~Lo siento~

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Mierda, mierda, mierda, mierda...

Era lo único que podía pensar al sentir como Yalek se soltaba de mi agarré y se alejara como si le fuera a contagiar algo; tenía que ser el idiota más grande del planeta, es más ¿dónde está mi doctorado en joderla?

-Yalek, lo...lo siento yo...-intenté acercarme a él, me estaba destrozando verlo con el rostro cubierto de lágrimas, pero más aún me estaba doliendo demasiado que negara cualquier toque mío.

      -¡No!- gritó con desesperación- ¿Por qué no dejas de torturarme ya?... si solo es un juego dímelo...podría no tomármelo enserio o solo dejarte divertirte o...-su voz se quebró y calló de rodillas al suelo llorando a mares, ¿cómo podía decir eso?, lo que yo quería no era un juego, tal vez al principio así era pero no sabía lo que me estaba sucediendo, nunca me había importado ver a uno de los de paso llorar, siempre era igual, metían a alguien en mi celda y en algún momento me lo follaba; aunque claro, ninguno me recordaba tanto a Alva como este niño de ojos verdes.

Me estaba volviendo loco, no tenía ni idea de qué coño era lo que sentía con Yalek, ya sabía yo que me había encariñado con él pero... ¿podía estar sintiendo algo más por él? Si no lo descubría rápido terminaría arrancándole los ojos que tanto amaba, ¡No! No amo sus ojos, los de Alva, pero no son como los de Alva, ¡Mierda! No podía más, me acerqué a él y lo rodeé con mis brazos, lo necesitaba cerca pero esta vez estaba consciente de que era Yalek quien se encontraba atrapado en mi abrazo.

-No es un juego, si quisiera divertirme no haría esto, es solo que...-tragué saliva a punto de confesar mis pensamientos en voz alta- lo siento, en verdad lo siento Yalek- dije con sinceridad, quería decirle más, quería decirle que me volvía loco y que era diferente a cualquier otro pero no pude, tanto mi parte racional como la impulsiva me lo impidieron.

      -Solo quería que me aceptaras...solo...-comenzó a sollozar de nuevo quebrando mis últimas resistencias de consolarlo y demostrarle lo que en verdad sentía por él.-solo...quería...u...un...amigo...

-No puedo ser tu amigo, porque no te quiero como amigo, eres mi compañero Yalek- le levanté la barbilla obligándolo a mirarme- tú eres mi compañero aunque el pasado me persiga.

Y así es como logré sentir todo el peso de la culpa por traicionar al chico que amé con fervor, aun así sentía que si era Yalek nada más podía importar.

      -No importa...-murmuró y cerró los ojos.

-Claro que importa- mi paciencia estaba a punto de suicidarse de la misma forma que seguramente lo había hecho su sentido común- no te mereces que te trate así, como un...sustituto, Alva...fue alguien muy importante para mí, aunque él ya no está su recuerdo sigue unido a mi memoria y a veces es difícil distinguir lo que es real y lo que no, lo lamento, sé que no te mereces esto, por favor, perdóname; y esto es algo que no suelo hacer, perdóname.

Sentía mi piel arder, sabía que estaba rojo de impotencia por no poder hacerle entender, prácticamente le estaba rogando, ciertamente estaba arrepentido; al fin y al cabo él me había dado su confianza y yo evidentemente le hice daño cuando nunca fue mi intención.

      -¿Cómo puedo creerte?- su susurro dolió, tenía razón, tenía solo unos cuantos días que nos habíamos conocido y yo la había cagado, no tenía razón para creerme sin embargo yo deseaba con todo mi ser que lo hiciera, que se apiadara de mí y me diera la oportunidad de demostrarle mis palabras- ¿Cómo sé que no simplemente quieres volver a jugar conmigo como si fuera tu mascota?

Ese era el problema, se sentía usado, claro era entendible; con su inocencia debía ser más que obvio que no tenía experiencia con el asunto, que fui el primero que lo tocó de ese modo y le hizo sentir ese placer. Ahora definitivamente era peor que la mierda, pero lo peor era que me importaba todo eso, no quería, si lo dejaba entrar en mi mundo tendría alguien de quien preocuparme, él ya tenía muchos problemas y estar conmigo solo podía traernos más problemas a ambos, nada más que eso y me daría una debilidad que cualquiera aprovecharía a la menor provocación, no era alguien precisamente querido, más bien...temido diría yo, y si encontraban que me había encaprichado con un chico que es tan ingenuo y está tan indefenso ese sería un problema.

-¿Qué sientes cuando te beso?, ¿qué es lo que mis besos te transmiten?- era mi plan Z, con el cual no destruiría más mi armadura pero le podría demostrar que hay una gran diferencia entre lo que era y lo que creía ser.

      -¿Eh?...-evidentemente no esperaba que le preguntara eso lo cual me dio cierto alivio- yo...siento...calor...y...seguridad...-su voz temblaba con cada palabra, ahora era él quien se estaba revelando ante mí, dejándome ver lo que yo era capaz de hacerle con un acto tan pequeño como lo era un beso. No quería herirlo más pero era necesario que comprendiera la diferencia así que lo jalé besándolo de forma agresiva, sin ningún tipo de sentimiento de por medio.

-¿Y ahora qué sentiste?- me miró con los ojos muy abiertos, esos ojos verdes que últimamente me enloquecían, quería volver a abrazarlo, llenarlo de caricias y mimos pedir disculpas pero no, no podía cambiar el método ahora.

      -Yo...solo...nada...-parecía que estaba congelado, coloqué una mano en su mejilla acariciándola con suavidad.

-Así es como se besa a un juguete, y eso si se llega a besarlo, Yalek, no eres un juguete, eres mi compañero, eres mío.- volví a besarlo, esta vez de forma tierna y cariñosa, quería que sintiera todo lo que yo sentía por él en ese momento, quería que se diera cuenta que por más idiota que pudiera llegar a ser no jugaría con él, porque se había vuelto especial para mí.

Se acurrucó en mi pechó, volví a rodearlo con mis brazos y comencé a acariciar su cabello con lentitud mientras sentía sus lágrimas empapar mi camisa; lo levanté del piso llevándolo en brazos hasta la cama, sabía que no le gustaba que lo cargase pero no planeaba dejarlo en el frio suelo, me senté acunándolo en mi regazo, jalé las mantas y lo cubrí.

Se veía tan débil, tan frágil en ese momento, no quería que se enfermara, después de todo seguía desnudo; se pegó más a mi pecho y a los pocos minutos noté que su respiración era más tranquila, no pude evitar mirarlo dormir, ya no lloraba pero podía ver los rastros del líquido salado que marcaban sus mejillas donde aún estaban claramente marcados los golpes que le había propinado.

Ese pensamiento me hizo arder en rabia, ¿cómo se atrevían a tocar algo tan frágil, que además era mío por derecho?; un derecho que ellos mismos me habían concedido. Quería ir en ese mismo momento y hacerles pagar por su estupidez, sin embargo me contuve de hacerlo al ver el pequeño cuerpo de Yalek que dormía en mi regazo, pude notar que no se estaba divirtiendo, se estremecía de vez en vez temblando levemente, hacía gestos de dolor o miedo, no debía estar teniendo un sueño demasiado agradable pero no podía hacer nada contra su inconsciente, seguí acariciando su cabello y su espalda hasta que un par de horas después me uní a él dejándome envolver en los brazos de Morfeo.

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Hola...

Bueno...Ahora saben lo que Aki piensa...no me maten...no aún...

Les recuerdo que es una colaboración con Abi, pasense por su perfil y ¿por que no? busquen alguna historia que les guste...

Si les gustó compartanlo con sus amiguit@s...si no compartanlo con sus no amiguit@s y a tomar por saco...

Nos leemos luego...

Los Recuerdos Duelen [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora