—¡MALDITA SEA APRIL, CASI TE MATAN!— grita tras el volante mi hermano y yo solo trato de calmar al bebé, ya que los gritos lo asustaron.
—¿Quieres callarte?— murmuro arrullando al bebé en mis brazos.
—¡NO, Y NO QUIERO!— acelera la velocidad, —¡MALDITA SEA ADAM, LLEVO UN BEBÉ EN BRAZOS— el coraje crece en mi ser haciendo que le grite al oído.
Frena de golpe en un semáforo, haciendo que las llantas chillen. Casi me golpeo por el frenazo que hizo, sujeto bien al bebé e intento tranquilizarlo y a mi también.
—No puedo creer el tipo de hombre que es Demon— dice decepcionado pero esta vez no gritando.
Sus palabras me llegan al corazón, estrujándose en mil pedazos y susurro con dolor:—Yo también.
—Mira nomas como te dejo el imbecil— me toma con cuidado de la barbilla.
Yo me zafo de sus dedos y vuelvo mi vista hacia la carretera.
—Ya no quiero que lo veas más— ordena molesto— No te preocupes por eso— digo sarcástica porque en verdad que ya no lo quiero ver, no quiero saber nada de él. Con lo que vi como es realmente basto para alejarme.
—Ni quiero que sigas con esta estupidez de buscar a Bill— me mira y luego regresa la mirada a la carretera.
¿Qué?
Yo no puedo dejar esa misión, aún así tengo que seguir. Tengo que seguir intentado, aún así tenga que ver a Demon.
Será difícil para mi enfrentarlo cada día, sentir como mi corazón se estruja y mi cuerpo se paraliza. Tener que aguantar esas inmensas ganas de llorar cuando esté frente a mi o esas inmensas ganas de besarlo.Pero, no puedo. Simplemente no puedo renunciar así como si nada, sin o con el apoyo de mi hermano yo seguiré y nadie me lo podrá impedir. Ni siquiera Demon.
—Con o sin tu ayuda seguiré buscando— lo enfrento.
El solo aprieta sus manos en el volante intentado tranquilizarse.
Yo solo miro al bebé y ya se encuentra dormido. No había percatado que es un recién nacido. Con mi dedo índice acaricio su suave mejilla y el hace un pequeño gemido y yo solo lo arrullo.
Tener a este bebé en mis brazos hace que me sienta alguien protectora. Es un sentimiento que no puedo explicar, tenerlo aquí me causa ternura y unas ganas inmensas de querer quedármelo como si fuese mío.
Quizás este es lo que sientes las mamás cuando tienen a sus hijos, pero es apuesto que es más grande ese sentimiento.
Ya han pasado cinco minutos y me doy cuenta que Adam no se dirige al edificio donde vivimos. En un tono molesto y con cautela pregunto:—¿A donde vamos?
Lo miro y el me mira y contesta rápido:—¿A donde crees?— no tengo idea— Con la policia.
Siento como mi corazón se detiene y como se tensa mi cuerpo. La fuerza de mis brazos y manos han desaparecido pero intento mantenerme para no dejar caer al bebé.
—¿Qué? ¡No puedes ir con ellos!— digo asustada.
—April, no podemos hacer todo el trabajo por nuestra propia cuenta— dice sin dejar de mirar el volante— Además tenemos que ir a entregar a ese bebé
Escucho como mi corazón se quiere romper en mil pedazos, el escozor en mi pecho crece e impide que pueda pasar saliva.
No debemos ir con la policía, es un gravísimo error. Estamos involucrados con la mafia y eso es muy peligroso, si vamos de soplones ellos nos buscarán hasta matarnos aún así si intensos huir. Esto no puede pasar, lo que acaba de pasar es muy grave y no podemos denunciar.
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Demon| Bill Skarsgård
FanfictionUna mirada de fuego, donde clavaba los ojos en ti y era como si te observara hasta el alma. Una mirada donde no encontrabas en ninguna parte. Sus ojos esmeralda que cambiaban de tonos cuando estaba furioso, esos ojos llenos de secretos y difícil de...