[Nota de la autora:
Este capítulo es atemporal a la historia
y no afecta en el desarrollo de la misma.
Es el pensamiento de Aki,
para que lo conozcan un poco más...
¡Feliz Día del Amor y la Amistad!]
Y ahí estaba yo. Como otras tantas veces estaba tratando de encontrarle el sentido a mi exitencia, miles de preguntas y dudas rondaban mis pensamientos, pero algo tenía seguro, mi vida entera pertenecía al chico de orbes verdes que practicaba lanzandole cuchillos a una indefensa lagartija que corría espantada; podía ver que fallaba a proposito, a él nunca le ha gustado matar, mucho menos a un animal libre de toda culpa; de todas formas no dudaba de que si fuera necesario la cortaría a la mitad con un solo movimiento.
Contemplando esa escena sólo podía pensar en las cosas que habían pasado, él me había salvado la vida y no solo eso, también me dio una nueva oportunidad y me enseño todo lo que sé, él me convirtió en lo que soy.
Desde lanzar cuchillos a pelear sin armas y disparar desde la distancia, pero lo que más le agradecí fue que me enseñó a querer, no sólo por sentir empatía con otra persona, no solo por no sentirme tan solo en el mundo. Me enseñó que el cariño sincero existe, que hay alguien que es perfeto para ti y sin importar lo que hagas tu corazón se volverá loco solamente con esa persona.
Hay algo que se llama Amor y es lo más hermoso que pudo haber existido en el universo.
El amor es tan fuerte que puede hacer que la tierra misma vibre por él, las piedras bailan y los mares se vuelven fuentes saladas, pero es tan sutil que apenas lo sientes revoloteando a tu alrededor como la mariposa más bella de todas.
Nos deja ver la belleza que hay en todo y una vez que lo conoces es imposible que puedas vivir sin él, porque es una droga y una medicina, es el sol de media tarde calentando tu cuerpo y tu alma con suaves caricias ardientes.
Cuando amas a una persona basta su presencia para olvidar todas las penas que atañen a los seres, pero la ausencia en más amarga que la hiel, te corta la respiraión y te duele en las manos; pero por eso el amor es como una yerba fresca, pica y endulza por igual, te entrega el dulce y delicioso nectar que posee, pero si no tienes cuidado y cometes un mínimo error tendrás una espina clavada en el corazón por toda la vida.
Los amores no se olvidan. Se intentan superar pero siempre estarán presentes las cosas que amabas de alguien, nunca encontrarás a otra persona igual, incluso si al final recuperas a esa persona todo será diferente. Las cosas no son iguales dos veces te arrepientes y lamentas no haber valorado lo que tenías, pero el amor también es alegrarse de la felicidad del otro. No voy a decir que no duele, te enojas y entristeces, pero también te conforta el hecho de que las cosas le vayan bien a esa persona que te dio tantos momentos a su lado, buenos y malos, pero al final estaba ahí.
Mientras divagaba en mis pensamientos el ojiverde había dejado de aterrorizar a la lagartija y me miraba con una sonrisa deslumbrante mientras recogía sus cuchillos del piso guardándolos en el cinto de su pantalón. Se alzó acercandose a mí para envolverme en un abrazo. Aún no puedo creer que tuve que esperar 13 años de mi vida para recibir abrazos de esa forma.
— Aki- hice un sonido para que supiera que tenía mi atención— ¿quieres que termine de contarte la historia de la última vez?- asentí disfrutando de las caricias que daba en mi cabeza, tomó mi mano haciendo que me levantara y lo siguiera a través de la puerta hacia alguna de las habitaciones, no me importaba a dónde ibamos, pero algo me dijo que no ibamos a nuestro cuarto cuando pasamos de largo las escaleras—. Te la contaré pero primero debes terminar tus quehaceres.
Bufé, no importaba que fuera el lider de la agencia de espionaje más importante del mundo, ni que fuera el criminal más buscado a mis 13 años, siempre terminaba haciendo quehaceres gracias a él y mi gran amigo Hernández que siempre me avandonaba a la hora del castigo. Me molestaba un poco eso, pero terminaba haciendolo porque así él era feliz y yo disfrutaba de su compañía mientras que lavaba o limpiaba lo que hiciera falta, además de la recompensa que siempre obtenía después.
Las tardes con él pasaban entre risas y bromas, pero poco a poco su imagen se iba volviendo solo un recuerdo borroso que se mezclaba con el ya conocido techo de mi celda. Poco a poco abrí los ojos y sin siquiera mirar el reloj supe que eran las 5:00 am, intenté girarme pero un peso sobre mi torso me lo impidió; de no ser porque se removió un poco hubiese pensado que era una manta mal acomodada lo que tenía encima.
Miré al chico que dormía apasible sobre mi pecho, y entonces lo vi, el amor no solo hace maravillas con las personas, el amor derriba fronteras y no solo políticas o geográficas; mi amor había destruido las fronteras del tiempo espacio y las probabilidades, la prueba de ello era la identidad del niño dormido.
Después de llegar aquí nunca me hubiera imaginado siquiera tener la posibilidad de conocer al hermano de mi amado, ese al que debía haber visto la tarde en que lo único que había obtenido era la destrucción total de mi vida; pero ahí estaba, el chico de ojos verdes y piel ceniza respirando tranquilamente el mismo aire que yo.
La bella imagen me dejo entender más cosas. Cuando amas te preocupas por el otro, sin importar la fortaleza que demuestre para tí es como la flama de una vela que podría apagarse con el más mínimo soplo; pareciera que si cierras lo ojos apenas un instante se puede detener el reloj.
El amor es magia, alegría, dolor, ilusión, tristeza, verdad, encanto, calor, frescura y una mezcla de emociones todo el tiempo.
El amor es porder tener a Yalek a mi lado, y esta vez, no planeaba perderlo...
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Hola...
Sé que les debo un capítulo pero esque les estaba preparando este especial, que espero que les guste mucho...Un poco del pensamiento de Aki para que lo conozcan más...
Va dedicado a:
Si les gustó el capítulo pueden compartirlo con sus amiguit@s...y si no...pueden compartirlo con sus no amiguit@s y a tomar por saco...
Nos leemos luego...
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Los Recuerdos Duelen [BL]
Novela JuvenilDos chicos entraron a mi vida, demasiado parecidos para ser cierto, sobre todo porque yo vi morir a uno de ellos... "No puede ser, después de tanto tiempo, ambos terminaron en mis brazos; las posibilidades son muy pocas, hay un mundo entre nosotros...