6 Bruto Desconsiderado

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Valla, al parecer lo único de lo que debía avergonzarme era el que haya hecho una de mis pataletas, hacer que Connor tuviera que traerme a su casa (debido a mis pataletas), y quitarle la cama a Connor.

Me había quedado meditando eso un rato después de que me lo dijo de malas ganas y con tono burlón.

- Yo... Oh cielos, de verdad lo siento, no merezco que seas así conmigo, gracias por no dejarme tirada, juro que no volverá a suceder, de verdad lo siento mucho...

- Tranquila, a quien le debes agradecer que te haya dejado quedarte es a Gaby, de no ser por ella te hubieras ido con tu novio. Así que tampoco te disculpes conmigo, disculparte con él por haberte ido con tu ex en vez de con él. - me interrumpió mientras me disculpaba.

No me molesté ni en fingir que lo que me dijo no me dolió, por lo que me paré derecha y cambié mi cara automáticamente a una más seria.

- Yo lo llamaré ya para que me venga a buscar. - dije firme.

Esas simples palabras lograron desarmarlo, y también adoptó una cara más hostil.

- Bien. - dijo.

- Bien.

- Bien. Puedes ducharte, ya sabes dónde está todo y aprovechando puedes llevarte la ropa que tienes aquí. - masculló.

Auch.

- Gracias. - murmuré con voz rota. Él se dio cuenta de lo duro que fue, y cuando hizo el amago de acercarse, empecé a caminar hacia su pieza. - Tomaré una ducha. Me iré lo antes posible.

No dejé que se acercará ni que me hablara porque me fui lo más rápido posible.

Revisé en sus cajones donde estaba mi ropa acomodada junto a la suya... No era tan poca, así que de nada me serviría llevarmela hoy, porque era mucha como para eso. Saqué unos shorts vaqueros y una polera crema suelta más mis sandalias que tenía allí.

Tomé mi teléfono y marqué.

- ¿Diga? - contestó una voz adormilada.

- Danny, levanta tu trasero de la cama y ven a buscarme en un rato, me ducho y estoy.

- ¿Sigues en casa de Connor? - me preguntó aún dormido.

- ¿Y a donde más iba a estar? - bufé molesta.

- No te molestes conmigo, que la que tomó de más fuiste tú. - me acusó.

Suspiré.

- Lo sé, lo lamento.

- Vale, yo en cuarenta minutos estoy ahí, ¿bueno?

- Okay. Nos vemos. - corté desganada.

Entré al baño y me quité la ropa de Connor que por cierto olía mucho a él, casi como si hubiéramos dormido juntos, pero eso era imposible, porque él me odia, y está con Gaby, que aunque no lo admita en voz alta es una chica guapa, inteligente, y muy buena... Estoy segura de que ella lo hará feliz... Así como no lo hice yo.

Quité el olor de la cerveza y los licores, y por mucho que me doliera, también quité su olor de mi cuerpo.

Cerré el agua fría que cubría mi cuerpo caliente, y salí de la ducha. Pero claro, como mi suerte no fuera suficientemente mala, tuve que ir en toalla a la pieza porque me dejé mi ropa olvidada.

Me puse la ropa interior, le quité desodorante a mi ex novio, y me puse mis shorts, iba a tomar la polera cuando Connor entró hablando por teléfono.

Se quedó tensó mirando mi abdomen, luego mi pecho que solo estaba cubierto por el sujetador.

Se escuchaba como la voz al otro lado del teléfono hablaba exigiendo atención, pero yo lo sabía, en ese momento la mayor atención estaba puesta en mí.

Cortó la llamada sin consultar del otro lado, y me quedó mirando.

- Lo siento, no sabía que... Quiero decir...

- Tranquilo, no es como que no me hubieras visto ya. - le corté de manera fría. - Además, yo soy la intrusa aquí, no tienes de que disculparte. - murmuré para luego ponerme la polera sabiendo que él mantenía la mirada fija en mí. - Ah, casi se me olvida, hay mucha de mi ropa aquí, ¿te molesta si me la llevo en otro momento? - pregunté como si nada.

- Sabes la respuesta. - murmuró apenado.

- ¿Te molesta o no? - insistí.

Me miró dolido aún creyendo que era él el que debía sentirse mal con el otro.

- Puedes llevarte tu ropa cuando más te acomode. - susurró al fin.

- Ok, gracias.

Nos quedamos un rato callados mientras estábamos parados allí en medio de la habitación, hasta que se decidió por hablar.

- Ah, bueno, venía a avisarte que preparé café y tostadas con palta. - dijo mirándome a la cara al tiempo que se ponía rojo.

En cualquier caso le hubiera dicho que no, pero sé cuanto odia machacar las paltas, lo que significaba que lo hizo en modo de disculpas por lo duro que era conmigo.

- No tenías por qué. - murmuré recordando ayer cuando me defendió sin pedírselo yo, y cuando curé su ceja. - ¿Qué tal tu ceja? - pregunté.

- Ni siquiera duele... ¿bajamos a comer?

- Está bien.

Comimos en silencio al contrario de como hacíamos siempre entre besos y risas, pero por mucho que me doliera, ya nada podía hacer. Él y yo ya nos habíamos encargado de arruinar todo lo bonito que teníamos con estas inseguridades, malos entendidos y orgullo.

De nada importaba ya si justo en estos momentos moría por besarlo... Ya simplemente no importaba lo que él o yo quisiéramos, porque ya nada era lo que fue, no volvería a serlo.

- Ammm, creo que entre esta semana y la otra puedo venir a buscar mis cosas.

- Ah, claro, sí... No te preocupes. - dijo claramente sorprendido. Los dos habíamos estado callados un buen rato y yo no había notado que antes de hablarle él estaba ensimismado pensando en otras cosas.

Cuando terminamos de desayunar, el fue a ducharse y cambiarse de ropa, y yo aproveché de lavar la loza, ya que sabía que a él nunca le había gustado.

Sabía que él era un bruto desconsiderado que no merecía esto que hacía yo por él, pero no podía decir que no lo amaba, estaría mintiendo. Lo amo mas que​ a nada, pero debía irme de esa casa antes de que ya no quisiera hacerlo.

Tomé un papel y escribí;

Gracias por el desayuno y la ayuda de ayer, espero no haber sido realmente un problema.

Cuídate,
Jessica.

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Bueno, espero que les haya gustado este capítulo, porque de verdad hoy no tenía muchas ganas de escribir por problemas familiares.

De todas formas no dejen de votar, comentar y decirme lo que opinan, por favor.

Nos leemos!!!


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