32. SUEÑOS Y RECUERDOS

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Narrador omnisciente...
Mientras todos empezaron su marcha rumbo a casa en busca de un poco de descanso, Charlie de quedó en la sala de esperas en redundante espera de una buena noticia.
Pero la mente de Aubrey flotaba tranquila en la nebulosa de los recuerdos, esos de la última persona que esperaba ver y la última.

¿porque lloras Aubrey? — preguntó Charlie cuando la encontró fuera del campamento llorando con amargura —porque soy fea — dijo entre gimoteos —no es cierto eres la niña más bonita del mundo — dijo Charlie con un rostro sonrojado y una sonrisa disimulada —lo dices porque eres mi amigo — el negó —no, lo digo porque es cierto —Aubrey lo miro —¿entonces porque Jeremy no quiso besarme? —Charlie no entendía y ella lo noto — jugamos a la botella y le toco besarme, pero el dijo que prefería besar un cactus —Charlie quiso reírse pero sabía que ella se sentía muy mal — pues es un idiota y los idiotas no se dan cuenta de que las cosas buenas — Aubrey sorbió la nariz y con los ojos rojos lo miro —¿en serio? —Charlie asintió pero ella volvió a llorar —y ahora ¿que pasa? — mirando al piso susurro —todos lo son, así que nadie me besara nunca — Charlie no lo soporto más y soltó una sonora carcajada —no todos, yo no soy un idiota — Aubrey le miro confundida —pero tu eres mi mejor amigo —Charlie le sonrió con sinceridad — y tu la mía, pero creo que tenemos derecho a que nuestro primer beso sea con alguien que no es un idiota o con una chica que no lo haga para presumir le a sus amigas cabeza hueca — ella sonrió, no estaba muy segura pero tenía razón hasta cierto punto —¿seguro? — el asintió y ella cerró los ojos —de acuerdo, hazlo... —Charlie río de nuevo —no puedo si pones esa cara — Aubrey lo miro molesta —¿que cara? — Charlie infló las mejillas y puso los labios como un pescado —esta cara, no te voy a dar respiración de boca a boca tienes que poner una cara normal —Aubrey suspiro, tenía razón y lo hizo.
Cerró los ojos y sintió como la respiración de Charlie chocaba con su rostro —¿lista? — susurro el— si — unos agonizantes segundos después el estampó sus labios sobre los de ella y aunque no lo admitió en ese momento, sintió cientos de mariposas revolotear le en el estómago, parecía que nunca acabaría ese beso pues los pocos segundos que duró fueron una gloriosa eternidad para ella, pero el sonido de la puerta de una de las cabañas hizo que se separarán lentamente.
La miró a los ojos —¿que tal estuvo? — era difícil responder pero debía hacerlo — pues... Bueno... No tengo punto de referencia... Pero, pero creo que estuvo bien, si, estuvo bien emm, ¿tu que dices? —tal vez para el había sido horrible —pues, estuvo bien, digo, es el primero, es difícil saberlo, pero no me quejo — le sonrió y ella sonrió en respuesta tratando de ignorar la marea de sensaciones que le invadían, ¿estaba bien sentir todo aquello por su amigo?, movió la cabeza tratando de alejar esos pensamientos de su tierna mente y se enfoco en seguirlo, pues a  la hora de la cena en el campamento todos debían estar dentro en cuanto llamaran o quedarse sin postre.

Cuando cumplieron 14 el padre de Charlie tenía pensado casarse y la mujer con la que se casaría, no quería hijos en ese momento, así que se le ocurrió la grandiosa idea de mandarlo a un colegio privado solo para hombres, Aubrey no podía visitarlo, no sabía a donde mandar las cartas, estaba tan preocupada, pero no había nada que hacer, trato de preguntarle a la mujer del señor Rydel pero ella la echaba de la casa con una mirada de suficiencia y altanería que solo la gente que se siente en la cima del mundo, puede usar.
Pasó un año entero en ese lugar y cuando volvió era alguien completamente diferente, era un chico sombrío, demasiado callado, ella trató de estar cerca de él, pero no se lo permitió, dijo que estaba demasiado acostumbrado a estar solo, que no quería cambiarlo, ella no insistió y se lo recriminó tanto desde el día que lo encontró en su casa lleno de golpes en el rostro y sudando frío.
¿que te paso? —dijo preocupada —¿que haces aquí?— la confusión era palpable —quería invitarte al cine, ¿quien te hizo esto? — Charlie movió el rostro — no es nada importante, podrías dejarme solo, no tengo ánimos de salir —Aubrey negó pero ante su insistencia termino cediendo, días después lo busco de nuevo y se topo con la noticia de su arresto, al parecer lo encontraron conduciendo un auto robado, el entró en pánico y comenzó una persecución que acabó en un accidente y un auto destrozado, Charlie se estaba hundiendo y ella no podía hacer nada, le dolía verlo así, cuando lo visito en el centro juvenil le pidió que dejara todo eso pero el solo le pidió que lo dejara en paz, pero se negó, esta vez no lo haría, lo visito cada día hasta que salió, lo cual fue menos tiempo del que creyó, su padre tenía algunos contactos y aunque la corrupción no era lo mejor para nadie, ella estaba feliz de que Charlie estuviera fuera de ese lugar, más aún cuando salió y pudo abrazarlo.
no tienes idea lo mucho que te extrañe — Charlie quería ser frío y no dejar que sus sentimientos ganarán pero cuando la abrazo, tuvo ese sentimiento de estar en casa y termino por ceder.
lo siento — dijo apenado —solo no vuelvas a hacerlo, no soportaría verte en ese lugar de nuevo Charlie sonrió — te lo prometo caperucita .
Las promesas que Charlie había hecho las cumplió, se había alejado de sus vicios o al menos eso le había dicho a Aubrey aunque la ansiedad en ocasiones era difícil de ignorar.
Todos los recuerdos la atacaron, la primera vez que vio a Charlie con un cigarro en la boca y terminó fumando lo ella misma, fumo un cigarro cada que el lo hacía hasta que lo dejó, ella lo quería ver en buen estado y si eso implicaba apestar a humo, lo haría, ella haría cualquier cosa por verlo bien.

Siempre decian que ellos dos tenían algo, algo más haya de lo visible aunque esto último no se podía pasar por alto con facilidad, pero siempre lo negaron aún cuando los dos sentían algo fuerte por el otro.  Después de un tiempo Charlie comenzó a salir con una chica llamada Mariam quien le prohibió tajante mente estar cerca de Aubrey pero Charlie terminó dejándola ya que no soportaba sus celos infantiles, lo que ocurrió cuando Mariam y Charlie estuvieron juntos (dos meses) fue que Aubrey sintió como se le rompía el corazón por primera vez, se lo adjudicó al hecho de que lo extrañaba, pero no era así, esa fue la primera vez que Aubrey probaba la hiel del desamor sin siquiera notarlo.
Así pasaron la adolescencia sufriendo el uno por el otro y sintiendo que no podían estar completamente lejos, ni totalmente cerca, hasta que llegaron a ese punto en el que dejaron de insistir sin insistir, manteniendo el estatus quo, ser amigos era algo a lo que ambos podían aferrarse sin perder nada y teniéndolo básicamente todo, aunque había sido de mutuo acuerdo, ninguno de los dos jamás dijo nada al respecto, era como el gran elefante rosa en la habitación, pero ellos eran estupendos ignorando lo.
El tiempo pasó y Aubrey creyó tanto en el hecho de que sólo lo podría querer como un amigo, de que Charlie jamás la vería de otra manera que se empeño en que así fuera y es ahí cuando todo se fue a la mierda. Se dejó convencer por las falsas palabras de Ethan y no pudo evitar creer las, estando inconsciente pensó ¿como habría sido si ella le hubiera dicho a Charlie todo lo que sentía?, más aún ¿como hubiera sido si le hubiera dicho que lo amaba desde hacía tanto tiempo?.
No lo sabía y tal vez nunca lo haría.
Por su parte Charlie trataba de alejar de su mente todas la palabras estúpidas que le había dicho, ¿es que jamás podría decírselo?
No, lo haría, aunque fuera tarde. Se puso de pie y comenzó su travesía desde la sala de esperas hasta la habitación donde estaba ella, evadió la mirada de las enfermeras cansadas, los doctores demasiado agobiados y los pacientes a doloridos y por fin dio con ella, se veía tan tranquila, casi etérea.
—Caperucita, se que no me escuchas pero hay algo que tengo que decirte, Aubrey jamás te querría lejos, mucho menos te besaría pensando en alguien más, fui un idiota por herirte, sabía exactamente que lo que decía te dolía pero no quería anclar te a un idiota como yo, no te quería arrastrar al desastre en el  mi vida terminaría convirtiéndose, te... te amo demasiado como para hacerlo... Aubrey, siempre te he amado y creo que siempre lo haré, lo supe desde el día en que nos conocimos, cuando se fueron, recuerdo que le dije a mi mamá “es la niña más bonita del mundo” , ella me sonrió y dijo “veo que se llevaron bien, van a ser muy buenos amigos”, envidio al “yo” de ese tiempo, estaba muy confiado —soltó una risita triste — le dije “no, amigos no, cuando seamos grandes nos vamos a casar y vamos a tener una casa donde juguemos a los carritos y a las muñecas, porque a ella no le gustan los carritos, nunca has sabido mentir, aún así pudiste guardarte esto hasta el final. No creo que valga la pena preguntar porque, creo que lo sé, pero quiero que sepas, que cuando despiertes, porque se que así será, estaré aquí, esperando para poder decirte lo de nuevo... — tomo su mano cálida entre las suyas y deposito un beso en el dorso antes de pasar a la frente —Siempre te amaré Aubrey — dicho esto, camino a la salida, no sin antes dedicar una última mirada a la mujer que tanto amaba.

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Damas y caballeros, he vuelto, espero que les este gustando, la finalidad de este capítulo es simplemente para que se den una pequeña idea de todo por lo que han pasado nuestros héroes (xD), para que sepan que ellos se amaban antes de lo que paso en el baile de graduación y para que no crean que Aubrey empezó a amarlo o siquiera a notar su existencia después del sexo porque en realidad lo único de lo que se dio cuenta, fue de lo jodidamente atractivo que el era como hombre, no de lo bueno que era... En fin Gracias... Espero que me sigan, me den sus opiniones y aunque es mucho pedir me den sus votos... Se les quiere ♥♥

Jessy🌺

Los Infortunios Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora