~No sé lo que viste~

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— ¿Yalek?- traté de levantarme y para mi sorpresa no me costó absolutamente nada, pensé que el efecto de la droga ya había pasado, acercándome lentamente a mi pequeño que lloraba desconsolado en la esquina de la celda, comenzaba a hacerse daño con sus uñas en la blanca piel de sus brazos, estaba demasiado mal. Me arrodillé a su lado, pero en lugar de calmarse y dejar que lo estrechara en mis brazos su llanto aumentó encogiéndose más sobre sí mismo, alejándose de mí—. Joder Yalek, ¿qué pasó?- lo jalé hacia mí sintiéndome culpable por ponerlo en esa situación, yo lo había provocado pensando que así lo alejaría un poco del peligro, en cambio, lo tenía llorando sin dejar que lo consolara como normalmente hacía.

     — A...Aki...ma...- sus sollozos se tragaron las palabras que no estaba seguro de querer escuchar, había muchas cosas que podía haber hecho Choihyung para poner a mi chico tan mal, pero no quería creer que le había hecho algo, aun así me era imposible pensar en que Yalek le hubiese hecho algo al chico de cabellos negros.

— Yalek, tranquilo- acaricié su cabello apegándolo más a mi pecho, todo su cuerpo temblaba en mis brazos mientras que las gotas saladas no dejaban de escurrir empapando su rostro. Se abrazó a mi cuello pero antes de que pudiese hacer otro movimiento para seguir consolándole me empujó con más fuerza de la que hubiera podido imaginar que tenía separándose y volviendo a aferrarse a sí mismo.

     — Aléjate de mí Aki- trate de acercarme nuevamente, pero me lo impidió con la voz quebrada, solo entonces me di cuenta que seguía con droga en mi sistema, ya que mis piernas se movieron por sí solas avanzando unos cuantos pasos hacia atrás, mientras yo observaba impotente a mi pequeño desmoronándose a la distancia.

— P...

   — Si no dejas a mi bro acercarse está bien, pero te chingas porque yo no soy como él- la voz de mi amigo me interrumpió, recordándome que el moreno había estado observándonos todo ese tiempo, se colocó a su lado y posó una mano en su hombro; realmente supliqué que él pudiera calmar aunque fuese un poco a Yalek, pero el castaño derrumbó mis esperanzas con tres palabras.

     — ¡Tú también aléjate!- a pesar de los sollozos y las lágrimas fue una orden clara que mi amigo no pudo negar.

   — A la verga- lo soltó y se puso a mi lado sin darle mayor importancia. Nos miró con los ojos rojos y cristalinos, destrozándome con esa pequeña mirada perdida que tenía, con ese llanto provocado por mis acciones.

     — Lo siento...- apenas fui capaz de escuchar su murmullo, pero lo conocía, sabía que se estaba rindiendo. Mi pulso se aceleró al pensar en lo siguiente que haría, no tenía idea de si había recuperado el frasco, pero no quería averiguarlo, no si era a costa de la vida de Yalek—. Se bondadoso...se cuidadoso...cumple tus promesas...- no sabía si se dirigía a mí o era para sí mismo, solo quería detenerlo, solo quería mantenerlo a salvo—. Me temo que no puedes cumplir tu promesa Aki...

Como si hubiera sido un rayo las palabras llegaron a mí, «No dejaré que nada te pase» «Cumple tus promesas». Como si hubiese sido un reflejo estiré el brazo arrebatándole el frasco, agradecía ser mucho más rápido que él y que mi amigo también lo fuera. No tenía ni idea de lo que había ocurrido, creí que lo vería morir frente a mí, pero realmente no importaba lo que sucedía, lo había detenido a tiempo y el moreno lo sujetaba por las muñecas contra la pared.

     — ¡No¡- gritaba y se retorcía en vanos intentos por soltarse— ¡Déjenme!- sonaba desesperado, lo que solo hacía que me pusiera aún más ansioso por recuperar todos los frascos y evitar que se hiciera daño.

 — Lo lamento, pero no pienso hacer eso- al parecer mi amigo y yo teníamos la misma misión, con las mismas palabras. Yo me encargué de recuperar los frascos mientras él lo mantenía contra la pared.

     — ¡No hagas eso!- cada vez sonaba más molesto—. Suéltame ya...

   — Quédate quieto, que una jaqueca es lo menos que te va a quedar si yo te desmayo- sabía lo bruto que podía llegar a ser mi mejor amigo y no quería que Yalek terminara con contusiones por no quedarse quieto, así que me apresuré a sacar todos los frascos, asegurándome de tener cinco y que no quedara ninguno otro entre sus ropas, me iba a cuestionar cómo es que no los había notado antes hasta que me di cuenta de los grandes huecos que quedaban entre su cuerpo y la tela. Dejé de contemplarlo cuando se volvió a retorcer tratando de liberarse.

— Tápale los ojos.

   — ¿Qué crees que tengo pinches tres manos?

— Wey quítate el suéter- pareció pensarlo un poco pero al final se quitó la prenda sujetando a Yalek con el pie sobre su pecho y una vez hecho eso lo colocó sobre su cabeza. Sólo quería que no pudiera ver dónde pondría los frascos, pero el taparle los ojos hizo que dejara de luchar, encogiéndose y temblando al instante, solo hacía pequeños movimientos con sus brazos tratando de tirar lo que cubría su cabeza.

     — De...déjame salir...déjame...- su voz se quebraba sonando desesperada y llena de miedo—. Por favor...de...por...por favor...-. Me apresuré a colocar los frascos en un escondite que tenía en el piso del que estaba seguro que Yalek no sabía nada, me acerqué a él indicándole al moreno que lo soltara, retiré la prenda de su rostro colocando mi mano en su mejilla y analizándolo para ver la gravedad de su estado. Sus ojos estaban abiertos mirando a un punto fijo en el piso— por favor...no...- apenas eran susurros los que salían de sus labios, pero parecía no estar tan perdido. Levantó la vista encontrándose con la mía y sus lágrimas volvieron a correr por sus mejillas; me limité a estrecharlo a mi pecho siendo consciente de que no estaba del todo bien—. De...debes...yo...no...qui...a...Aki...so...soy malo...- balbuceó sin fuerzas contra mi piel.

— No puedo creer las mentiras que salen de tu boca- recorrí su espalda en movimientos suaves para calmarlo, sabía que su estado tenía que ver con Choihyung, pero estaba demasiado mal, no podía entenderlo— Yalek, no sé qué viste y en verdad lamento que hayas tenido que verlo por mi culpa; pero sé que no eres malo- lo jalé un poco más hacia mí sintiendo sus gimoteos sobre mi pecho.

     — Lo maté...

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Hola...

Emmm...no tengo mucho que decir...así que...

Si les gustó el capítulo pueden compartirlo con sus amiguit@s...y si no...pueden compartirlo con sus no amiguit@s y a tomar por saco...

Nos leemos luego...

Los Recuerdos Duelen [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora