Demon| Bill Skarsgård

Capítulo 31

Tan relajado que está, su pecho sube y baja lentamente. Sus párpados se mueven de vez en cuando y sus gemidos hacen que me de ternura.

Sus cachetes son tan suaves que no puedo evitar rozar mis dedos con ellos.

Tal vez le ponga un nombre...

Joshua.

Ya lo había pensado antes y creo que ese es un gran nombre, eso algo lindo y lo siento desde mi corazón que tengo que nombrarlo así. Y ahora que lo tengo no pienso entregarlo, es simplemente un bebé, ¿para que lo querrían? Ni loca, jamás se los daré.

—¿Qué es lo que harás?— dice mi hermano cruzado de brazos observándonos desde el umbral de la puerta de mi habitación.

—Para que responderte si ya lo sabes— le sonrío al pequeño al ver cómo abre sus ojos.

—No es buena idea que tengas algo que no es tuyo.

—Lo mismo digo por ellos— le echo una mirada asesina.

—Entiende de una vez April— se acerca— Tienes que dejarlo ir, es mucha responsabilidad— me mira pero yo sigo viendo al bebé.

—Joshua— digo.

—¿Qué?— pregunta confundido.

—Ese es su nombre— miro a mi hermano decidida, —Joshua.

El solo suspira y se toca el tabique de la nariz intentando tranquilizarse. Se que se está desesperando por intentar convencerme en deshacerme del bebé, pero no será ta fácil. Tendrá que seguir insistiendo y yo aún así no lo permitiré...jamás.

—Solo espero y algún día entiendas que ese bebé es mucha responsabilidad— dice molesto— eres muy joven como para controlar eso, no tenemos buena economía como para mantenerlo y darle lo que se merece para que tenga una vida digna.

—Recuerda que trabajo.

—Recuerda que tienes gastos— iguala mi tono.

—Solo déjame en paz— digo fastidiada.

—Lo que digas— bufa y desaparece de la habitación.

———————————————

Apenas y en toda la tarde me ha dirigido la palabra Chad. Se que se debe de sentir muy asustado, molesto y decepcionado. Lo acabo de meter en una situación muy difícil que apenas y puedo controlar. Y desde un principio yo ya temía que pasara y esto. Ahora no se que hacer para que ya no esté involucrado mi amigo.

Mientras yo estoy intentado concentrarme en el trabajo, no puedo evitar dejar de mirar a Chad. Luce tan diferente, su sonrisa no está, su mirada está apagada y no está ese brillo del océano que solía tener en sus ojos.

En cada pequeño minuto que tenemos para chocar, le he pregunta cómo está y el solo dice 'bien' pero no le creo en lo absoluto.

No niego que en verdad me siento muy mal, se me cae la cara de vergüenza cada vez que chocamos miradas y el inmediatamente la quita. Cada vez que lo hace escucho como mi corazón se estruja por completo y mi rostro se calienta haciendo que mis ojos se cristalicen pero logro contener esas ganas de llorar.

El es todo para mi, es mi amigo y más que eso. Debo protegerlo y alejarlo de esta mierda. Quiero que sea feliz, que tenga una vida llena de maravillas, sería mucho pedirle que se fuera de esta ciudad pero no se me ocurre otra cosa para que esté a salvo.

Emilio y yo hemos estado hablando y le conté acerca del bebé pero no de cómo realmente lo obtuve. Le dije que lo había encontrado en el basurero del edificio, que decidí quedármelo hasta encontrarle un hogar. El se ofreció a cuidarlo cuando yo tuviera cosas que hacer, obviamente le dije que si pero aún no quiero tener al pequeño Joshua en cualquier parte, sacarlo del edifico así nomas mientras las cosas están un poco tensas.