~Juegos~

13 5 3
                                    


Su sonrojo no se hizo esperar mientras volvía a bajar la mirada para luego reacomodarse en mi cuello y seguir mordisqueando mi piel, jugando con mis terminales nerviosas y pasando la punta de su lengua entre mordidas, me estiré para darle más acceso, su posición sobre mí era como ver un gato disfrutando mucho de lo que estaba haciendo, la verdad es que yo también lo estaba disfrutando mucho. Recorrió con mordiscos todo mi cuello dando pequeños besos y lamidas de vez en cuando.

     — Tu piel es muy suave...

— Me sorprende, deberías notar las cicatrices- me avergoncé un poco al pensar en las marcas que cubrían la mayor parte de mi cuerpo, y en las pocas zonas "limpias", en realidad simplemente estaban más desvanecidas que el resto.

     — Si...ahí están...pero apenas se notan...- un suave contacto sobre mi piel me dio calor y me preocupó al mismo tiempo, no sabía si estaba aceptándolo o evitando las marcas pálidas sobre mi piel, comenzaba a desesperarme la incertidumbre de mis pensamientos.

— Si, lamento si te molesta- en ese momento sentía la vergüenza que me era tan ajena normalmente, colándose por mi cuerpo, no podía estar más apenado por algo que no me había importado en lo más mínimo durante toda mi vida, ni siquiera era el hecho de que pudiese verlas, o que se incomodara, me sentía mal porque los recuerdos de Alva volvían a restregarme en la cara que jamás habría alguien como él, quien me entendiera y no me juzgara por ser un crío con un pergamino de dolor en la piel, al contrario, terminó siendo como una pequeña competencia entre los dos; pero Yalek no era Alva, había demostrado que eran demasiado diferente y me sentía intranquilo con ese hecho.

      — ¿Por qué habrían de hacerlo Aki?...- lucía confundido pero una se esbozó una tenue sonrisa en sus labios— e...eres...eres magnífico aun así...- el rubor se presentó en sus mejillas con el tono carmesí que lo caracterizaba haciéndome sonreír.

— Yalek...- le llamé en susurros.

     — ¿Q...qué ocurre Aki?...

— Mírame- hable sin pretender que sonara a un orden, pero mi voz de mando era casi constante e inconsciente, alzó la vista hasta mis ojos y el color de sus mejillas aumentó considerablemente, no resistí el impulso de pasar dos dedos delineando su mandíbula subiendo a sus labios con un suave movimiento para atraerlo como si mis yemas fueran imanes para él, cuando lo tuve cerca reclamé sus labios como míos, él era completa y solamente mío, cada una de sus características me pertenecían y yo lo adoraba de esa manera, aún con sus inseguridades y su espíritu derrotado ante la vida, si buscaba cambiar su forma de pensar era solamente para demostrarle lo hermoso y maravilloso que era ante mis ojos, y por lo tanto, ante los ojos del mundo.

Me reafirmó mis ideas al corresponder al beso con movimientos inexpertos, esos movimientos tan inocentes que me hacían soñar con escenarios donde pudiera ser libre con él. Yo era libre, pero la posibilidad de que Shima me dejara sacarlo a él de esas grises paredes era una fantasía casi imposible. Delineé su labio con la punta de mi lengua y sonreí al encontrarme con el camino libre a su interior para comenzar una danza con su lengua que poco a poco aumentó de nivel hasta convertirse en una lucha por el dominio de la cavidad ajena. Sonreía por sus intentos de seguir mi ritmo y coloqué una de mis manos en su nuca para guiarlo y ayudarlo un poco en su cometido, se alejó respirando dificultosamente, muy a mi pesar lo dejé tomar aire.

     — A...Aki...- su voz era un jadeo discontinuo que me negué a seguir escuchando al volver a unir nuestros labios en un beso apasionado y necesitado, él se dejaba hacer y yo no podía sentirme más complacido de que me diera el control sobre su persona; estaba consciente del estado de ambos y no quería preocuparlo, mucho menos ponerlo en riesgo.

Los Recuerdos Duelen [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora