Capítulo 5

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Unas lágrimas traicioneras caen, siento como mi corazón quiere salir y huir por verlo. La piernas comienzan a temblarme y las manos a sudar al igual que mi frente. Tengo miedo de que me haga daño, Demon dijo que me protegería, pero no me tengo que hacer ilusiones con sus palabras.

Es el mismo tipo que mató a un simple señor en trance que solo quería drogas. Es el cómplice o amigo del hombre quien dijo que me protegería. Demon le dijo que el se encargaría de mí.

Recuerdo que Demon me dijo que me estarán vigilándome. Al recordarlo mis lágrimas atacan con fuerza como un torrente de agua.

—¿Qué haces aquí?—digo con cautela. Mi voz suena patética e indefensa.

—Por ese moretón que te cargas, Demon debió haberte visitado— dice casi sarcástico. Se que se refiere de que me estarán vigilando como si fuera una criminal, cuando en realidad ellos deberían estar muy vigilados.
Tenía maquillaje en el pómulo, no soy experta en que se cubra muy bien... pero la verdad lo hice bien ya que nadie más lo noto (bueno en los últimos dos días no he dirigido palabra con nadie excepto con Derek y Rick).

—¿¡No me recuerdas!?— dice con entusiasmo levantando las manos al cielo.

—Claro que te recuerdo— digo entre dientes. El coraje empieza a irradiar por todo mi cuerpo. El miedo se a ido, tomando el lugar la ira.

—Ven aquí... tenemos que hablar— suena serio. Ni siquiera me acercaré con el, no hablaré con el para eso ya lo hizo Demon dejándome un hermoso recuerdo. Se que me golpeará, algo me dice que el "hablar" viene siendo golpes en vez de palabras.

—Ni en un millón de años hijo de puta— refunfuño dándole la espalda para largarme de aquí. Toma de mi codo jalando con fuerza, pero me niego a ir con el. La furia sigue en mi, el miedo no ha regresado (gracias a Dios).

—Déjame pinche puto— hablo mi hermoso idioma español, insultándolo con furia y jalando de lado contrario para que me suelte.

—No se que dijiste hermosa, pero me lo pagarás— dice negando con la cabeza sin dejar de jalarme hacia el.

La desesperación crece así que lanzó una patada hacia su abdomen. Logra soltarme pero olvido que estoy en las escaleras así que caigo hasta golpearme en la pared, el está arriba en el suelo tratándose de levantarse.

Mientras tanto el dolor invade por toda mi nuca nublando por completo mi campo de visión. Estoy apunto de desmayarme por el golpe sordo que me acabo de dar contra la pared. Trato de levantarme y al verlo ahí en el piso gimiendo de dolor (si que fue una fuerte patada). Me pongo de pie pero eso no significa que comience a balancearme como si fuera una completa borracha.

Bajo rápidamente las escaleras, escucho sus pasos detrás de mi mientras se la pasa lanzando groserías al aire. Empujó la puerta principal, sin dejar de correr y balancearme por el golpe, fue tan fuerte que aún no recuperó mis fuerzas. Aún lo escucho pero me rehuso a detenerme.

Alcanzó a ver un autobús en la parada así que apresuro mis pasos. Subo rápidamente, estoy completamente agitada, el intenta subir pero ya era demasiado tarde así que le saco el dedo del medio y le digo con mi hermoso español:—Pendejo—.

Tomo asiento cerca de la puerta, trato de tranquilizarme inhalando y exhalando profundamente para conseguir de nuevo el ritmo de mi respiración.

Con mis dedos temblorosos trato de tocar mi nuca, hago un gesto de dolor cuando siento las yemas de mis dedos. Los pongo en mi vista y me asusto un poco al ver sangre. 

Demon| Bill SkarsgårdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora