Porque te quiero... {Flozmin}

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PDV Jazmín 

F: ¿Queres que te peine?

La miré por unos segundos, le di el peine, me puse crema para peinar y me senté en la punta de la cama. Ella se arrodilló atrás mío y empezó a pasar el peine por mi pelo.

J: La que se va a quedar dormida ahora soy yo – me río.

F: No, por favor, me debes una cena y una película.

J: Tenes razón, aunque para la cena voy a tener que ir a comprar algo porque como dije hace un rato, no hay nada acá.

F: Después vemos que hacemos.

Cierro los ojos y no sólo porque me esté quedando media dormida, sino porque me encanta que me toquen el pelo. Sigo con los ojos cerrados hasta que siento un beso en el cuello, doy vuelta la cabeza para mirarla y ella me besa.

PDV Flor

Saqué valentía, no sé de dónde, y di el primer paso, primero le beso el cuello suavemente y cuando ella se da vuelta le como la boca. Jazmín se para, se arrodilla en la cama de la misma manera que yo y así es cómo quedamos una enfrente de la otra.

Yo la miro y ella me mira, siento que está esperando a que yo de el primer paso para todo, porque no me quiere obligar a nada.

F: Te amo.

J: Yo también - me dice con una sonrisa de oreja a oreja.

Acaricio su mejilla, ella se baja la bata hasta los hombros y cuando yo empiezo a bajar mi mano por su cuello ella se abre la bata y se la saca, agarra mi mano y la lleva hasta uno de sus pechos. Su mirada sigue clavada en mis ojos mientras que los míos están acompañando el recorrido de mi mano.

Con su ayuda me saco el vestido, que me puse hace unos minutos, y ella acaricia mi espalda desnuda mientras besa mi cuello.

Jazmín me empieza a recostar en la cama, ella queda arriba mío, termina el beso para mirarme a los ojos:

J: ¿Estás bien?

F: Más que bien - le sonrío - No te preocupes por mí.

J: Me preocupo porque no quiero que hagamos nada que vos no quieras hacer, y quiero que este cómoda y segura.

F: Quedate tranquila – ella niega con la cabeza y cuando está por decir algo la calló con un beso

PDV Jazmín

Las caderas de Flor comienzan a moverse de forma inconsciente, creo yo, mientras los besos son cada vez más húmedos y demuestra la pasión del momento. De un momento a otro Flor abrió sus piernas de modo que me puedo acomodar mejor entre ellas.

Mis manos recorren su cuerpo desnudo, masajeo suavemente sus pechos y la vuelvo a mirar a los ojos.