Demon| Bill Skarsgård

Capítulo 28

Siento como mi cuerpo se puesto completamente tieso. Mi corazón late tan rápido que apuesto y Demon lo logra escuchar. Se me dificulta pasar saliva, pues el gran nudo que a aparecido en mi garganta me lo impide.
Se que mis ojos están muy abiertos, quiero intentar tranquilizarme pero no se como mierda le voy a explicar a Demon.

—¿Estás bien? Parece que viste a un fantasma— luce confundido por mi reacción al verlo frente a mi.

Muerdo mi labio y muevo mi rodilla derecha intentado pensar.

Entonces me acerco a él ahuecando su rostro con mis manos atrayéndolo a mis labios. El responde a mi beso y me toma por la cintura, enrollo mis brazos por su cuello aferrándome a su cuerpo, a él.

El beso es lento y suave, sus labios fríos hacen que quiera morderlos pero intento tranquilizarme porque se que si lo hago, la temperatura de nuestro cuerpo se elevará haciendo que nos despojemos uno al otro nuestras prendas.

Corta el beso y ahora los dos estamos un poco agitados. Me mira a los ojos y luce preocupado, sin embargo, pregunta en un tono de voz dulce:—¿Qué pasa mi pequeña?

Siento como mi corazón se estruje por la manera en la que me acaba de llamar. Intento no llorar, pero son más las ganas de sacar esto, ¿como puede ser posible que haya dicho que controlaría mis sentimientos por el? Si tenerlo frente a mi hace que me debilite por completo.

Una lágrima pasa por mi mejilla y se escapa un susurro:—Te amo— lo beso otra vez.

Esta vez es diferente, sus labios están aferrados a los míos. Ahora el me abraza intentado unirse conmigo, unir esa conexión, esa química. Paso mis manos por las hebras de su cabello, un gemido escapa de mi boca. Siento como comienzo a agitarme pero, eso no impide que quiera separarme de él.

Durante el beso siento como otra lágrima escapa. Pues es tan grande el amor que siento ahora por el, pero también es tan grande el miedo que siento de entregarle todo de mi.

—¿Qué pasa?— pregunta durante el beso pero aún así no dejamos de besarnos.

—Te necesito— susurro, pero ahora el beso se está volviendo más apasionante.

—¿Crees que yo no?— sonríe.

Siento como su mano sube por mi espalda debajo de mi suéter.

En ese instante recuerdo que llevo el arma y abro los ojos como platos.

Intento alejarme pero ya era demasiado tarde.

Demon saca el arma de mi cintura y yo me encojo de hombros.

—Seguridad ante todo— se burla y lo deja en el suelo para después deslizarlo con su pie hasta el closet.

Así que vuelve a besarme.

Por un momento creí que el armaría todo un show por la pistola y que todo se iría al carajo. Pero al parecer se lo tomo a la ligera, pues sabe que la utilizo y más ahora que estoy con el corro peligro.

Regresa su mano a donde estaba, se detiene en mi sostén y lo desabrocha con una mano en tan solo dos segundos.

Río por su acción y vuelvo a sus labios.

Levantó su suéter y la retiro de su cuerpo obligando a separarme de él, dejando en descubierto su piel. No puedo evitar excitarme al verlo así, sus labios rojizos y su mirada taaaaan sexy.

Creo que estoy húmeda.

Retira mi chaqueta de mezclilla, y después mi blusa dejándome en sostén. Retira los tirantes y los pasa por mis brazos lentamente, siento como mi piel se eriza por su tacto y por el frío de la habitación.