Porque te quiero... {Flozmin}

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PDV Jazmín 

Me desperté como a las 7 y debo confesar que me costó demasiado levantarme y dejar a Flor durmiendo, pero se veía tan hermosa que también me dio cosa despertarla, y como le había dicho tenía que ir a hacer unos trámites. 

Uno de ellos era ir a pedirle las llaves de la casa de Tigre a mis viejos porque hacía poco habían tenido que cambiar la cerradura entonces yo no tenía las llaves.

Llegué como a las 8 a la casa de mis viejos y mi mamá se re sorprendió cuando me vio, primero porque casi nunca vengo, para no molestarlos, y segundo porque es muy temprano para que este levantada, según ella. Desayuné con ellos y en cuanto me dieron las llaves me fui a pagar algunas cuentas de mi departamento porque no quiero terminar sin luz y sin agua como en el hotel. 

Cuando terminé con todos mis trámites mañaneros fui hasta el puerto de Tigre, me tomé la lancha y me fui a la casa de Tigre. 

Como era de esperarse está todo lleno de polvo, me puse a limpiar mientras escuchaba algo de música y bailaba de vez en cuando, hasta que recibí una llamada de Flor. 

Aparentemente Elena echó a Gerónimo de su casa o no sé que onda pero el pibe me estaba esperando en el hotel, pero ni voy pedo voy a ir corriendo a buscarlo cuando él es tan compinche de Elena, y menos cuando le dije clarito a Elena que le diga a él que no lo quería ver. Pero ahora que está acá no lo puedo dejar en la calle, en un primer momento le había prometido que se iba a quedar conmigo así que voy a cumplir mi promesa, pero a la noche cuando vuelva. 

Terminé de limpiar la cocina y ya se había hecho la hora de comer y no me di cuenta hasta que no me hizo ruido la panza en señal de que le faltaban alimentos.

En una época en la casa de al lado tenían un huerta y vendían frutas y verduras, así que esperaba que todavía vendieran porque acá no había nada y yo no había traído nada tampoco.

Fui a ver qué onda y efectivamente seguían con su negocio clandestino de comida, y digo clandestino porque técnicamente tendría que comprarle a la lancha que pasa cada hora, pero no quería esperar.

Fui compré y volví, pero cuando volví casi me desmayo, de la felicidad obvio. 

J: ¿Flor? 

En cuanto escucha mi voz se da vuelta hasta dónde yo estoy. 

F: ¡Sorpresa! - se ríe - ¿Fuiste a comprar?

J: Sí, fui a comprar algo para comer, porque acá no hay nada - me acerco a ella - ¿Cómo llegaste?

F: Javo me hizo un mapita – saca un papel del bolsillo – Te digo que es un buen GPS.

J: Por lo que veo sí - me río - ¿Llegaste bien?

F: Sí, pero me asusté cuando golpeé la puerta y no había nadie.

J: Justo salí - me río - ¿No te lo aguantaste más a Gero y te viniste para acá?

F: No, ni lo vi a tu amigo.

J: ¿Entonces? ¿Qué te hizo viajar 2 horas para llegar hasta acá?