The Fight Club

Capítulo 9

“Confesiones”

Centro comercial.

Jimin y Suga habían entrado a un salón de belleza para ambos sexos. Se podía notar lo tenso que Suga estaba, tal vez ver a mas mujeres que hombres lo ponían en una situación incomoda algo que a Jimin le parecía gracioso.

—No te burles ¿Quieres? No te gustaría estar en mi lugar.

—Pero si estoy aquí contigo.

—Si pero no te harás nada en ese cabello así que callate —Se cruzó de brazos.

—¿Antes te habías pintado el cabello?

Suga lo pensó unos segundos y asintió haciendo un pequeño puchero, a Jimin le entró un poco de curiosidad así que siguió preguntando.

—¿Qué color?

—Varios.

—¿En serio? Wow, debe ser increíble.

—Jamás pensé que volvería a hacerlo.

Jimin estaba a punto de volver a preguntar cuando un chico de unos veinte años se acercó a ellos.

—Hola queridos, ¿Qué se van a hacer en sus lindas cabelleras? —Tocó rápidamente unos mechones de cabello de ambos chicos.

—Él quiere un nuevo tinte de cabello —Fue Jimin quien habló por Suga, el pelinegro seguía un tanto incómodo.

—Oh ya veo, ¿Qué color deseas? Bueno viendo tu piel es accesible a cualquier color —Acarició el brazo del mayor que lo miró un poco asustado.

—No te preocupes, esta nervioso —Jimin sonrió dándole confianza al joven estilista.

—Entonces lindo, ¿Qué color quieres? —Sentó a Suga enfrente de un espejo poniéndole lo necesario para no mancharlo.

Suga lo pensó un poco sin saber que color ponerse, no quería cambiar su color, le gustaba el negro porque...

Fue el último color que Zico le puso.

—Suga —Jimin despertó al pelinegro de sus pensamientos viéndolo un tanto asustado— ¿En verdad quieres hacer esto?

—T-Tengo que hacerlo, Rap Monster lo ordeno.

—No puedes hacer algo que no te gusta, ¿Por qué no lo piensas mejor?

—¡NO! —Levantó la voz sorprendiendo al estilista y a Jimin— lo quiero rubio.

—Muy bien —sonrió nuevamente el estilista para ir por el tinte.

—No te veo muy convencido de esto —Jimin sabía que algo andaba mal con el pelinegro.

—Ese no es tu problema, es el mió.

—No deberías cambiar solo porque te lo ordenaron.

—Lo hago porque no quiero ir a la cárcel, no podría vivir en ese lugar.

—Creo que es mejor que el club de la pelea.

—Jimin...

—La cárcel te hace que pienses en todo lo malo que has hecho, que estas encerrado por el daño que cometiste y el club de la pelea es un lugar oscuro, si sales es para herir, hacer mucho daño, olvidarte de tu verdadero yo.

—No trates de usar terapia barata conmigo.

—Solo trato de ayudarte.

—¿¡POR QUÉ LO HARÍAS!? —La gente del salón miró la escena de ambos jóvenes.