Demon| Bill Skarsgård

Capítulo 15

Bill

Bill

Bill

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Todo está oscuro solo logro escuchar unos susurros diciendo un nombre. Estoy asustada ni siquiera me puedo ver a mi misma ¿que esta pasando?

Bill

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Bill

Bill

—April— una voz familiar de una mujer hace que mi corazón lata más fuerte.

—El nos mató— una mujer parecida a mi madre hace que mi respiración se dificulte.

Oh por Dios, es mi madre.

—¿¡Madre!?— grito ya que ha desaparecido.

—Bill nos mato.

—¡Madre!— grito tan fuerte como un lamento. Este dolor en mi pecho es insoportable, extraño tanto a mi mamá y a mi pequeña familia aunque casi no la recuerde.

—¡Despierta!— unas manos sacuden mi cuerpo, abro los ojos inmediatamente con mi respiración muy acelerada, entonces está el en mi campo de visión, Demon.

Un punzón horrible pasa por mi cabeza, este dolor está creciendo y se está volviendo insoportable, frunzo el ceño y tapo con mi mano los rayos del sol que salen por la ventanea de ¿la habitación de Demon?
Ese maldito sueño, lo tuve una vez más ¿que quiere de mi? No me gusta soñarlo siento un dolor horrible en el pecho y me dan unas terribles ganas de llorar.

—¿Qué hago aquí?— percato que estoy en la cama de Demon, apenas y puedo hablar por el dolor.

—Te diste la mejor borrachera de tu vida— dice molesto entregándome un vaso de agua y una aspirina.

—¿E-estás molesto?— arqueó una ceja.

—Pff no— hace una mueca.

Es obvio que está molesto, pero no logro recordar nada. Quisiera intentar pero este dolor me está matando, solo le pido a Dios que no haya hecho ninguna estupidez de la que me vaya arrepentir por toda mi vida.

*FlashBack*

—¡No te vayas ahogar!— ríe al ver que tomó de la botella sin parar.

—¡No te preocupes, ya estoy ahogada en alcohol!— echo una carcajada y Zack igual.

Me la estoy pasando de maravilla, nunca antes había estado así. Zack es muy divertido, digo es la felicidad. Podría decir que estoy muy borracha que ni siquiera se que estoy pensando.

Zack extiende su mano hacia a mi, lo miro con una mirada divertida y el ríe. También está lo suficientemente ebrio como para hacer cualquier estupidez. Lo sigo pero sin dejar la botella en la barra así que me la llevo junto con toda la multitud de gente que se encuentra saltando y bailando.