Los Recuerdos Duelen [BL]

~Prefiero morir~

Se recargó en mi pecho llorando, mil ideas cruzaron por mi cabeza, ¿cómo es que había sido capaz de matarlo?, no tenía la suficiente fuerza ni el coraje para tomar una vida a consciencia, ¿se habría defendido de él? No, los juegos de Choihyung eran mentales, no llegaba a agredir físicamente a menos de que en verdad quisiera hacerlo, y por lo que sé Yalek le había gustado como muñeco, no se atrevería a dañar lo que le parece bello. No sabía qué rayos había pasado ahí abajo, pero si sabía algo era que la culpa no era de él sino mía.

— No has sido tú, yo le di el frasco. Enserio lo siento pero no podemos hacer nada para cambiar el pasado, creme, lo he intentado-. El susurro fue suficiente para que se aferrara con más fuerza a mi camisa llorando, hasta que comenzó a temblar y un quejido me hizo mirar la sangre que volvía a correr desde sus heridas— Yalek, haciéndote daño no vas a cambiar nada- no estaba totalmente seguro, pero algo me decía que él mismo se provocaba las heridas de alguna manera, muy probablemente ni siquiera fuera consciente de ello, pero si así era lo que tenía que hacer era calmarse— además prefiero que me muerdas y rasguñes a mí- quería llevarlo fuera del agujero en que se había metido, su mente no era una buena amiga, al igual que la mía parecía torturarlo eternamente con culpas que jamás iban a poder corregirse.

Pude ver un esbozo de sonrisa en sus labios, lo que me hizo sonreír a mí también, prefería al Yalek tierno que podía iluminar mi vida entera con una sonrisa y hacerme increíblemente feliz con el sonido de su voz; pero el comienzo de mi nueva tranquilidad se vio opacado de nuevo cuando se encorvó sobre sí mismo quejándose de dolor.

     — A...Aki...

— Lo siento Yalek- lo tomé en brazos y lo llevé hasta la cama, donde me recosté a su lado, dejando que se abrazara a mí.

     — Lo siento...

— Shhh...- lo hice callar acariciando su cuerpo por encima de la ropa, tratando de transmitirle seguridad y calma, dejándole saber que estaba a su lado y jamás le dejaría. No tardó en quedarse profundamente dormido, con respiración pausada, por momentos hacía muecas y me planteé despertarlo del mal sueño que seguramente estaba teniendo, sin embargo se tranquilizó y poco a poco yo también fui cayendo en los brazos de Morfeo hasta hacerle compañía en su sueño.

   — Gracias Aki.

— ¿Por qué me agradeces cariño?

   — Por aceptar cuidar de mi hermano, los dos necesitaban algo de compañía y cariño.

— ¿Te parece divertido?

   — En lo absoluto.

— ¿Entonces por qué sonríes tonto?

   — Porque verlos me hace feliz.

— Te extraño...

Todo era muy raro, reconocía perfectamente mi voz y la de Alva, pero no podía verlo en ningún lado y mis labios no se habían movido en ningún momento, tenía una sensación que solo podría describir como alegría mezclada con mucha nostalgia, deseaba volver a ver a el chico de ojos de jade, pero me hacía inmensamente feliz saber que al menos en mi mente tenía su permiso para tener a su hermano, mi ratoncito, en mi vida. Quería seguir disfrutando del bizarro sueño, pero un movimiento brusco me despertó.

Me levanté por acto reflejó recorriéndome un poco hacia atrás, cualquier movimiento extraño era una señal de alerta en todo mi sistema, por lo que sin pensar más mi cuerpo se movió y cuando me di cuenta estaba tirado en el piso con un buen golpe en el culo.

     — Aki...- pude ver el rostro de mi ratoncito asomado por la orilla de la cama mirándome con preocupación— ¿e...estás bien?

— Sí, estoy bien- me llevé una mano al lugar donde había recibido el golpe, sobando mi retaguardia.

     — Aki...- guie mi atención al chico que estaba hincado en la cama— ¿puedes volver a abrazarme?- sus mejillas se tiñeron de un suave rosa y no pude evitar pensar que era lo más tierno que había visto nunca «Auxilio, nos moriremos de diabetes». Silencié a mi cerebro abriendo los brazos para que mi chico entrara en ellos y en menos de un segundo había saltado escondiéndose en mi pecho. Lo tomé de la cintura dejando que se acurrucara.

— Te quiero Yalek.

     — Aki...qui...quieres...yo...tuve un mal sueño...

— ¿Y de qué era tu mal sueño?- ¿podía existir acaso alguien más inocente que él?, de todas formas me preocupaba, no era noticia nueva que tuviera pesadillas, pero detestaba verlo sufrir hasta dormido.

     — De lo mismo de siempre...- se removió un poco en mis brazos, pude notar el esfuerzo que hacía porque su voz sonara calmada— de mi culpa...-. Me separé agachándome para quedar a su altura, lo miré a los ojos analizando lo enrojecidos que estaban, su mirada triste era hermosa y terrible por igual.

— Dos cosas. Uno, nada ha sido tu culpa y dos, sabes que conmigo puedes llorar si quieres hacerlo, gritar o golpearme si lo deseas, no te contengas Yalek.

     — Ojala pudiera creerte- una sonrisa tiró de sus comisuras, volvió a apegarse a mí susurrando en mi pecho—. Soy un peligro para el mundo Aki...

— Sabes bastante de mi historia, no es como que puedas decir eso después de conocerme.

     — Oh, creme...puedo decirlo...- un hipido seguido de un suspiro resignado— tú al menos tuviste una razón...

— Eso quiero pensar, pero sé que es una mentira-. No importaba cuánto tratara de convencerme de lo contrario, sabía que podía haber hecho las cosas diferentes.

     — Tú no podías haberlo cambiado, no estaba en tu poder...sin embargo yo...- su voz se quebró, pero no tardó en componerse e incluso pararse un poco más derecho— yo lo decidí así en contra de todo.

— Yalek, ¿qué le pasó a Choihyung?- había estado tratando de evitar el tema, sabía que le afectaba demasiado, pero no podía más con el desconcierto, necesitaba saber qué había ocurrido allá abajo.

     — Lo mismo que a Faddei- no soltó lágrimas, ni sollozos, su voz al decirlo fue tan fría que solo atiné a liberar una pequeña risa nerviosa al desconocer totalmente al chico que había hablado. A pesar de eso me dolió cuando se alejó de mí con la mirada gacha—. Entiendo si no me quieres cerca...tienes razón...en verdad no quería hacerle daño a nadie...yo...solo...- lo vi apretar los puños sobre sus rodillas, tenía los nudillos blancos y temblaba, aun así se negaba a soltar las lágrimas que estaba conteniendo.

— Yalek- me acerqué depositando un cálido beso en sus labios— preferiría estar muerto antes que alejarme de ti.

___________________________________________________

Hola...

Bueno, creo que ya era momento de que fuera Aki el que se cayera de la cama...ok no...

Bueno, ya que no me quieren decir sus teorías conspiranoicas les daré una pequeña ayuda...
Las respuestas se ocultan más expuestas que la luz, las palabras toman formas que nadie se esperaría, las cosas se uercen, las mentes cambian de lugar y las sombras de unos se convierten en los fantasmas de otros...

Si les gustó el capítulo pueden compartirlo con sus amiguit@s...y si no...pueden compartirlo con sus no amiguit@s y a tomar por saco...

Nos leemos luego...