Capítulo 33

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Quedo boquiabierta y siento como los latidos de mi corazón sale por ahí. Mis ojos están muy abiertos por la impresión de tenerlo frente a mi justo en mi habitación. No puedo evitar el terrible temblor de mi cuerpo como si tuviera frío, intento tomar fuerte al bebé para que no se caiga y así mantenerlo a salvo de Demon.

—No te preocupes, no vengo a quitártelo— mira a Joshua y luego a mi. Pareciera como si hubiera leído los pensamientos de mi mente.

Quisiera creerle pero no puedo confiar en el después de lo qué pasó, de ver lo animal que es, un monstruo. Pero, al verlo fijamente a los ojos, como la luz atraviesa el color esmeralda. Sus facciones tan perfectas y perfiladas, sus labios carnosos y rosadas.

—No confío en ti— susurro con coraje.

Tensa su mandíbula.

Espero una respuesta de él, pero parece como si le hubiera dado un golpe bajo. —¿Cómo entraste aquí?— en verdad que me interesa saber.

—Eso no importa— se acerca a mi y yo retrocedo pero el parece dolerle eso.

—¿A que viniste entonces?— acuesto al bebé en la cama.

—Vine a despedirme— siento como ahora el me acaba de dar un fuerte golpe en el estómago.

No se porque ahora siento un horrible escozor en mi pecho, escucho como mi corazón late y a la vez se estruja. Una parte de mi no quiere que se vaya, que se quede conmigo, pero del otro lado quiero que se largue y me deje en paz. Que me aleje de toda la mierda para que pueda vivir tranquila, una vida normal.

No se en que momento perdí la guardia que ahora el está muy cerca de mi, su frente está pegada a ella y nuestra respiración se mezcla en este pequeño espacio qué hay entre nosotros. Siento como mi corazón está apunto de salirse por mi boca cada vez que tomo aire, intento controlar mis manos pero empiezan a viajar por los brazos de Demon.

—Lo lamento, no se en que momento me enamore de ti que me dio miedo de que me volvieras vulnerable. Ni siquiera me entiendo yo... intente ser bueno pero después cambiaba de opinión— sus palabras me hieren lentamente.— Todo lo que hacía era hacerte daño, ya fuera bueno o malo, no tenía caso.

Ahueca mi rostro con sus manos. —Por eso April Stone, es mejor que me vaya lejos de ti.

Y ahí me volví vulnerable frente a él, las lágrimas caen como una torrente de agua. Los sollozos escapan de mis labios que ni siquiera me importa lo horrible que se escuchen.

—Shhh, no llores mi niña— pega sus labios en mi frente y yo cierro los ojos disfrutando el momento.

—Pudimos haberlo intentado— mi voz se quiebra.

—Lo pensé, pero quiero que estes a salvo— enrolla sus brazos en mi cuerpo estrujándolo como si fuera una gran boa.

—Huyamos.

—No.

Lloro como una pequeña niña que la están dejando en su primer día en el kínder. Quiero controlarme pero no puedo, ¿Qué mierda me pasa?

Deja de abrazarme y ahora levanta mi barbilla para mirarlo directo a los ojos. Me pierdo en su color esmeralda, acaricia mi mejilla y lentamente se acerca más.

Une sus labios con los míos.

Permito que su lengua explore mi boca, mientras que yo profundizo el beso como si fuera la última vez que lo fuera besar...o quizás si lo sea. El comienza a acariciar mi espalda y yo gruño ya que la temperatura en mi sistema se está elevando y quiero controlarme.

Demon| Bill SkarsgårdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora