a responder —Charlie sonrió de una forma que no esperaba —eres una tonta —sonreí por inercia — estar aquí es de las mejores cosas que me han pasado en mucho tiempo, me estaba volviendo loco con la idea de que el idiota de McGregor te había dejado embarazada y se había ido con Leah —nunca había pensado en esa posibilidad —¿por eso huiste? — parecía no saber a lo que me refería — no, huí porque si tu lo amabas, no habría lugar para mi en tu vida — verlo sonrojarse era una cosa fascinante —eres más tonto que yo, porque tu siempre serás parte de mi vida —lo dije como si nada pero causó un efecto en el que me dejó cubierta de besos en menos de un minuto, aunque podría haber sido más si no hubiera sentido una burlona mirada desde la cocina —son un par de idiotas —.
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Los Infortunios Del Amor
RomanceLo siento por lo que no dije... lamento todo lo que hice. Necesito marcharme, porque se que tu profecía jamás llegará a mis pies, me canse de esperar y quizás sea mi infortunio caminar en la dirección incorrecta, cuando me aconsejaste seguir mis in...