32. La vision de Taehyung

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La academia de magia y hechicería era demasiado tranquila por las noches, tan pacifica aún cuando la oscuridad le hacía ver ligeramente tenebrosa. Los alumnos agotados por un largo día de aprendizaje se encontraban descansando sumido ante sus sueños. Algunas luces seguían prendidas pero la mayoría apagadas y algunos profesores caminaban por los pasillos haciendo guardia procurando que nada malo sucediera, a excepción de un pasillo no vigilado y especialmente, un cuarto.

Sobre la mediana cama con cobertores de un color verde claro un cuerpo con frente perlada de sudor fruncía su entrecejo balbuceando cosas sin sentido bastó solo unos cuantos momentos para que el pequeño Tae se removía bruscamente sobre su propia cama, como si estuviera siendo poseído por alguien creándole un mal sueño sus uñas se enterraron en las sábanas dolorosamente arañando, arrugando y gritando así consiguiendo que su compañero de habitación abriera los ojos perezosamente. Jungkook al caer en cuenta que los gritos eran reales y no algún producto de su imaginación logró despertarse de inmediato, alterado, dirigiendo su mirada a su compañero de habitación, su amigo y el chico que tanto amaba, con piernas temblorosas y el pulso acelerado con terror logró ponerse de pie evitando que sus pies pudieran enredarse entre las sábanas. Esto es nuevo para él hay que admitir, la primera vez que Tae tenía una de sus visiones en la noche y más de esa intensidad y recibiendo un ligero flechazo recordó las palabras que la señora Lee le había dicho:

—Por favor, cuida de Tae—suspiro con un libro en manos—. Si Tae llega a tener una de sus visiones despiértalo suavemente. Si eres brusco con él puede que actúe de una manera brusca contigo, debes de ser cuidadoso JungKook—y mirándolo por el espacio arriba de los lentes, agregó con confianza— está en tus manos.

Con el cuerpo temblando se sentó en la cama de Tae, quitando el poco cabello que se pegaba en su frente debido al sudor.

—T-Tae...—susurró asustado, el pelirrojo seguía removiéndose en su lugar aún prisionero en la visión; tenía que salvarlo. Respiró tratando de concentrarse—TaeTae, despierta.

Su corazón estaba comenzando a latir peligrosamente más rápido negándose a ser sensible y derramar una lágrima al ver el sufrimiento del chico. Era hora de ser caliente y fuerte para ambos.

—Pero sobre todo, no dejes que siga con la tortura, puede alterarlo y quedar traumado.

— ¿Alterado cómo?

Comenzó a agitarlo, gritar su nombre y golpearlo, el pelinegro tenía demasiado miedo.

"La señora Lee levantó las gafas subiéndolas quedando fijas en el puente de la nariz.

—Aparte de tener un episodio traumático, puede haber aparición de sangre. Eso es peligroso JungKook"

Y tal como la subdirectora Lee había comentado una escurridiza gota de rojo intenso comenzó a deslizarse por sus labios, apenas siendo un hilo pequeño esta empezó a agrandarse, la sangre comenzó a asustarlo aún más; ya había intentado de todo y nada había conseguido funcionar y quedándose sin más ideas llevo sus tembloroso y ligeramente secos labios en dirección a los labios mojados por sangre del chico, antes de quito rastro alguno de sangre con su pulgar, si esto no funcionaba tendría que correr demasiado rápido a llamar algún profesor. Inicio con un suave roce, puso sus dedos en la muñeca de Tae comprobando su pulso y ladeo un poco la cabeza entreabriendo los labios, capturando su labio inferior para succionarlo, besarlo...

Un suave beso que no pudo ser contestado al instante, JungKook nunca pensó que su primer beso sería de esta manera y más con la persona de la cual estuvo tan enamorada desde el primer día que lo vio, labios suaves y carnosos contra labios temblorosos y tibios. En cualquier momento tal vez al pelinegro le daría asco la sangre pero no en este momento, no cuando el pulso comenzó a tomar un ritmo normal y sentir las pestañas de TaeHyung rozarse con las suyas; el pelirrojo abrió los ojos, desconcertado mirando a todos lados. Su mirada se posó en el chico frente suyo y pudo sentir la presión que existía sobre sus labios. Lo estaba besando, Jeon Jungkook le estaba besando. Confundido y aturdido por la simple idea de que su mejor amigo lo estaba besando quiso separarse pero el chico se colocó encima suyo, poniendo sus manos en su cadera presionándolo contra la cama, Jungkook se separó un poco solo para verlo a los ojos, su mente le enviaba millones de señales diciéndole que se separase, que esto no estaba bien pero su cuerpo era lo contrario, quería sentirlo más, quería pasar sus dedos por esa piel color lechosa, lo deseaba tanto. ¿En qué momento apareció dicha necesidad? Ni el mismísimo TaeHyung sabía con exactitud. Con la mente nublada unió de nuevo sus labios contra los de JungKook, pudo sentir el cuerpo encima suyo tensarse en ningún momento se separó, por fin cuando el pelinegro reaccionó de buena manera siguiendo el beso, ambos sonrieron.

Fénix & Lux «ChanBaek»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora