Capítulo 10

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Cierro de un portazo, cruzo los brazos dándole la espalda a la puerta esperando a que salga de ahí Demon para que me de una explicación. Mi mandíbula esta apretada por el coraje, pero ni siquiera hago el intento de suavizarla.

¿Qué carajos es esto? — digo entre dientes cuando sale de la habitación señalando con mi brazo la mesa llena de botellas y bolsitas con droga.

El parece estar confundido sin saber de que estoy hablando, no deja de tocarse el tabique de la nariz. A simple vista se puede notar que le duele la cabeza por los efectos de la cocaína.

Mierda, Demon. Te he estado dando hospitalización aquí en mi apartamento ¿y así me pagas? — el solo se queda callado mirando el suelo como si en realidad se estuviera arrepintiendo... como un perro regañado.

—Trato de ser amable, trato de darte una buena atención, trato de ser buena contigo y no temer de ti— las palabras salen rápido de mi boca y en un tono serio. Realmente estoy molesta, cree que esta en su casa, pero él está en la mía.

—¡Carajo Damon, di alg...!

—¿QUIERES CALLARTE DE UNA VEZ? ERES UN FASTIDIO MALDITA SEA, ME DESESPERA TU ESTUPIDA VOZ CADA VEZ QUE ME RECLAMAS— explota haciendo que retrocediera, la rabia a abandonado mi cuerpo y ahora se fue a la de Demon dejando en mí el miedo.

No digo nada, pero el continua: —¡NO SE PORQUE CARAJOS ESTOY AQUÍ, NO ENTIENDO PORQUE QUIERES "CUIDARME" — hace énfasis y sigue gritando: —¡¿PARA QUE ME QUIERES AQUÍ? ¡SOLO PIERDES EL TIEMPO CONMIGO Y YO CONTIGO ESTANDO AQUÍ CON UNA NIÑA DEPENDIENDO DE ELLA!  — mi rostro ahora mismo está caliente, mi vista se nubla por las lágrimas en mis ojos a punto de caer, pero me rehusó a llorar ahora mismo enfrente de él.

—Tú me salvaste— susurro.

Me arrepiento de haberte salvado

Esta vez bajo la voz, pero lo dijo de una forma que penetra tu corazón muy profundo. Sus palabras me cayeron como balde de agua helada en mi cuerpo. Temo a que me golpee por los efectos de la droga. Espero y solo actué así solo cuando esta drogado y si no es así, temeré por mí siempre.

—Yo solo quería agradecerte... cuidar de ti— mascullo y me oigo tan indefensa y tímida.

Se ríe irónicamente y grita una vez más: —¡YO SOY DEMON, EL SICARIO MAS TEMIDO POR TODO NUEVA YORK, EL HOMBRE E HIJO DE PUTA QUE JAMAS QUISIERAS HABER CONOCIDO, ¡UN ASESINO Y TORTUDADOR DE MIERDA Y TU APRIL STONE NO SABES QUIEN SOY YO Y DE QUE SOY CAPAZ! YO PUEDO CUIDARME SOLO.

La estancia se queda entre un horrible silencio, mis lagrimas caen rápidamente sin dejar de mirarlo a los ojos. Esta agitado por todo lo que ha soltado, se ha desquitado conmigo y no se que hacer ahora. Mi miedo hacia el ha crecido y será muy difícil deshacerse de ello.

Su mirada es tétrica y siniestra. No digo nada entonces se dirige a la puerta, toma su abrigo y gira la perilla. No le reclamo porque sé que se reirá de mi y quedare como una estúpida. 

Suelto un sollozo horrible tirándome al suelo, los sollozos hacen que mi respiración se entrecorte y pueda desahogarme. Necesito sacar todo, liberar este dolor que siento en mi pecho.

Un sonido parecido a los fuegos artificiales hace que me levante inmediatamente del suelo. Reacciono y me doy cuenta que es un tiroteo ¡Carajo! Demon salió de aquí, debe de ser él. El dolor se ha ido, pero ahora llego la preocupación y el miedo.

Corro hacia mi habitación, levanto el colchón para sacar un arma de fuego. Recargo y le quito el seguro. No se usar estas cosas, pero es ahora donde le tengo que pagar a Demon por haberme salvado aun así se haya arrepentido.

Demon| Bill SkarsgårdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora