Doce chicos serán sacados del bosque prohibido para ser entrenados bajo la Academia de Magia y Hechicería, Candergan los necesita, Candergan estará en peligro y solo los sagrados podrán salvarlos.
Traición.
"-¡Nos traicionaste! No eres digno de Dasd...
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Las horas habían pasado como una hoja de árbol siendo llevada por la suave brisa de la noche, cuando se percataron de la hora sabiendo que, desgraciadamente sus vacaciones habían culminado los compañeros abandonaron el maravilloso lugar con una pequeña presión en el pecho, sin duda el corazón del bosque prohibido les había causado tantas emociones que al momento de dejarlo lo comenzaban a extrañar. Caminaron en puro silencio dejando que los grillos los acompañaran en su camino, ninguna palabra ni mirada se dirigían después de lo sucedido hace unos momentos, la vergüenza y timidez de ambos estaba más que presente, se presentaba con tanta fuerza que ninguno pudo despegar la mirada del suelo.
—Es muy noche y mañana tendremos que despertarnos temprano...—bufo BaekHyun mirando de reojo al chico queriendo romper el silencio.
—Mi perezoso ser se había encariñado tanto con mi cama—respondió ChanYeol tratando de sonar divertido.
BaekHyun sonrió asintiendo— Somos dos.
La suela de sus zapatos se deslizaban con cautela por los pasillos del desolado instituto procurando que ni murmullo o risa de BaekHyun llegara a escucharse cuando luz mágica lograba verse a lo lejos y ellos corrían a esconderse. Al entrar a la zona de dormitorios por fin pudieron suspirar con alivio caminando con tranquilidad, esta zona era segura.
¿O no?
— ¿Qué son estas horas de llegar?
BaekHyun cerró los ojos al reconocer aquella voz y más cuando un trueno logró escucharse retumbando las ventanas.
—JongDae...
—Byun BaekHyun.
—Solo salimos a divertirnos, no nos dimos cuenta de la hora—susurro nervioso.
Los felinos ojos de su hermano analizaron de pies a cabeza el cuerpo de ChanYeol dejando al cielo tronar cuando llegó a sus ojos, por último pasó la mirada a su hermano realizando lo mismo que había hecho con el alto y cuando no había nada sospechoso en ambos sus ojos volvieron de manera apresurada al cuello blanquecino de su hermano.
— ¿Qué es eso?—señaló con dedos electrizantes el cuello de Baek.
El de mechas rosadas frunció el ceño buscando alguna cosa anormal siendo ChanYeok quien le ayudará a señalarle una pequeña marca rojiza.
—Oh esto—sonrió sonrojándose.
Ver las tiernas mejillas de su hermano sonrojarse hizo que los celos y instinto protector de su hermano se activaran y los rayos se dibujaran en el oscuro cielo.
— ¡Park ChanYeol!
—Corre—murmuró Baek, pequeñas luces retorcidas pudieron verse entre las manos de su hermano alarmándolo— ¡oh dios corre!
