Capítulo 24

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Antes de comenzar con el capítulo, este será diferente ya que Yoongi narrará, dicho esto, las dejó con el último capítulo de esta mini historia.

“Te amaré siempre
Última parte

30 de diciembre. Desde el día de navidad no había salido de la casa de Ji-ho, había tomado por vivir juntos estos días, tal vez estaba siendo un poco desobediente con el club de la pelea pero no quería ir a otro lugar donde Zico no fuera.

— Yoongi, voy a ir a comprar algunas cosas, ¿Vienes? —Me preguntó asomando su cabeza a la puerta de la habitación.

—Eh... Claro.

Salimos del apartamento dejando a Sarangi en casa, subimos al auto para dirigirnos a una tienda de víveres cercana.

—Llevaré algunas cosas que mamá pidió para mañana.

—¿Tu madre? ¿Vendrá otra vez?

—Si —sonrió tomando una canasta— estaba triste por no verme en navidad así que vendrá mañana junto con mi padre... Mi hermano eh.

—¿Tienes un hermano?

—Lo dije el primer día que me presenté, oh espera, dije que él no importaba ¿Cierto? —rió un poco recordando ese momento— bueno, mi hermano no podrá venir, dijo que tenía que irse de viaje.

—¿Tú hermano también viaja por el mundo como tu?

—No —Dijo un tanto desanimado tomando algunos productos que necesitarían.

—¿Entonces...?

—Nos llevamos bien, pero estos días creo que ha andando algo celoso de mis logros, y aunque mis padres le dicen que él también es genial, inteligente, se resiente porque es mayor por dos años.

—Wow, debe pesarle un poco, tú eres prácticamente perfecto, el pobre se ha de sentir mal.

Sentí un golpe con el empaque de carne en el rostro, vi como Zico seguía caminando con la canasta, suspire, tal vez esas no eran las palabras correctas.

—¡Zico! No quise que malinterpretaras lo que dije —Me puse a su lado pero el peliazul seguía serio— no te enojes, jamás te vi así de serio.

—No estoy molesto —Explicó— es solo que probablemente tengas razón, yo jamás creo que le he dicho lo perfecto que es, porque él es genial y siempre fue mi ejemplo a seguir, ¿Quién sabe si el día de mañana yo tendré éxito? Él lo tiene, porque pronto se va a graduar y es muy reconocido en el instituto en el que está.

—Ya entiendo.

Salimos del pequeño local para regresar al auto, al entrar Zico volvió a manejar por la carretera hasta regresar al apartamento, miré por la ventana a un hombre cerca de los apartamentos de soltero, se me hacía conocido pero no podía recordar.

—Ayudame con las bolsas, por favor.

Bajé del auto abriendo la parte trasera para sacar las bolsas y dejarlas en el comedor para luego ordenarlas.

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