Capítulo 7

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La ambulancia iba tan rápido en medio de la autopista. Demon aún no ha despertado desde que susurro mi nombre cuando lo tenía entre mis brazos.

Los paramédicos tratan de curar sus heridas, y otro trata de darle aire desde la válvula mascarilla. Yo sigo aterrada rogándole a Dios para que esté bien. No me gustaría que muriera, no se realmente porque, pero no le deseo este tipo de mal.

Siento mi rostro húmedo por las lágrimas, sé que los ojos los tengo hinchados por todo lo que he llorado hoy. Tengo mucho miedo, mi corazón late tan fuerte que temo a que salga de mi pecho. Mis manos sudan y tiemblan al igual que todo mi cuerpo.

Aún sigo confundida por lo de hace rato, no entiendo porque hizo eso por mi Demon ¿Dar su vida por mí? No nos conocemos tanto como para que haga este tipo de locuras. Estoy muy agradecida con él por eso, pero...no lo entiendo.

Son alrededor de las 4:35 am. En unas cuantas horas tendré que irme por las cenizas de Camila y después regresar aquí a cuidar a Demon. No puedo dejarlo a él solo en el hospital, quisiera comunicarme con su amigo, pero es tan grande el coraje que mejor me lo ahorro. Se que no debería tener esos pensamientos pero recordándolo bien ni siquiera se su nombre ni mucho menos su celular.

—¡Lo estamos perdiendo! — un paramédico de color le grita a su compañero. Todos mis sentimientos se encuentran como un tornado, no logro distinguir que es lo que siento ahora mismo. Él no puede morir, es tan joven. Tengo que agradecerle por haberme salvado, tengo que verlo vivo, tengo que hablar con él.

No entiendo nada de lo que dicen, pero se avecina un mar de lágrimas. Cae una y luego otra al ver cómo tratan de reanimar a Demon. Mi corazón se quiere salir, es como si no soportara estar en mí. El estómago me duele, me dan ganas de vomitar.

Uno de los paramédicos decide golpearlo al pecho, fue tan fuerte que logro despertar por acto reflejo. Sonrió por verlo vivo y bien. Voltea por todos lados y se detiene al ver mi rostro lleno de felicidad y húmedo por las lágrimas, pero ni siquiera se inmuta al verme.

Pasaron horas, son las 7 am en un rato más tengo que ir por las cenizas. El doctor me hizo saber que tiene varias fracturas por el golpe del auto. Su nariz está rota, su brazo izquierdo y una costilla. El impacto fue rápido y fuerte, lo suficiente para matar, ese era el objetivo de esa persona...matar.

Demon está dormido será mejor que lo deje descansar en lo que yo hago mis pendientes. Su rostro empeoró por los golpes, hace unos días llegó a mi apartamento con la cara destrozada y ahora la tiene aún más. Pero no niego que eso no le quita lo...apuesto que es.

El doctor no tardará en pedirme los datos de Demon, pero ni siquiera se su nombre ni de dónde es. Solo sé que vive en mi apartamento y es un hombre peligroso. Esa información no sirve de nada, excepto para la policía.

Me dirijo a la salida, estar en el hospital es como un laberinto. No suelo pasar tanto aquí en estos tipos de lugares, te pierdes fácilmente. Me siento como si fuera una pequeña rata en busca de su queso.

Veo la salida y un alivio invade mi pecho. Apresuro el paso ya que no quiero llegar tarde por las cenizas de Camila.

Se siente extraño, con solo pensar "las cenizas de Camila". El escozor se siente en mi pecho, trago duro para poder tranquilizarme. He estado tan ocupada con ella, pero sé que muy pronto atraerá una recompensa.

Un enorme cuerpo aparece en mi campo de visión. La ira comienza a irradiar en todo mi cuerpo, la sangre comienza a hervirme, mi corazón se quiere salir para destrozar a esa persona que está enfrente de mí. Aprieto tan fuerte mi mandíbula que ni siquiera me importa si llegara a fracturarse.

Demon| Bill SkarsgårdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora