La misma pesadilla de siempre, se repetía una y otra vez la escena de mi desgracia donde por más que lo intentase no lograba hacer nada para salvar a Alva.
Un charco de sangre, un grito mudo que me arrancaba todo el aire de los pulmones; pero de nuevo había algo diferente. La escena se había repetido de nuevo, corría para evitar que la bala impactara en su pecho, sabía justo donde daría, sabía de la segunda bala, quería evitarlo pero mi cuerpo simplemente no reaccionaba, no podía cambiar lo que sucedería, no podía borrar la imagen del cuerpo sin vida de mi compañero; ahí estaba otra vez, dos cadáveres y miles de lágrimas.
Lo miré, lo quería mirar por última vez, quería pedirle perdón a pesar de que no lo merecía, lo necesitaba. Y ahí estaba él, en el suelo que estaba tan frío como también lo estaba su piel bajo mi toque.
Pero había algo diferente, no existía ninguna bala, ni agujeros, ni sangre; simplemente veía a mi pareja sin reaccionar pero nada que indicara la causa de su muerte.
Me quedé pasmado, no entendía nada, ¿qué estaba pasando?, el sueño siempre había sido igual, una carrera, dos disparos, un grito, un tercer disparo y luego la sangre empapando su camisa y extendiéndose por el piso; ¿qué había hecho que cambiara?
Tenía un mal presentimiento, eso no era normal, era la segunda vez que no lograba entender lo que sucedía.
Cuando menos me di cuenta la ropa que lo cubría ya no estaba, dejando al descubierto su pálida piel que siempre me había parecido perfecta, que a pesar del tipo de vida que ambos llevábamos nunca había presentado la menor marca que delatase todo el sufrimiento vivido en el pasado, sin embargo al verla se encontraba cubierta de golpes, moretes, marcas; tan herida, tan frágil, su cuerpo se iba volviendo delgado, su color enfermizo, estaba presenciando su muerte lenta y evidentemente dolorosa frente a mí.
Eso no debía pasar así, él no debía sufrir más, las balas terminaban el trabajo rápido, sin demasiado dolor, ¿por qué tenía que verlo sufrir de esa forma? A pesar de que yo sabía que él ya estaba muerto, no podía sacar de mi mente todo el dolor que debía significar la escena que se presentaba ante mis ojos.
Sus amados ojos se apagaban cada vez más, perdían su característico color jade para teñirse del rojo de la sangre que abandonaba su cuerpo desapareciendo en el aire como si nunca hubiese estado ahí.
Abrí los ojos angustiado, me dolía el pecho mientras no lograba olvidar el sueño, me llevé una mano a la cara tallándomela para borrar cualquier rastro del sueño que pudiese quedar, me estiré, definitivamente tenía que dejar de dormir en posiciones extrañas o tendría que vivir con un eterno dolor de espalda y cuello; estiré las piernas y me volví a tallar los ojos.
Me detuve en seco al recordar un detalle de la noche anterior, ¿que no había un chico durmiendo en mis brazos?
Me destapé la cara lentamente pensando en dónde podría estar Yalek, supuse que no se lo habían llevado ya que aún estaba bastante herido pero, ¿entonces dónde podría estar?
Miré por la habitación y lo encontré sentado en la silla, sus codos se recargaban en sus rodillas a la vez que su cabeza se hundía entre sus manos; al parecer no se había percatado de que lo observaba ya que permanecía impasible en la misma posición, si no supiera que estaba bien podría haber asegurado que ni siquiera respiraba ya que a pesar de su delgadez no podía percibir nada más que un leve temblor y una mínima elevación en su caja torácica.
Lo estaba contemplando y no me di cuenta de lo sumido que en realidad estaba en mis propios pensamientos mientras contemplaba al chico desnudo que me dejaba apreciar cada parte de su cuerpo sin darse cuenta de ello, sin embargo no podía pensar en lo que normalmente hubiese atañido mi mente en una circunstancia como esa, solo podía mirar su piel marcada y lastimada en exceso.
Ese chico no era un peligro para nadie, hasta donde yo sabía, no lograba entender que podría haber hecho para enfurecer a Shima, a tal grado de casi matarlo a golpes, más aun después de saber que ni siquiera es un reo, es un prisionero mantenido en este lugar en contra de su voluntad.
Necesitaba averiguar algo más sobre él, por qué tenía tanto miedo y ellos le tenían tanto odio, no sería difícil sacarle información a alguno de los guardias, probablemente Ritzu supiera algo del asunto, incluso podría llegar a convencer a Shima de que "sin querer" me diera toda la información que poseía sobre el chico de orbes verdes.
Mientras pensaba en eso seguía contemplando y analizando cada una de las marcas presentes en su piel, y el tono grisáceo de la misma, me preguntaba cuanto tiempo habría pasado desde la última vez que salió al sol, algo más llamó mi atención, estaba completamente desnudo y el clima no era precisamente cálido, aun así él no presentaba el mínimo síntoma de sentir el frío sobre su piel, al contrario parecía estar bastante cómodo con la temperatura a la que se encontraba.
Todo eso me llevó a pensar que hacía mucho que estaba encerrado, mucho más de lo que llevaba conmigo, que estaba totalmente acostumbrado al frío, pero eso era entendible considerando que era ruso, pero también podría ser que estuvo sometido a este tipo de temperatura durante su encierro anterior, las marcas parecían recientes en su mayoría, las más antiguas no debían superar las dos semanas.
Este chico era un enigma para mí, más por el hecho de que parecía ser una buena persona, las buenas personas no duran en este mundo, sabía que era un pensamiento muy fatalista y probablemente cruel pero no había más, una buena persona sería exprimida en su totalidad hasta que no quedase nada más que fuese de utilidad y entonces sería desechado y sería como si nunca hubiese existido.
Sentía lastima por él, pero también había algo más, por más que me costara reconocerlo comenzaba a encariñarme con él; lo había notado en cuanto lo vi ser empujado casi inconsciente dentro de la celda, se rectificó cuando al día siguiente su mera presencia me hizo cuestionarme sobre volver a aceptar a alguien en mi vida, específicamente, aceptarlo a él en mi vida, no como un reemplazo, no, sería algo nuevo, algo que me hiciera volver a sentir con ese mutilado corazón que llevaba en el pecho.
Me le quedé mirandopor un rato más hasta que fui capaz de reaccionar y darme cuenta de lo tontoque había sido todo este tiempo. Desde que me había despertado y lo había vistoasí en medio de la habitación debí haber notado que algo estaba mal, pero lopeor es que todo ese tiempo él no había notado que lo observaba, peor aún, élno se había movido en lo más mínimo; si, estaba siendo demasiado subnormal,debía haber ido con él de inmediato, cobijarlo y tenerlo cerca de mí en lugarde solo estar divagando en mi mente en espera de que algo sucediera, ¿qué iba asuceder?, Aki, eres un baka.
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Hola...
Cada quien puede tomarlo como quiera...creo...
No olviden darle amor a esta pequeña historia y de paso a por su colaboración para hacer esta ¿historia?...(lo siento buscaba otra palabra pero no se me ocurrió)...
Si les ha gustado el capítulo compartanlo con sus amiguit@s...y si no...compartanlo con sus no amiguit@s y a tomar por saco...
Nos leemos luego...
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Los Recuerdos Duelen [BL]
Подростковая литератураDos chicos entraron a mi vida, demasiado parecidos para ser cierto, sobre todo porque yo vi morir a uno de ellos... "No puede ser, después de tanto tiempo, ambos terminaron en mis brazos; las posibilidades son muy pocas, hay un mundo entre nosotros...