Fénix & Lux «ChanBaek»

19. Desastre

—Únanse.

Decir que sus ojos casi dejaban su lugar sería tan exagerado pero ambos par de ojos oscuros miraban con mucha atención el tranquilo rostro de su progenitora, YiFan empujó un poco el brazo más cercano de Yeol para llamar su atención y dirigirle una mueca extrañada. Habían tomado un pequeño tiempo libre para poder ir de visita a su amado Dasdem y de paso informarle a su madre todo lo que había sucedido pero lo que no entendían era aquella respuesta.

¿Por qué?

Porque su madre les había permitido que formaran parte del equipo superhéroes de Candergan—como YiFan los había nombrado con el fin de burlarse—ni siquiera entendían la actitud tan tranquila que su madre había recibido aquella noticia sin duda era una reacción que ninguno de los dos esperaba, se habían preparado tanto mentalmente para los posibles gritos y ataques de histeria que JiWoo sufría cada vez que Candergan hacía algo.

— ¿Por qué tan tranquila?—pregunto YiFan por fin— digo, pensé que te ibas a negar que formáramos parte del equipo.

—¿Es que acaso no lo ven?—pregunto sentándose con cierta elegancia sobre una de las sillas, al no obtener respuesta alguna de sus hijos suspiro— estaremos más cerca de Candergan si se unen, entrenarán con ellos, convivirán con ellos y obtendrán su confianza.

—Significa que debemos de convivir más con ellos—Yeol suspiro rascándose el puente de su nariz.

—Sí Yeollie.

— ¿Para qué? Hemos tenido tanta información con tan solo observarlos y estar a mil metros de distancia.

—No seas tan exagerado FanFan—sonrió JiWoo incorporándose— mientras más se dejen llevar ellos pensarán que están con Candergan y olvidarán de donde vienen, pensarán que son totalmente buenos—se interpuso entre sus dos hijos acariciando sus espaldas— así cuando lleguemos atacar podremos vencerlos con tanta facilidad y...puff—hizo un ademán con la mano simulando limpiar polvo— adiós sagrados y adiós Candergan.

YiFan tensó la mandíbula mirando a su progenitora y es que no podría creer que había tanta maldad en tan pequeño y hermoso ser, ver los negros y con pequeños rayos de rojo vino oscuro de sus ojos solo le hacía pensar en cuantas cosas malas hizo para obtener el color de Dasdem, ellos aún no podían obtener ese color más solo cuando activaban sus poderes. No le parecía justo, no quería involucrarse con ellos y hacerle ese tipo de cosas porque sí, en lo más profundo de aquel vacío y oscuro corazón Park YiFan tenía un poco de compasión.

—Pero recuerden—advirtió poniéndose enfrente de ambos— nada de sentimientos.

Destrúyanlos...tan lento y dolorosamente.

[ . . . ]

Hoy empezarían sus entrenamientos especiales. Al terminar sus clases, dejar sus cosas y haberse dado una tranquila ducha los sagrados ahora se encontraban vistiendo ropas cómodas para lo que se les avecinaba, todos estaban a excepción de dos hermanos.

— ¿Dónde estarán?—pregunto un curioso BaekHyun.

—Llevan seis minutos de retraso...—suspiro MinSeok.

—Tal vez son los únicos que no se unirán—habló LuHan con la mirada perdida.

—Y nosotros pensando que los de Dasdem no se unirían—murmuró JongDae.

La profesora Amber cruzó el campo llamando la atención de los sagrados presentes, los que se encontraban sentados se pusieron de pie para poder recibir a la profesora encargada de su entrenamiento. Los labios de la castaña chica se movieron a la par que contaba en voz baja cada cabeza presente.