Fénix & Lux «ChanBaek»

30. Confía en mí

Sin duda el inicio de este semestre en la escuela de magia y hechicería para los alumnos era como sentir un camión con toneladas de costales pesados pasando por encima de sus pobres y débiles cuerpos, un infierno. Con libros en sus brazos y cara de pocos amigos fénix y luz caminaban por los pasillos de la institución arrastrando los pies, sin duda parecían muertos vivientes; ChanYeol suspiro cansado mirando la pila de libros tanto de él como los de BaekHyun aguantándose las ganas de aventar todo o quemar hasta la última página de sus libros de estudio para poder tomar un descanso y no sentir peso tanto en brazos como en sus hombros.

—Te dije que podía ayudarte.

Sabía muy bien que Baek podría darle unos brazos y poder ayudarlo con la mitad de sus libros pero ante los ojos de Park el pequeño pelirosa no podía ni con su propio cuerpo, ¿quién iba a creer que el último semestre iba a ser tan pesado? Ja, pobres almas inocentes. Con una pequeña sonrisa en su rostro negó.

—Y yo dije que eres el encargado de llevar ese par de apetitosos café caliente.

BaekHyun mostró su desacuerdo con una distintiva mueca que solo su compañero sabía hacer, una mueca donde sus labios llegaban arrugarse pudiendo ver la imagen más tierna que Park ChanYeol no pudo evitar admirar.

—Bueno, entonces apúrate en llegar a la biblioteca—suspiró— mis manos sudan por tener ambos cafés calientes.

Doblando la esquina ya siendo el último tramo que recorrerían para llegar a su destino fueron detenidos por guardias del grupo Scarlett quienes, al mirar a BaekHyun ignoraron por completo al alto pelinegro.

— ¿Byun BaekHyun?—pregunto recibiendo un asentimiento del nombrado— venga con nosotros, por favor.

Y como si de repente notaran la presencia del fénix, agregaron: —Solo.

La desconfianza y la mala vibra que estaba percibiendo miro BaekHyun encontrándose con aquellos ojos que le decían que todo está bien y que en un momento volvería para estudiar juntos.

—Te veo en nuestro lugar.

—Está bien.

Y hasta que la delgada figura de Baek desapareciera de su campo visual dio media vuelta y así dirigirse a la biblioteca.

¿Desde cuándo tenían lugar especial? Fueron a esos principios del semestre donde su relación había tomado otro rumbo ya no siendo solamente compañeros de habitación, no, sino amigos. Cada día cuando tenían demasiada o poca tarea y estuvieran hartos de estar siempre en las mismas cuatro paredes, el descubrimiento de BaekHyun a este lugar fue un milagro para su adolorido trasero. En un rincón de la grande biblioteca con cojines demasiado cómodas con estampados increíbles y muy originales al iguales sillas tan cómodas para su adolorido coxis acompañado de una baja mesa de mármol café junto a decoraciones y demás para otras personas el rincón de ese lugar hubiera sido simplemente un lugar más donde poder estudiar o leer un buen libro pero, para el chico de la luz no. Con un gran ventanal y una vista al bosque le transmitía esa sensación de relajación y en casa; al descubrirlo no dudo en enseñárselo a ChanYeol siendo así nombrado su lugar especial. Dejando caer su cansado cuerpo y cerrando sus parpados para tomar un ligero—gran—descanso pudo sentir el gran cambio en la atmósfera, sin ningún ruido ni disgusto u alguna queja por parte de alguien caprichoso ChanYeol sentía la gran ausencia de su compañero.

Ese lugar no es especial sin Byun BaekHyun.

Las horas pasaban y el café de BaekHyun se enfriaba, entre los árboles y el cielo Chan pudo observar lento descenso del sol ocultándose después de una larga y lenta jornada con aquellas nubes grises anunciando por fin la tan esperada lluvia, con un espectacular amanecer observándolo solo tomo sus cosas guardando también las de BaekHyun en su mochila abandono el rincón para dirigirse a su querida habitación teniendo en mente las posibles secas y frías palabras que le tenía a Byun BaekHyun por haberlo abandonado.