Capítulo 30

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Oscuridad...

Es todo lo que veo, simplemente oscuridad.

¿Que está pasando?

Intento parpadear pero algo me lo impide.

Mis ojos están vendados.

Intento moverme.

Mis manos están atadas.

Siento como el miedo comienza a dispersarse por mi sistema,—¿¡QUÉ MIERDA ES ESTO!?— grito con coraje.

—¿April?— escucho al fondo una voz asustada preguntando por mi.

Chad.

—¿Chad?— igualó su tono de voz. —¡Oh Dios mío! April, ¿Qué está pasando?— suena asustado.

Intento moverme una vez más y me doy cuenta que estoy en el suelo. Muevo mis cabezas por todos lados con la esperanza de que la venda de mis ojos se mueva un poco, pero solo es en vano lo que hago.

Una carcajada hace que salte desde mi propio lugar haciendo que mi corazón se altere. Se que esa estúpida risa es de Escorpión, el está detrás de todo esto. Debe de estar furioso porque me he entrometido mucho con el cartel, ya me lo había advertido antes pero necesito respuestas, ya.

—¡Te lo advertí April!— me recuerda.

No puedo evitar como la sangre me hierve por mis venas, el calor sube por mis mejillas y apuesto que estoy ahora mismo roja pero por el coraje.

—¡Vaya! Y ¿ahora que?— lo desafío.

—Ya lo verás— murmura.

Aprieto mi mandíbula con coraje que temo a que se llegue a fracturar por la intensidad en cómo lo hago.

—¿Cómo mierda quieres que vea, si tengo los putos ojos vendados?— digo sarcástica.

El solo ríe.

—Cometiste un gran error...April Stone— una voz distorsionada hace énfasis en mi nombre.

¿Quién mierda es?

¿Quién eres?— mi voz suena grave y profunda, llena de desafío.

—Eso no importa, pero si que sepas que soy un hombre muy peligroso— suelto un chillido al sentir unos dedos tocar mi rostro. Esta justo en frente de mi.

—April...— me llama una voz distorsionada —Soy el que se encarga de toda esta mierda— se refiere al cartel.

—¿Qué es lo que quieres?— digo rendida por temor a que le hagan algo a mi amigo.

—Tienes algo que me pertenece— intento recordar.
Dejo de apretar mi mandíbula con fuerza, ahora mi cuerpo se siente débil, mi pecho sube y baja. Mi respiración está muy agitada.

Estos idiotas me drogaron.

—Te inyectamos una droga— habla el lider.

—Tienes veinticuatro horas para entregarnos al bebé, April— su voz es cautelosa que hace que un escalofrío pase por mi espina dorsal.

Mi cuerpo se siente más débil ahora, los dedos de mis manos hormiguean y es realmente incómodo. Mis ojos están pesados.

—Sino...morirán todos— advierte antes de que la droga haga desmayarme.

                      ——————————————

—April, April— una voz masculina repite una y otra vez mi nombre. Parpadeo hasta abrir por completo los ojos, mi hermano está justo arriba de mi sosteniendo mi rostro.

—Adam— susurro.

El luce preocupado pero a la vez aliviado de que haya despertado, giro mi cabeza a un lado y veo a mi amigo de ojos azules sentado en el piso mirándome muy fríamente.

Mi cabeza duele y siento un hormigueo en todo mi cuerpo. Parpadeo una vez más y trato de reconocer la estancia. Estamos en mi apartamento, intento levantarme pero mi hermano me detiene.

—Con cuidado— luce cansado.

Me siento y veo como el lugar se mueve, unas nauseas horribles están en mi garganta. Trago duro con la finalidad de no vomitar, suelto una inspiración profunda.

—¿En que carajos estás metida April?— la voz de Chad hace que me saque de balance. El ahora sabe o sospecha que estoy en algo malo.

—Chad, te lo puedo explicar— hago una mueca de dolor al intentar moverme. Mi cuerpo me está matando.

—No— dice en un tono serio.

Me levanto lentamente del piso hasta estar de pie, me tambaleo un poco pero logro estar equilibrada.—Chad, por favor— me acerco a él.

—¡No!— explota y yo salto desde mi propio lugar asustándome con su reacción.

—Tienes que entregar a ese bebé— señala al pequeño que está dormido en el sofá.

De pronto siento una mezcla de emociones en mi sistema, quiero enojarme y ponerme en modo protectora por el pequeño. Sería una pésima idea entregarlo a esos tipos, no se de lo que serían capaz. Me da miedo de que vayan a sacarle los órganos y venderlos.

Oh Dios.

—No— tomó al bebé y lo pongo en mis brazos.

—¡Oh vamos April!

—Chad— lo llama mi hermano.—Tienes que tranquilizarte— se pone frente a mi.

—¿¡A CASO NO SABES QUE NOS VAN A MATAR!?— exaspera y despierta al bebé.

Rompe en llanto y yo intento calmarlo. De pronto todo se descontrola.

—¡MALDITA SEA, TIENEN QUE ENTREGARLO!

—¡CÁLMATE DE YA CHAD!— mi hermano intenta tranquilizarlo y yo lo mismo pero con el bebé.

—¡NOS VAN A MATAR!— suena asustado.

—¡No lo harán!— baja la voz.

—Si, si lo harán— su voz se quiebra y rompe en llanto.

—Chad, tranquilo— digo.

Ahora me siento culpable, todo lo que está pasando es por mi. Yo tome la decisión de tomar al bebé, yo fui quien quiso seguir con esta mierda. Pero jamás quise entrometer a los que más amo y ahora Chad sabe de sus existencias y ellos también de él.

—Será mejor que te lleve a tu casa— dice Adam tras un largo rato de silencio entre nosotros.

Estamos en shock sin saber que hacer, de ninguna manera entregaré al bebé. No se que le harán a este pobre indefenso.

Mi amigo sigue indefenso con los ojos muy abiertos, su cuerpo tiembla de los nervios, el sudor recorre su frente y sus labios están resecos.

—Mañana hablaremos cuando estes más tranquilo— le doy una sonrisa triste y el solo me mira y va en dirección a la puerta.

Adam lo sigue y desaparece por la puerta dejando un gran silencio en el apartamento.



Hola, lo siento por tardar tanto pero he estado muy muy ocupada así que este capítulo es corto pero ya pronto escribiré muy frecuentemente, los amo❤️

Demon| Bill SkarsgårdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora