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PDV Flor


Después de ese brindis que hicimos Jaz y yo con Vir y Javo, salimos de la cocina al encuentro con mis otras hermanas, que estaban embobadas con Santi que corre de acá para allá con sus regalos, y que cada vez que recibe uno nuevo deja el que tiene en las manos tirado por ahí.

Y cuando digo que están todas embobadas con Santi incluyo a Lucía, obviamente, que está particularmente amigable con el nene, lo cual es raro porque hasta donde yo sabía no quiere saber nada con los infantes.


Me acerco a ellas, con Vir y levanto mi copa.


F: ¿Chin chin?

L: ¿Motivo?

Y ahí está la Lucía que todos conocemos.

F: Porque es Navidad, la primer Navidad que pasamos las 5 juntas y espero que no sea la última.

M: Por papá, que a pesar de todas las cagadas que se mandó con nosotras, hizo algo bien.


De la que menos me esperaba que nombrara a papá, era de Miranda.


V: Estamos acá gracias a él, así que brindemos por él en dónde sea que esté... sé que está bien y que nos está mirando.

L: Suena re creepy eso de que nos está mirando - se ríe.


Todas sabemos que ese esa es su manera de esconder sus sentimientos y ya la conocemos, por lo cual seguimos con nuestro brindis sin darle importancia a ese comentario.


Las cinco levantamos las copas.


M: Yo brindo por papá.

C: Yo por... por este hotel.

V: Yo brindo por nosotras.

F: Brindo por el amor - sonrío.


Todas la miramos a Lucía porque es su turno de hablar.


L: Yo brindo por mí.


Virginia y yo revoleamos los ojos, pero en realidad no nos sorprende para nada ese brindis, al menos a mí.


Nos miramos a los ojos a medida que vamos chocando las copas unas contra otras.


F: Lo digo ahora que están medias distraídas así no me hacen quilombo, la semana que viene me voy de vacaciones.

L: ¡! ¿Con permiso de quién?

V: No necesita tu permiso, ya es grande y puede hacer lo que quiera y cuando quiera.

Porque te quiero... {Flozmin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora