Los Recuerdos Duelen [BL]

~Y si...~

Sentí una caricia suave en mi mejilla, alcé la vista encontrándome con la imagen de mi pequeño mirándome como si fuese una especie de ilusión y fuera a irme dejándolo solo en cualquier momento, como si no pudiese creer en mis palabras o quizá las creyera en demasía.

     — No te merezco...- su tono de voz solía ser demasiado bajo y cuando susurraba era casi imposible oírle, pero yo no planeaba perderme ninguna de sus palabras— no merezco a alguien como tú Aki...

— Yalek- no podía seguir escuchando tremendas sandeces salir de sus labios, ese hermoso chico merecía el cielo y las estrellas, y en cambio estaba recibiendo toda la mierda de la humanidad, suficiente como para que el mismo dañara su autoestima— tú mereces todo, el mundo no te merece a ti-. Antes de siquiera sentirlo estábamos los dos en el piso y el sobaba la cabeza— Eres muy tierno hasta cuando no quieres.

     — No es verdad...- hizo un puchero sin dejar de sobarse con gesto adolorido.

— Sí que lo eres ratoncito, que no por nada tienes el apodo- le mostré mi lengua en señal de que había ganado, a lo que solo se sonrojó y agachó la mirada.

     — No lo soy...- contradijo sus palabras al alzar los brazos como un niño pequeño que pide ser cargado, pero sabía que él no quería eso, en su lugar lo envolví apegándolo a mi pecho.

— Sí que lo eres- lo dejé recostarse en mí sintiendo su respiración calmada y la temperatura tan baja que poseía su cuerpo, en circunstancias normales me hubiese preocupado, pero por alguna razón con él eso era de lo más normal.

     — Entonces...- se detuvo tallándose el rostro en mi ropa— ¿tú no me dejarás como todos?...

— Repito que tendría que estar muerto para hacerlo- su voz había sonado muy diferente a la de antes, se notaba nervioso y hasta podría decir que notaba el miedo en sus palabras.

     — ¿Por qué?...

Su pregunta me descolocó, ¿no podía ser un chico normal?, cualquiera hubiese simplemente aceptado mi respuesta quedándose tranquilo con que no lo dejaría, pero él no era como cualquier otro, y talvez era precisamente eso lo que me hacía querer permanecer a su lado.

— Porque eres demasiado lindo como para hacerte algún tipo de daño; no me lo perdonaría jamás.

     — Aki...- moví la cabeza haciéndole saber que tenía mi atención— ¿me podrías dar un beso?...- No sabía si era más adorable si pregunta o su sonrojo, pero si seguía así me provocaría un paro cardiaco de tanta ternura «En eso estamos de acuerdo».

— ¿Qué te parece si me lo das tú a mí?- coqueteé un poco con él, no iba a desaprovechar que estaba en esa faceta tan linda así que me limité a cerrar los ojos y poner una trompita; a lo poco sentí un suave y corto contacto en mis belfos, sonreí satisfecho y me dispuse a regresarle el beso de forma cariñosa.

     — Aki...- volví a asentir— ¿por qué tuvieron que morir todos?- su voz se hacía soñolienta, sin ser consciente de lo que esa simple pregunta había provocado en mí; ¿cómo podía responder a algo que yo mismo llevaba años sin encontrar la respuesta?

— Llevo preguntándome eso más de once años- hable con la voz más tranquila que me fue posible con el huracán de emociones en mi interior— y al final llegué a la conclusión de que las cosas debieron ser así-. Se removió un poco en mi pecho soltando un bostezo.

     — ¿Y por qué tenía que matar a Faddei para llegar a ti?- un segundo bostezo amenazó con tragarse sus palabras.

— Porque tuve que fallar en proteger a Alva para llegar a ti.