El mundo seguía ahí cuando volvieron del claro, Aubrey sabía que hablar con Maddyson era una buena excusa para huir de aquello que le fastidiaba.
—No pensé que sería tan pronto, pero me dio gusto que llamaras— dijo la rubia sentándose frente a ella.—Bueno, creí que sería mejor hacerlo antes de arrepentirme— Aubrey estaba segura de que ser sincera era lo mejor.
— Es increíble lo mucho que han crecido— Dijo con una sonrisa.
— Si, es increíble... La ropa ya nos les queda, y cada vez hacen cosas más graciosas, hace un par de días James estaba sentado en la alfombra y solo lo perdí de vista un segundo y cuando volví a ver Jane estaba cubierta de talco — La sonrisa en el rostro de Aubrey le recordó a Maddy la chica que había conocido hacia tantos años.
—Supongo que son igual a ti, muy curiosos — Maddy sonrió y al ver a los pequeños no pudo evitar sentir una punzada de pena.
— Espero poder ser buena para ellos... — Los ojos vibrantes de Aubrey parecieron apagarse un segundo.
Un silencio se instalo de pronto y Maddy supo que era momento de hablar.— Estoy segura de que lo eres... Aubrey, lamento mucho haber estado distante todo este tiempo — había pesar en sus palabras y una pizca de esperanza.
— Creo que esperaba que todos estuvieran para mí en todo momento, pero al final todo el mundo tienen una vida, con sus problemas y sus momentos buenos, fue egoísta querer que se me incluyera en todo... — admitió dolorida.
—Charlie me dijo algo similar hace tiempo, dijo que si la vida quería que algo pasara, pasaría... — El nombre de Charlie la hizo estremecer.—El siempre aparece cuando nolo busco y desaparece cuando lo quiero cerca, creo que esa es una señal muy obvia — los ojos de Maddy trataban de entender la tristeza contenida en sus palabras.
—Pero el no se fue por gusto... — Aubrey solo arrugó un poco las cejas pues trataba de mantener una fachada fría — Jonas, el lo obligó a irse, se que el no te lo dijo, pero el lo obligó a pelear y... Otras cosas, a cambio de no matar a mi tío y a mi... — las palabras de Maddy, le rompieron una a una la fachada que se había creado, se rompió por completo y no hubo nada más que un suspiro que pudo pasar por un gemido lleno de confusión.
— ¿De que estas hablando...? — Maddy negó.
— El jamás se habría ido si Jonas no lo hubiera obligado, creí que en algún momento lo entenderías — Aubrey no podía entender como no había visto lo obvio, ¿pero es que en realidad lo era?
— No lo entiendo, el se fue y tu también desapareciste, ¿Porque no me dijeron nada?— Maddy agacho la mirada, no había sido capaz de aceptar que su separación le había dolido tanto.
— Yo no quería que los hombres de Jonas supieran que nos conocíamos, o que los niños eran hijos de Charlie, quería que pasaras solo por una vecina, ellos me tenían vigilada o al menos eso me hacían saber, en caso de que Charlie hiciera cualquier cosa, ellos irían tras de mi, pero cuando Mariam lo ayudo a escapar, yo no estaba cerca, así que ellos fueron a buscarme y te encontraron a ti, lo siento mucho, no quería que nada de esto pasara... — las lágrimas cayeron irremediablemente y la culpa que sentía no se comparaba con la que la pelirroja frente a ella sentía.
—Le dije que estábamos mejor sin él en nuestras vidas... — sollozo Aubrey.
— Si te hubiera escuchado cuando me dijiste que me alejara de Jonas, no habría terminado metida en todo esto, esto es mi culpa, todo.. Aubrey— pero ella ya no estaba ahí, se encontraba navegando entre el tormentoso mar que había visto en los ojos de Charlie la última vez que lo vio, recordando cada palabra hiriente que le dijo y desgarrando se por dentro por haber sido tan obstinada y tan estúpida como para no escucharlo.
— Tengo que hablar con el, debo decirle que nada de lo que le dije era cierto, que no estoy mejor sin él... Debe saber que fui una tonta y que...— Maddy puso una mano sobre la suya deteniendo el descarrilado tren de pensamiento que salía por la boca de Aubrey.
— Él... Él ahora está con Mariam — los ojos de Maddy se encontraban clavados en algún punto de la mesa frente a ella.
—¿Que? — era obvio que la había escuchado, pero su pregunta iba más haya y Maddy lo entendía.
— Después de lo que le dijiste y de que te viera feliz el decidió irse con ella y ahora están... Comprometidos — los ojos de Aubrey se negaron a soltar una sola lágrima.
—¿Porque?, ¿Porque me lo dices ahora que no puedo hacer más?— Maddy suspiro.
— Porque yo también me iré, los abogados me sugirieron desaparecer un tiempo, hasta que el juicio de Jonas comience, no puedo seguir aquí — Aubrey se negaba a entender todo lo que escuchaba pero Maddy sabía que era lo mejor, que tenía que saberlo, tal vez así se sentiría menos culpable de haber arruinado el gran amor que esos dos se profesaban.
Aubrey callo, se levantó, dejó el dinero para pagar su café en la mesa y antes de irse soltó.
— Espero que te vaya bien a donde vayas, y la vida te trate mejor de aquí en delante, gracias por el café Maddyson, espero volver a vernos en algún otro momento — y sin volver la vista se fue, dejando a Maddyson con el llanto corriendo por sus mejillas y con la culpa aplastando le el pecho.—¿Señorita Aubrey, esta bien? — la voz de la señora Murphy inundó la sala de estar.
— Lo estoy — respondió simple la mujer cubierta de mantas que veía la película de orgullo y prejuicio casi sin parpadear.— Disculpe que se lo diga pero, no lo parece — por un segundo los ojos de Aubrey se despegaron de la pantalla y se toparon con los de la preocupada mujer.
— Sabe es raro, como el orgullo nos impide hacer muchas cosas, como perdemos lo que podría haber sido una historia llena de días de luz y lo cambiamos por tormentas, y como solemos prejuzgar a las personas y asumir que sabemos lo que son o lo que harán solo por lo que creemos saber, que al final no es nada, es una locura, ¿no lo cree? — su voz sonaba calmada pero en el fondo se sentía la pena y el pesar en cada palabra.
— Yo creo que cuando amamos a alguien, el orgullo no es más que un veneno que infecta donde toca y que como cualquiera, podemos aprender a lidiar con las consecuencias que esto o detenernos y aceptar que estamos mal, empezar de cero y tal vez salvar un poco de lo que el orgullo nos robo — una desganada sonrisa fingida se poso sobre los labios de Aubrey.
— Puede ser, pero querer no es poder, no cuando se llega tarde y créame que es demasiado tarde—.La señora Murphy había visto ese mismo dolor antes, en si misma al divorciarse.
— Solo necesito un poco de tiempo para tratar de reconocer que fui una tonta y que perdí lo que quería por ser tan obstinada, cuando lo logre, todo estará bien — dijo más para ella que para la señora Murphy.
—Espero que no le tome mucho tiempo, porque los amores mas grandes son los más difíciles de sanar — Dijo tratando de no sonar fatalista y fallando en el intento.Los días siguieron su curso y las ojeras de Aubrey fueron desapareciendo al igual que el impulso de quedarse tirada ahogándose en su miseria.
Las palabras y la cercanía de Nick la ayudaron a alejarse de aquella flecha clavada en las paredes mentales, pero para su desgracia el seguía ahí y volvería, en algún momento.
Como lograría verlo sin querer pedirle que la quisiera de nuevo que le perdonara su idiotez y que volvieran a estar como antes, que ignorasen el mundo y volvieran a huir a aquel sitio donde todo parecía desaparecer.
No lo sabía, tal vez la única forma sería guardar silencio y sonreír, dejarlo ir y simplemente seguir su camino, amando lo y dejándolo, sabiendo que a veces el mayor acto de amor es dejar ir.Pero solo tal vez... Dejar ir no sea opción.
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Mis amados escritores, este es el último capítulo, me costó mucho escribirlo pero es la puerta a una segunda parte que será el fin de esta historia de amor, espero que me lean, los amo y les agradezco llegar hasta aquí.Jessy🌺
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Los Infortunios Del Amor
RomanceLo siento por lo que no dije... lamento todo lo que hice. Necesito marcharme, porque se que tu profecía jamás llegará a mis pies, me canse de esperar y quizás sea mi infortunio caminar en la dirección incorrecta, cuando me aconsejaste seguir mis in...