Capítulo 13

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Finalmente acepto y tomo su mano. Solo espero y esta noche no haya sexo o sangre, se que estoy haciendo mal pero recuerdo cuando el se quedó en mi apartamento, por lo tanto no puedo rechazarlo.

Maldita sea.

Entramos a su departamento pero me llega una gran sorpresa, este lugar es más grande que en el que yo vivo. Los sillones de piel negro, una alfombra roja gigante, los colores de ese lugar son opacos pero elegantes.

—Dormiré en la sala, tu en mi recamara— dice mientras se retira el suéter. Carajo, Demon.

Inmediatamente cubro mis ojos con mis manos para evitar verlo semidesnudo. Una risita coherente sale de sus labios y yo solo retuerzo los ojos aún así cubriéndolos.

—Ya me has visto así— dice divertido.

—Lo se, pero es incómodo— digo sería.

Siento como se acerca hasta mi y toca mis manos, lentamente las retira de mis ojos ahora está en mi campo de visión semidesnudo, mientras mi cuerpo tiembla y lo miro a sus ojos esmeralda.

—Es mejor que descanses— susurra y comienza a llevarme a su habitación.

Abre la puerta sin soltar de mi mano, su habitación es más grande que el mío y los colores son tan opacos y elegantes. Toma del armario unas sábanas y de la cama una almohada, me mira y sonríe de lado.

—Siéntete cómoda, buenas noches— se acerca hasta mi y toca mi hombro.

Sale de la habitación y cierra la puerta, yo me quedo de pie mirando la estancia sintiéndome algo incomoda. Podría regresar ahora mismo a mi departamento y dormir en mi cama pero no quiero ser grosera, se que el fue peor conmigo pero eso no significa que tenga que ser como el.

Tomó una inspiración y retiro mi pantalón quedando en pantaletas y en suéter, me acomodo en la cama cubriéndome con las sábanas.

—¿Por qué eres así ahora?— pregunto en voz alta sabiendo que no voy a tener una respuesta.

No logro entender porque el se está comportando así cuando el era una persona egoísta e imbecil hace unas semanas. No me cabe en la cabeza, no puedo confiar, no puedo, no puedo, no puedo.

Se me es difícil conciliar el sueño ahora mismo con esta angustia que cargo en mi pecho, estoy preocupada por lo que pueda pasar. Ahora mismo estoy mordiendo mis uñas, quiero irme de aquí pero no se si fuera amable de mi parte.







Me he acomodado de mil maneras para poder dormir pero no lo consigo, ya son las 2:30 am. Apuesto a que Demon debe de estar descansando muy a gusto en su sofá de piel y yo que estoy en una cama algo costosa no puedo ni cerrar los ojos y perderme.

Un rechinido de la puerta hace salte desde mi lugar.

—Tranquila...Soy yo— susurra.

—¿Puedo ayudarte en algo?— pregunto confundida.

—Veo que no puedes dormir— no responde a mi pregunta, sin embargo se acerca hasta la cama y se sienta.

Demon| Bill SkarsgårdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora