Beautiful Tragic [Harry Styles]

Capítulo 30

Abby's POV.

Eran cerca de las 5 de la tarde y yo me encontraba en la entrada de la cafetería,esperando por Harry.Con mi delantal sobre el brazo y el celular en la mano esperando su llamada,ya que tenía alrededor de media hora de retraso y él prometió estar aquí a tiempo.
Cara me observa desde el otro lado del local y hace una mueca que no sé cómo interpretar.Lanza un guiño y le veo acercarse con un vaso humeante de café que ansío por probar.
Recuerdo la conversación que tuvimos en el descanso y el hecho de que ha conseguido una entrevista en la firma de su padre me hace querer abrazarla.

— Toma,cariño.Que el aire está helando.-Y no siento frío hasta que coloca el vaso caliente entre mis manos.- ¿Deseas qué te lleve?

No evito sentir vergüenza e intento esconder mis mejillas sonrosadas tras el vaso después de dar un sorbo que me hace gimotear de satisfacción.

— Estoy bien,Cara.Gracias.-Me limito a decir,sonriéndole agradecida y me observa compasiva,antes de besar mi frente e irse.Nunca evitaba comparar a Cara con una madre tras esos comportamientos.

Observo a las personas entrar y salir del lugar con abrigos pretenciosos y yo apenas llevaba una sudadera y la falda del uniforme que apenas cubría algo en mi.
Salgo de mi trance cuándo el móvil vibra en mi mano derecha y el café se derrama en la izquierda,haciéndome maldecir.

— ¿Hola? -Susurro mientras intento limpiar el desastre que he hecho.

— Abby.-No reconozco la voz al otro lado y frunzo el ceño.- Soy Ian.

— Oh,hola.¿Está todo bien? ¿Ocurre algo? -Murmuro alejándome un poco tras notar a Trevor cerca y sus ojos incesantes sobre mí,a través del cristal.

— Intento localizar a Harry,¿se encuentra ahí?.-Mi estómago da un vuelco y frunzo el ceño.

— No.He estado esperándole por mucho tiempo y no aparece por acá.¿Qué ocurre? -Le escucho maldecir y la voz de Louis se escucha al fondo.

— Le he enviado a casa esta mañana ya que no se sentía muy bien pero no está ahí.Tampoco está en la bodega.-Siento cómo mi boca se seca y mi mente da mil vueltas.

— ¿Intentaste en algún bar? -La idea de Harry bebiendo me parecía más reconfortante que la idea de él involucrado en un accidente o en un encuentro con Keith.

— Para ser sincero tú fuiste lo primero que me vino a la mente,ni siquiera pensé en ello,pero ya le busco y te doy noticias...

— No.-Le interrumpo bruscamente sin intención de ser grosera y tomo una bocanada de aire.- Yo le buscaré,sólo envíame la dirección y yo le buscaré.

— No estoy seguro de eso.¿Qué ocurre sí no se encuentra ahí? No deberías entrar a esos lugares sola.-Ya me encontraba caminando fuera entre las personas y una ráfaga de viento me ha hecho estremecer.
He derramado el vaso de café por accidente tras tropezar y me obligo a tirar el resto en un contenedor de basura.
He tenido que rogar a Ian y cuándo por fin cede,yo tomo un taxi y aferro mi celular en la mano,con la dirección brillando en la pantalla,haciéndome sentir algo enferma.
El camino me parece tortuosamente largo aún cuándo sólo hago 15 minutos.
Y es cuándo el hombre aparca que siento mi estómago y mi corazón estrujarse.
He pagado y salido de mala gana del auto,arrepintiéndome de esto.
Los locales me parecen conocidos y el olor putrefacto me hace asquear y sentir arcadas.
El sol aún brillaba en el cielo,sin embargo había una masa de gente de alrededor de 15 personas fuera del establecimiento que escribía "Noah's bar" en la parte de arriba con letras amarillas brillantes.La música podía escucharse incluso a algunos pasos lejos de él.
E intento pasar desapercibida pero las mujeres me miran mal y los hombres dejan salir el humo de sus cigarrillos sobre mi rostro cuándo atravieso la puerta.
Las paredes,la música y la mujer detrás de la barra sirviendo bebidas me hacen saber que es el bar al que Harry me ha obligado a venir cuándo tomó mi auto.
Y no he tardado en divisarle sobre un taburete frente a la barra,con la espalda tensa y el cabello cayendo sobre su rostro.Camino a él,colocando mis cosas sobre la madera en cuánto llego al lugar,provocando un sonido hueco que le hace posar la vista en mí.
Sus ojos estaban inyectados en sangre y me preguntaba cuánto tiempo llevaba bebiendo.