Capítulo 26

917 56 14
                                    

Abro los ojos pero inmediatamente los cierro al ver los rayos del sol que entran por la ventana. Unas pulsadas golpean muy fuerte mi cabeza, siento a la vez que quiere explotar. El dolor incrementa a medida que me voy levantando.

Me siento a la orilla de la cama, e intento levantarme pero un mareo se apodera de mi haciendo que regrese al colchón.

Cierro los ojos haciendo un quejido quejumbroso, pues me siento de la mierda. Mi boca está seca, la bilis la tengo al borde de mi garganta, mi cabeza se siente que va a explotar en cualquier momento.

¿Qué carajos pasó?

—¡Buenos días!— una voz masculina familiar me toma de sorpresa.

Comienzo a analizar la estancia con mi mirada, reconozco el lugar y me doy cuenta de que estoy en mi habitación.

—¿Qué es lo qué pasó?— digo entre un gemido quejumbroso sobando suavemente mi cien haciendo referencia de la molestia que cargo.

—No lo sé, tu dime— sonríe pícaramente.

Intento recordar pero el dolor me lo impide así que decido ahorrarme esa molestia y cerrar los ojos tocando con mis dedos el tabique de mi nariz.

Se que me embriague hasta más no poder, lo sé porque me quiere explotar la cabeza, mi boca esta muy seca, tengo nauseas y mareos y huelo a puro alcohol.

—Me embriague, ¿cierto?— pregunto en un tono decepcionante. Aún no abro los ojos y apuesto que ha asentido con la cabeza.

Mi celular vibra y pido que Adam se encargue de revisar quien me ha mandado un mensaje, aún no abro los ojos, quiero permanecerlos así toda mi puta vida.—Hija, se que ahora estás quejándote de la cruda que te está dando ahora mismo. Perdóname, fue mi culpa que tú te pusieras en ese estado, yo solo quería desestresarte un rato. Así que tendrás el día libre para que te recuperes y mañana vengas con toda la actitud al trabajo. Ánimo hija, te amo. Rick— lee el mensaje y yo quedo en silencio un rato intentado recordar.

—No logró recordar nada— el miedo al no saber qué pasó se filtra en mi tono de voz.

Adam suelta una carcajada y dice:—Espero y hayas aprendido la lección— frunzo el ceño molesta y respondo:—Ya no soy una niña— bufo.

—Pero soy tu hermano mayor— iguala su tono de voz al de un niño queriendo pelear com su hermanita.

—Y este es mi apartamento— igualo su tono de voz y le saco la lengua.

El solo sonríe y toma una almohada para después lanzármela haciendo que caiga en mi cabeza. Inmediatamente reaccionó al dolor, pues esta jaqueca me está matando por dentro que hace que quiera morir de una vez por todas.

—Lo bueno que Rick te dio el día libre— añade.

—Cállate— hago un quejido quejumbroso y giro sobre la cama hasta quedar boca abajo para evitar ver luz.

Da unos golpes a mi espalda con su palma de la mano y avisa:— Prepararé el desayuno— escucho como sus pasos se alejan cada vez más hasta no oírlos.

Quiero intentar recordar lo que sucedió anoche, pero solo unas imágenes borrosas se vienen a mi mente, el dolor impide que me deje concentrar así que me rindo y solo me concentro en la oscuridad al tener los ojos cerrados.

Demon| Bill SkarsgårdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora